La hermandad del candado

Si naciste p’a martillo, del cielo te caen los clavos. La industria editorial debió nacer para candado, porque no pierde una oportunidad de cerrar cosas. La última ha sido Razorback 2, uno de los más importantes servidores de la red de intercambio de ficheros P2P eDonkey, y la detención de su administrador. No sólo por permitir a la gente intercambiar cultura (¡niño malo!), sino por terrorista y pornógrafo infantil, entre otras lindezas. Mientras tanto la industria continúa intentando imponer en los EEUU tecnologías de control de uso que les permitirán decidir cómo sus clientes podrán utilizar, o no, sus productos en el futuro. Tecnologías de cerrojo que desean se incorporen a las leyes, pero sin decirnos siquiera cómo funcionan.

Esta no es la vía para salvar la cultura, y a partir de ella a la industria cultural. Si tienes mente de cerrojo todo lo quieres cerrar, y entonces los errores (cobrarle a actores discapacitados, o a entidades sin ánimo de lucro) se hacen inevitables. Las tecnologías de control nunca funcionarán, y pueden salir caras (pregúntenle a Sony). El cierre de redes P2P sólo provoca la aparición de redes P2P aún más difíciles de rastrear. La acción judicial sólo ha conseguido escarnio público. La hermandad del candado sólo cosecha fracasos. Pero persiste. ¿Hasta cuándo van a seguir de derrota en derrota, amenazando mientras se hunden? ¿No ha llegado el momento de buscar alternativas que recompensen a los artistas, dejen vivir a sus clientes y salven a la cultura de sus salvadores de candado y denuncia?

Almacenado en: En La Red