Ay, infancia, cuántos atropellos se cometen en tu nombre. La mítica inocencia de la niñez excusa desde el control de acceso a videojuegos y contenidos en Internet a la cesión de datos de los buscadores… siempre medidas de control, de recorte, de limitación. En lugar de educar a la infancia, proporcionando herramientas mentales para confrontar la información, creamos barreras que alejen de la tentación a nuestros descendientes. Como nuestros padres intentaron alejarnos a nosotros del rock y la televisión, y sus padres a ellos del baile ‘agarrao’ y el cine; sin éxito. Claro que las nuevas tecnologías ofrecen escalofriantes posibilidades de control orwelliano, como el nuevo servicio ‘Chaperone’ (‘carabina‘, en su segunda acepción) que ofrece a los padres la telefónica móvil Vodafone para que puedan localizar la posición geográfica de sus hijos 24 horas al día… Queremos proteger a nuestra infancia, y es un noble empeño, pero ¿es el control obsesivo y cercano la mejor manera? ¿No estaremos tiranizando, con la excusa de guardarles del mal, a nuestros hijos?
Que poco confias en la inteligencia de los «niños».La primera vez que eso le ocurra a un chaval, se inventará la manera de evitar su localización. Aunque sea envolviendo su móvil con papel de aluminio. ;-)Por cierto, en la tele explicaron como anular los detectores de los hiper forrando los bolsos por dentro con…. papel de alumnio.
23 enero 2006 | 22:42
¡Qué sería de los niños sin la desobediencia!
26 enero 2006 | 12:40