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La política en el cerebro

Es obvio que las personas con diferentes ideologías políticas ven el mundo de modo distinto. El vaso que para unos está medio lleno es para los otros un recipiente semivacío, dependiendo de quién está en el gobierno; el futuro es un erial de pesimismo y derrota o una utopía de abundancia y alegría según quién gane las elecciones. El universo es un lugar frío y desolado donde cada uno debe cuidar sus propios intereses, o un entramado de personas que colaborando juntas tienen la capacidad de cambiarlo, a mejor. Lo que no sabíamos es que esas dos formas de mirar tienen su origen en dos formas de pensar, literalmente: al parecer los cerebros de conservadores y progresistas no funcionan igual.

No se trata tan solo de que determinadas características de la personalidad se puedan correlacionar con una u otra orientación ideológica; algo que ya se conocía. Según recientes experimentos los cerebros con diferente política reaccionan de modo diferente a los mismos estímulos. El análisis pretendía medir de qué manera reacciona la mente ante cambios en una rutina establecida, y de modo nada sorprendente reveló que las personas que se autodefinen como conservadores tienden a ser más pertinaces y siguen adelante aunque las circunstancias varíen, mientras que quienes se consideran a sí mismos progresistas (liberales, en la terminología estadounidense) son más flexibles y cambian con mayor facilidad.

Los científicos responsables del análisis han tratado de eliminar las connotaciones morales, positivas o negativas, de este hallazgo, que además se ha producido analizando un número muy reducido de casos (43). Pero es cierto que algo nos dice sobre nuestra naturaleza, y sobre la naturaleza de nuestras sociedades, el que haya dos perspectivas distintas dentro de nuestras cabezas, dos maneras de comprender lo que ocurre, dos formas de ver. Ninguna tiene por qué ser superior a la otra, y con toda probabilidad ambas se complementan. El enfrentamiento enconado no tiene mucho sentido si las diferencias están en nuestro cerebro. Negar al de enfrente sería como prohibir votar a quienes pesan demasiado o no llegan a una estatura mínima. Somos así: nuestra política está dentro de nuestra cabeza.

Imagen tomada de Wikipedia Commons; autor Christian R. Linder.

8 comentarios

  1. Dice ser armstrongfl

    Si todo es ciencia,¿la razón o el convencimiento no tienen ningún sentido?.Y a veces, hay quien se considera liberal y es más conservador que otro. Es muy típico este problema en la percepción de uno mismo.

    11 septiembre 2007 | 14:02

  2. Dice ser Sarasate

    Pienso que no hacía falta ningún experimento científico para llegar a la conclusión de que las mentalidades conservadoras tienden a lo conservador en política y las liberales al contrario. Lo sorprendente sería que no fuese así.Lo veo demasiado obvio, puede que no haya entendido bien la cuestión.

    11 septiembre 2007 | 14:10

  3. Dice ser Javier Cuchí

    Bueno, pero también es verdad que el bienestar y el desahogo material y personal son factores decisivos en el conservadurismo y lo contrario, factores decisivos en una más moderada o más radical ansia revolucionaria. Por tanto, no hacen falta estudios sesudos para establecer con razonable seguridad que el conservador no va a querer arriesgar lo que tiene (y que le satisface) por el riesgo (máxime cuando la posible ganancia del riesgo no es para él sino para los demás) y, por tanto, que cualquier cambio, por pequeño que sea le incomoda, y que el progresista (que muchas veces lo es no tanto por ideología intrínseca sino porque es su única posibilidad de progreso individual y, ojo, ajena a terceros) ansíe cualquier cambio porque nada puede ser peor de lo que vive.A mí no deja de hacerme gracia el gasto en estudios (que ahora se llaman «análisis y experimentos» porque en la red lo de «estudios» ya es puro cachondeo) que establecen lo que hace siglos ya tenía clarísima una de las disciplinas científicas más fiables aunque poco elegantes: la gramática parda.Saludos, Pepe, encantado de reencontrarte y que la «rentrée» te (nos) sea leve.

    11 septiembre 2007 | 14:53

  4. Dice ser Victor

    para mi la pregunta es, ¿son conservadores o progresistas porque el cerebro funciona de diferente manera? ¿o su cerebro acaba funcionando de diferente manera porque son conservadores o progresistas?

    11 septiembre 2007 | 18:48

  5. Dice ser Manu

    Lo malo del estudio está en que en EEUU (dónde lo han hecho) progresista y conservador es derecha y derecha de la derecha y eso es un abanico casi cerrado.El estudio debería contar con algo más de variedad.

