A un panal de rica miel

Dos mil moscas acudieron, que por golosas murieron presas de patas en él. Internet genera dinero. Y eso está despertando la codicia de más de uno. La industria editorial, los agentes de algunos autores y las empresas telefónicas coinciden en querer cambiar las reglas del juego para recibir más dinero. Por el bonito mecanismo de cobrar varias veces por el mismo servicio.

En efecto: la industria fonográfica pide en la práctica cobrar por la música cada vez que se escucha. Los intermediarios autorales exigen su parte en la venta de material potencialmente usable para copiar, y también en cada uso (sin excluir la beneficencia ni ceremonias privadas). Y las telecos desean ofrecer carriles de alta velocidad a las grandes empresas, lo que en realidad significa extraer un nuevo pago de compañías de éxito (Amazon, Google, eBay) so pena de que sus servicios se resientan. La excusa es que alguien tiene que pagar por la necesaria mejora de las redes. Pero esas empresas ya cobran, en los dos extremos: a nosotros, los internautas, por el acceso, y a las empresas de Internet por el ancho de banda. Lo que quieren es cobrar por tercera vez.

Después nos acusarán de piratas, cuando forzados por sus abusos nos dediquemos a montar redes alternativas inalámbricas sin su participación. Como hacen quienes nos cobran por discos vírgenes usados para datos y por bailar en las bodas. Como hacen cuando nos saltamos a las fonográficas y cinematográficas que nos estropean o nos roban nuestros reproductores y nos quieren cobrar lo mismo por un CD o DVD que por una descarga con menos calidad y más limitaciones. Pues si ha de ser así, piratas, entonces. Y veremos quién acaba con las patas en la miel.

Bandera atribuida al famoso pirata del siglo XVII Henry Every. Ortografía corregida el 13/6/2006; gracias, lamastelle.

Almacenado en: En La Red