Ha sido entrar Tamara a la casa y ponerse a maquinar. Ahora, con Chiqui y Sofía. Va a llevar razón Alguien: «La Marta López, la Gorro y Nagore (si entrara) juntas hacen un agujero negro de malignidad dentro de la casa y desaparece Guadalix».

Están organizando una prueba de inmunidad consistente en meter arena en un saco. Difícil, muy difícil, sí. Tanto como comerse una sopa con una cuchara sopera gigante. Los sacos tienen que pesar 15 kilos para ser válidos. El que más sacos llene, gana la inmunidad.

Parece que el medio libro que faltaba por leer entre la gente del plató no lo han leído tampoco los de la casa. Necesitan unos dibujos animados de explicación. La prueba dura 30 minutos… sería una hermosa forma de llenar televisión, viendo media hora a gente meter arena en sacos. Y lo siguiente, un documental: la pasta se hace con agua, el gotelé y otros milagros de la albañilería.

Como están repitiendo el rollo de los fenómenos paranormales, con Coyote lanzando cucharas y Yola, alias «yo no soy tonta», con una cara de miedo de flipar.

Lara da lo que se dice bastante asco. Es tan educada como Bea la legionaria, tan fina como unas bragas de esparto, tan inteligente como una estrella de mar. Por eso, por sus gritos, por su media neurona mal aprovechada, merece la pena ver una y otra vez el grito de Iván en su oído.

Señores del márketing, hagan caso a Nemo. ¡¡Camisetas con Lara-cara-de-susto ya!! Dicen que Lara comía hojas del diccionario, pero no para hablar mejor, sino para poder vomitar palabras.

Entra chupito de amor, y Jordi, cachondo que es él, le recuerda que «el reglamento es muy estricto». Olvidemos la celulitis de Tamara (yo también lo vi, Nani) y pensemos en positivo. Dentro de poco veremos otra vez a Lara con cara de susto. Iván es soso, pero ahí ha estado sembrao.

Entra Saray llorando. Pobre. Si no fuera porque me aburre soberanamente me estaría emocionando. Le ha negado el saludo a chupito de amor, pero a él le da igual.

Me encanta cuando Gerardo quiere contar algo y siente que le interrumpen, empieza a repetir la frase una y otra vez, en plan bucle. Dice Bobby que se fue por el grito de Iván, pero Telecinco, como siempre tiene versión alternativa. Le están diciendo que se ha ido porque no le quería nadie. Hombre, no creo que fuera por eso. Si se tuviera que ir de cada sitio donde no le quiere nadie, viviría en Saturno.

Gerardo se está inmolando. Ha dicho dos veces que esos programas son basura. Veremos si Jordi el valiente le insulta o no. Dice que se arrepiente de estar en ese circo.

Toma la palabra Raquel Bollo. Si yo fuera familia de esta mujer, pediría que me adoptaran.

El razonamiento de Gerardo, aunque él no nos caiga bien, es válido. Con sus huevos toreros ha dicho que Tonterías las justas y Sé lo que hicistéis merecen más la pena que los de Telecinco. Eso ha indignado al adalid de la televisión de primer nivel, Jordi educado González, que le ha pedido que se calle a gritos y luego se ha referido a él como éste.

Jordi es un maleducado.

Gerardo es aburrido, pero probablemente es el más educado de todos. Demagogo como él solo, pero educado.

Volvemos a ver el grito de Iván y volvemos a disfrutarlo. Creo que me voy a poner la cara de Lara de fondo de pantalla. No he podido resistirme y he hecho una secuencia que os adjunto al comienzo del post.

Cambiamos de hilo.