    11 septiembre 2007 | 19:05

  6. Dice ser Marcos

    Estimado Sr.CerveraEn referencia a este artículo solo me gustaría reseñar que en mi opinión extrapolar conclusiones del tipo que se extraen de este estudio a partir de una muestra tan reducida y en un solo país, me parece realmente algo que carece completamente de rigor científico. En mi opinión tiene usted mi apoyo cuando afirma que:»Ninguna tiene por qué ser superior a la otra, y con toda probabilidad ambas se complementan» (En referencia a la ideología conservadora o progresista)Lo que no estoy para nada de acuerdo es que hay dos formas de ver las cosas, creo que en este caso nos movemos en un terreno demasiado ambigüo, lo que en cada situación podría arrojar resultados marcadamente diferentes. Si ampliásemos el estudio a personal no relacionadas con el ambiente político, y de otras culturas, el resultados sería a mi parecer bien diferente, como dice el dicho cada persona es un mundo. Esto se debería complementar para ser medianamente válido con pruebas anatómicas y genéticas.Otra de las cuestiones que me imagino habrá usted considerado es la evolución que experimenta el cerebro a lo largo de la vida. Usted conocerá que el establecimiento de nuevos circuitos neuronales, y el ambiente tiende a modificar la estructura cerebral. Por lo que se puede concluir que las proposiciones que se pudieran extraer de este estudio de ninguna manera son fijistas en el tiempo lo que le quita mucha polémica al asunto. Por descontado doy el hecho de que ya conoce usted ejemplos de personas que han pasado por todo el abanico de ideologías políticas. ¿Si este estudio se hubiera realizado con una muestra de idología centrista?, ¿se podría concluir algo?, se me ocurre que si realizáramos el mismo experimento con fanáticos del futbol, y estudiosos de la filosofía clásica, también sacáríamos conclusiones de otra índole pero igualmente abiertas a la polémica, pero igualmente sometidas a los factores que antes he citado.Finalmente decir que si este estudio haría referencia a genes que digamos, pudieran influir en la cantidad de receptores de membrana en las neuronas en procesos de sinápsis y esto condicionase la capacidad de respuesta, o limitaría la cantidad interconexión neuronal, y esto trae como consecuencia comportamientos diferenciales…entones ya tornaría otro asunto que a mi juicio podría tener mucha más validez científica. Pero como dije en mi opinión un estudio realizado con 43 personas, carece de fundamento alguno, y menos en lo que se refiere a estructura cerebral, determinada como se sabe por un componente genético y uno ambiental.Y Finalmente plasmar que el hecho de que estas conclusiones (premiliminares definitivamente considerenado el tamaño de muestra) quieren hacer ver que el hecho de tener una estructura cerebral concreta va a «eliminar responsabilidad», si así pudiera decirse del político, creo que está completamente errada. Tanto los políticos de izquierda como de derecha saben perfectamente diferenciar todas las situaciones y conocen que es lo más beneficioso para un estado o para su propio partido, ahí es donde está el político en saber engañar al elector a la hora de decantarse. Si me permite, creo que otro tipo de comportamientos como los violentos o los agresores sexuales o los asesinos en serie si tienen un componente genético mucho más influyente en su respuesta ante el ambiente en que se mueven, no se si eso podría eximirles de responsabilidad ante un juez, lo que si me queda claro, es que nadie los quiere eximir, y todos deseamos eliminar esos «genes-comportamientos» (permítaseme la exporesión) de la sociedad.Saludos

    11 septiembre 2007 | 19:53

  7. Dice ser lola fuentes

    Un estudio de este tipo, sólo se podía realizar en Estados Unidos, además bajo nombre científico. Dos maneras de ver la política, creo que hay muchas más, el cerebro…no, hay factores muy determinantes, como ya se han explicado y la opción personal, o es que quieren negarnos, nuestra libertad ideológica y por tanto la forma de vivir y comprender el mundo?Para saber como se comporta un conservador o un progresista, casi te lo puedo decir yo, y de ciencia no sé nada. Lo que me da bronca, es que se gaste tiempo y dinero, en estas cosas….puede ser, se me ocurre que quieran desprestigiar la ciencia, no veo otra razónUn saludo, me alegra tu vuelta.

    11 septiembre 2007 | 20:54

  8. Dice ser J.R

    Don Pepe. Una vez leído el asunto escrito por su persona en este blog, pasare a estudiarlo minuciosamente por la importancia que tiene.Pero, inicialmente estoy un poco en desacuerdo con los científicos.Vea usted, de partida tendríamos que saber quien es el progre en cuestión. Porque aquí en España a cualquier cabron se hace llamar progre y al final es mas reaccionario que la palabra misma.Vuelva a ver usted, un sujeto Rojo Bobo que idolatra al anciano proxeneta, propietario del “Gran Lupanar del Caribe Hermanos Castro Ruz”, ¿puede ser progresista?. O también un sujeto fanático del “Gran Orate Sudaquez”, ¿Puede ser progresista?. Evidentemente son más reaccionarios que ese rey de los franchutes, que creo que más o menos lo llamaban “El Rey Sol”.Entonces, a mi parecer y entender, por los momento, creo que se debería hablar de Mentes de Pollo. Y luego diferenciar las diversas variedades de Mentes de Pollo que puedan tener las personas. Eso por una parte. Y luego compararla con Mentes de Sentido Común.

    12 septiembre 2007 | 14:51

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