Y dejó este hermoso resto que podemos contemplar hoy, 403 años después de que la luz de esta explosión fuese observada por primera vez, el 9 de octubre de 1604. Esta estrella, perteneciente a nuestra propia galaxia, estaba situada a unos 20.000 años luz, así que su violenta transformación en supernova se produjo cuando el cúlmen de la cultura de nuestros antepasados era la decoración de cuevas. Hoy es conocida como la Supernova 1604, o de Kepler, aunque al parecer el astrónomo alemán no la contempló hasta días más tarde. No era fácil perdérsela: la Supernova 1604 fue excepcional no sólo por ser la única dentro de nuestra Vía Láctea que ha contemplado la astronomía, sino por su brillo excepcional: llegó a alcanzar una magnitud aparente -2,5, más brillante que cualquiera de las estrellas y planetas nocturnos (excepto Venus). Los restos que contemplamos hoy son los residuos de sus capas externas, que colapsaron sobre su núcleo y rebotaron en titánica explosión, y el material interestelar que arrastra la onda de choque. Hermoso, y aterrador.
Hace 20.403 años estalló un sol
5 comentarios
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Y en 5.000 millones de años a nuestra estrellita le pasará algo parecido… quien estuviera aquí para ver como arrasa con todo 🙂
10 octubre 2007 | 11:38
Si las catastrofistas predicciones de nuestros abanderados ecologistas resultan ser tremendamente ciertas, la humanidad verá la explosión del Sol desde muy muy muy lejos, Lucy.Impresionante. Ha tenido que que ser un espectáculo alucinante.Dos preguntas:1. ¿Se han podido grabar las imágenes en vídeo? por medio del telescopio que ha captado las imágenes, me refiero.2. ¿Se produce primero una implosión y luego una explosión o como es la cosa?Saludos salvajes
10 octubre 2007 | 13:12
Sola hacer una pequeña aclaración a los dos comentarios anteriores. No es cierto que el nuestro Sol con el tiempo explosione como supernova, este fenómeno solo de da en estrellas muy masivas, aquellas que nacen con una masa superior a una masa crítica.En la evolución de las estrellas sabemos que pasan por diferentes fases donde cambian sus dimensiones y temperaturas asi como el brillo, pero cuando una estrella no tiene esa masa crítica su destino final podría ser com enana blanca o enana marró, no como supernova.El mecanismo para aclararlo, es que en estrellas donde la temperatura y la fuerza electromagnética que repele las particulas es superior a la gravedad, en sus fase «climatélica» final, primero se produce una implosión por colapso debido a gravedad, y finalmente la otra fuerza contrarresta provocando este tipo de explosiones.Saludos!
10 octubre 2007 | 17:56
Gracias por la aclaración, Marcos.
11 octubre 2007 | 10:42
El Sol dejará también un bello «cadáver”, como las decenas o centenares de nebulosas planetarias que se pueden ver una noche despejada con un telescopio. La inmensa mayoría tienen siglos o milenios, por lo que su evolución no se ha podido seguir.Hay sin embargo una honrosa excepción (que yo sepa) V838 monocerotis. Una nebulosa de este tipo a la que el Telescopio Espacial Hubble estuvo siguiendo desde poco después de que surgiera a mediados de 2002 y durante varios meses, en la que se aprecia claramente como se expande y se va diluyendo poco a poco.
15 octubre 2007 | 23:42