Llevamos hablándolo casi desde que este renovado y herido Operación Triunfo vio la luz: por primera vez en la historia, un OT podría ser cancelado en España, equiparando así el reality a grandes fiascos como Escuela de actores o El topo. Pues bien, la creencia generalizada ha llegado ya a la academia: no a los concursantes, que ignoran las tristes cifras de audiencia, sino a los profesores y a Nina, que me da que teme una posible cancelación.
La directora de la academia estaba hablando con Marco, el profesor de baile, y le decía que le había escogido una canción para que, un día, cantara y bailara a la vez. Pues bien, en un momento determinado de la conversación, Nina le ha dicho: «Sabes que ya tengo la canción… si no nos echan antes». ¡¡¡SI NO NOS ECHAN ANTES!!!
Supongo que Telecinco dirá que se refería a otra cosa, que el programa no corre peligro. Cada uno puede creer lo que quiera, claro, y, puestos a creer, también podemos aceptar que el cambio de día de emisión es por San Valentín y no porque los familiares de los triunfitos y nosotros somos los únicos que están siguiendo el concurso.
Después de este momento de reflexión, es el momento de repasar cómo llevan los ensayos nuestros concursantes.
Álex tiene que enseñar abdominales y hace como que le preocupa. El muchacho que ha posado medio desnudo tira de falsa humildad para decir que su tableta «no mola» y que necesita hacer más ejercicio. El clásico ejemplo de persona que dice algo que no cree para que la gente le diga lo contrario. De momento sólo le hemos visto bailar, así que ya os diré.
Alexandra y Jefferson apenas han tenido presencia en los primeros ensayos. Sólo les hemos visto hacer de niños repelentes en uno de esos ejercicios que uno no sabe muy bien para qué sirven pero que están y dan de comer a un profesor.
Coraluna y Ramil siguen a lo suyo. La de Jaén ha conseguido que le dejen actuar con un bailarín y un abanico y está que no cabe en sí de gozo. Mientras tanto Ramil, que ahora es un mueble dentro de la academia dado que ni siquiera le van a valorar, ha tenido un encontronazo con Roxío, por culpa de ella.
Geno y Juan están cariñosos. El ensayo que hemos visto ha sido de poco cantar y mucho abrazarse y tocarse. Es posible que no os lo creáis, pero ¡¡¡GENO HA SONREIDO!!! Sí, sí, se ha echado un par de risas que no pegan nada con las camisetas de #sufrocomogeno que circulan por la Red.
Josh ha tenido un momento sincero. Durante la visita de Màxim Huerta ha confesado que cree que hay trato de favor a algunos concursantes y que los hay con suerte porque les dan canciones para que se luzcan. No sé por qué me da que la cosa iba por Moneiba, Álex, Alexandra y compañía. También ha tirado una puyita a Pilar Rubio porque cree que le entrevistó mal en el sofá. Una semana más se pelea con la canción, que es un marrón y apunta a nominación, con pareado y todo.
Moneiba y Nirah trabajan los sentimientos. En este trío, formado por Moneiba, su ego y Nirah, las voces aún no están muy trabajadas. Ahora están en pleno proceso de hacer suya la canción, para que los nenes no protesten por las sugerencias. Nirah se ha plantado y ha dicho que no va a salir ni en cuero ni despeinada a la gala. Vamos, un plante igual de coherente que el de Naxxo, igualito.
Nahuel monopoliza las imágenes del resumen. Apenas pasan dos escenas sin que vuelva a salir él diciendo que está muy cansado de que le digan que canta antiguo. Yo estoy cansado de verle decir que está cansado, ya puestos a quejarnos… y lo peor de todo es que todo apunta a que el lunes volverá a cantar antiguo.
Naxxo está contento con el tema que le ha tocado y trabaja la voz con Nina para ajustarla a la canción.
Niccó está preparando un baile sexy y, aunque le piden que deje a un lado el rollo de niña mona, le toca hacer de niña mona y loba. Le va a tocar coreografía, otra vez, porque a esta niña la explotan de una manera exagerada. Normal que luego no le llegue la voz, claro.
Roxío tiene la peor canción de todas, sin duda. La letra es casi imposible, los agudos son muy agudos, es cansada de principio a fin… lo que no justifica la reacción que ha tenido con Ramil. Nuestro mueble, dicho con cariño, se ha acercado a Roxío y le ha preguntado: «¿Qué tal estás?» y ella ha montado en cólera, le ha rechazado un abrazo y se ha marchado bufando. Esta muchacha tiene unos arrebatos de niña pequeña que no son normales. ¿Alguien le ha dicho que, por norma general, cuando te preguntan «qué tal» tu estado real no le interesa a nadie, que es pura cortesía? Me da que no. Como para encontrártela en un ascensor, ¡¡¡QUÉ AGOBIO!!!
¿Cómo lo veis? ¿Creéis que el programa aguantará?