Animados, sin duda, por la pertinacia (que no el éxito) de la industria fonográfica EEUU, las sociedades de autores europeas están llevando gente a los tribunales acusadas de usar sistemas de intercambio de ficheros entre iguales (P2P). Lo realmente curioso es que a pesar de que estas entidades han ayudado a crear las leyes en cuestión, los tribunales están interpretándolas en el sentido de que el P2P no es ilegal. Lo mismo está ocurriendo con el canon por copia privada. En otras palabras: el modelo de negocio de autores y fonográficas no se salva ni siquiera dejándoles que ellos construyan las leyes. Para resolver el ‘problema’ de Internet, ni siquiera la ley basta. Ha llegado el momento, quizá, de empezar a buscar alternativas, porque sucesivos endurecimientos legales no les van a ayudar; tan sólo asfixiarán la cultura. ¿Están dispuestos las sociedades de autores y los editores a acabar con la cultura con tal de no cambiar su forma de hacer negocio?
¿Y si con la ley no basta?
7 comentarios
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Quizá sea el momento de una revolución definitiva del artista, de que todos se vuelvan indies y que las multinacionales se vayan al garete. Pero, ojo, en ese momento la piratería, hasta ahora enemiga acérrima de la industria, ciertamente podría ser una enfermedad terminal para el arte.
07 noviembre 2006 | 10:18
Las sociedades de autores y los editores se defienden a sí mismas, no a los autores o los editores, y mucho menos a la cultura.
07 noviembre 2006 | 10:19
Las sociedades de autores, intérpretes, editores, etc… ya han acabado con la cultura de pago. Ese modelo está acabado, muerto, por la reacción de los clientes y consumidores de la cultura de pago frente a las acciones llevadas a cabo por esas asociaciones.Simplemente: de tanto tirar, han roto la cuerda. Los autores, intérpretes, editores, etc… harían muy bien en abandonar cuanto antes el barco de esas asociaciones, antes de hundirse con ellas. Tienen a su disposición canales de distribución alternativos a los de «la Industria». Ellos sabrán. Por supuesto, me refiero a los autores, intérpretes, editores, etc… de verdad. No me refiero a los que sacan un nuevo trabajo cada dos años y medio, pues a estos la pertenencia a las citadas asociaciones les va genial, de hecho es la unica forma que tienen de mantener su tren de vida y se hundiran con ellas. No tenemos más que ver cuántas copias va a vender, por ejemplo, un tal Alejandro Sanz, y compararlas con las que vendió antes de la LPI.
07 noviembre 2006 | 11:18
entre todos los ciudadanos elegimos a unos representantes, representantes de los ciudadanos, estos representantes elegidos por la mayoria de los ciudadanos establecen unas leyes para el bien comun de los ciudadanos que les han elegido como representantes de sus interes.. la democracia.. pero luego no se sabe por que, unos cuatro ciudadanos «especiales» con unos derechos «especiales» que parecen estar por encima de los demas ciudadanos «normales» deciden que los demas ciudadanos, los que han elegido a los representantes, no les conviene intercambiar sus archivos entre ellos, asi pues, estos cuatro cuidadanos «especiales» deciden que esta prohibido el intercambio de archivos entre los demas ciudadanos, y asi, el resto de cuidadanos, la mayoria que elegile a los representantes queda una vez mas sometida a los dictamenes de esos cuatro ciudadanos especiales.. democracia.. no me jodas: )las malas leyes estan avocadas a ser ignoradas
07 noviembre 2006 | 15:04
Ya lo creo que están dispuestos: Palabras textuales de uno de estos energúmenos en unas charlas de aleccionamiento dadas a jueces (esta es otra que tiene tela): Fuente: Halón Disparado:http://halondisparado.com/?p=1476Me hizo mucha gracia una de las frases de otro de los fulanos de Promusicae (tuvimos a dos, como si con uno no fuera bastante), después de asegurarme que el DRM no iba a causar daños a los usuarios: “Yo respeto mucho el derecho de acceso a la cultura, pero no se puede jugar con el modelo de negocio de la gente”.
08 noviembre 2006 | 22:13
Estimado Nombre:Precisamente hoy ha publicado Slate un ejemplo perfecto: los llamados ‘Trolls de Samples’. Se trata de empresas que se hacen (a veces por medios poco limpios) con carteras de derechos de música antigua, y luego se dedican a buscar ‘samples’ (fragmentos mínimos de música) en canciones de Hip-Hop. Después, basándose en una interpretación discutida y discutible de la legislación estadounidense, chantajean a los autores de este tipo de música: o pagan, o se ven enfrentados a largos juicios que resultan costosos aunque los ganen. La consecuencia de esto es que hay discos que no se publican, por miedo. El texto completo está aquí:http://www.slate.com/id/2153961Muchas gracias por su atención, y un saludo.PP Cervera
17 noviembre 2006 | 1:01
¿pero cómo van a acabar con la cultura?
17 noviembre 2006 | 12:51