Otra arma sónica en la prensa, esta vez dirigida contra la gente joven. Prevaliéndose del mejor oído de los niños y adolescentes, capaces de escuchar frecuencias que las personas mayores (de 20) encuentran inaudibles, un consultor de seguridad galés ha inventado un espantaadolescentes llamado ‘Mosquito’. Se trata de un emisor que lanza un sonoro (75 decibelios) e irritante zumbido pulsante, con la peculiaridad de que lo hace en frecuencias que la mayoría de las personas por encima de la veintena son incapaces de oír. El sonido es molesto en extremo, y extremadamente eficaz para disolver las pandillas de adolescentes que a veces se atreven (tremendo problema) a ser jóvenes en nuestros comercios y parques. Sin duda que tendrá un público, entre todos aquellos que con la adolescencia perdieron también cualquier sentido del humor y la proporción…
¿Dónde lo venden? Deberían instalarlo en todos los bares de Malasaña, que los fines de semana se llenan hasta la bandera de niñatos, y ya estoy harto de tener que salir miércoles y jueves para estar a gusto en los garitos.
02 diciembre 2005 | 19:37
¿Cuánto cuesta, dónde lo venden?Yo quisiera comprar varias docenas.Por fin una idea genial para el vulgo!
02 diciembre 2005 | 21:20
Se llama Infautan y lo venden en las tiendas de electrónica, aunos 100 euros
30 diciembre 2005 | 23:27
Este artículo del blog lo ha extraido de la página tendencias cientificas en internet(página recomendable sobre divulgación científica).Ahí teneis más información.Un saludo.
08 enero 2006 | 13:51
¡Espantaadolescentes! Esa es la ilusión de muchos sufridos profesores que en la ESO padecemos las bravatas, insultos y vejaciones de un reducido porcentaje de jóvenes hostiles al proceso de aprendizaje, pero sometidos por el imperio de una ley ‘progresista’ a aprender por cojones, lo que les irrita sobremanera y vuelcan en los sesudos universitarios que ejercen como Profesores de Secundaria sus iras, justificadas creo, por ser sometidos a algo que no desean. Es como la mili pero teñido de ‘progresía’. Estos jóvenes sometidos por el poder tienen conmigo que ver aproximadamente lo mismo que tenía yo con los sargentos chusqueros que me sometían en Melilla a disciplina militar….Un saludo libertario.La ‘0bligatoriedad’ de la enseñanza es impuesta, puro fascismo. Y una tortura para muchos jóvenes y los profesores que les sufrimos.
06 octubre 2006 | 22:55