‘La luna apaga los rayos del Sol según pasa a través suyo, y oscurece tanto de la tierra como el ancho de la luna nueva’.
Empedocles, 493-433 adC; fragmento circa 450 adC.
Curiosamente, la razón de los eclipses y su mecanismo era ya más que conocida por los antiguos. A pesar de lo cual el espectáculo atemoriza; hay un aire como de extraño atardecer en pleno mediodía que resulta inquietante. El aire parece aún más frío.
Esto me recuerda al cuento de fray Bartolomé Arrazola, que «cuando se sintió perdido aceptó que ya nada podía salvarlo». Apresado por un grupo de indígenas y presto para ser sacrificado, les amenazó valiéndose de su bagaje cultural:- Si me matais- les dijo – puedo hacer que el sol se oscurezca en su altura.»Dos horas después el corazón de fray Bartolomé Arrazola chorreaba su sangre vehemente sobre la piedra de los sacrificios, mientras uno de los indigenas recitaba sin ninguna inflexión de voz, sin prisa, una por una, las infinitas fechas en que se producirían eclipses solares y lunares, que los astrónomos de la comunidad mayahabían previsto y anotado en sus códices sin la valiosa ayuda de Aristóteles».(El eclipse. Augusto Monterroso)
03 octubre 2005 | 11:13
no sirven pa nada. pongan cosas buenas
29 noviembre 2006 | 12:11