Primero se dudaba de que Plutón fuese un planeta, por su pequeño tamaño y la excentricidad de su órbita. Luego resultó que tiene una luna, Caronte, tan grande que la pareja es algo así como un planeta doble. Más tarde empezaron a aparecer otros cuerpos transneptunianos como Quaoar y Orcus; algunos, por ejemplo Sedna, son casi tan grandes como el noveno planeta. Muy recientemente apareció UB313, que todavía no tiene nombre oficial (informalmente se le llama Xena) y es probablemente mayor que Plutón, al que superaría como décimo planeta. Y ahora resulta que Xena tiene a su vez un satélite, tentativamente conocido como Gabrielle (por la compañera de Xena, la Princesa Guerrera, en la serie de TV). El descubrimiento subraya que el Sistema Solar no acaba en una frontera nítida, sino que se va desvaneciendo a lo largo de un área de cuerpos pequeños conocido como Cinturón de Kuiper, que a su vez se disiparía en la región esférica llamada Nube de Oort, que podría contener una fracción significativa de la masa total del Sistema. Y también subraya lo mucho que nos queda por explorar en el Universo, incluso en nuestro mismísimo patio trasero.
Caos en las fronteras del Sistema Solar
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