Hola a todos.
La de anoche fue la semifinal de Supervivientes y la última gala que se celebrará en Honduras, la final será el jueves que viene, ya en plató.
La gala fue un poco aburridilla, a pesar de haber alguna sorpresilla, porque a estas alturas está todo más mascado que un chicle de segunda mano.
Me encantan las cosas absurdas que se pueden llegar a decir. Por ejemplo, Rosa Benito diciendo que en la isla se ha enriquecido a sí misma. Lo mismo se ha cocido en avecrem.
La semana pasada hicieron una prueba de recompensa a lo tómbola, en la que les ponían unas piedras con numeritos en el fondo del mar y luego se las cambiaban por premios. Lamentablemente eran comida y esas cosas y ninguno pudo ganar lo que más ansiaban: una muñeca chochona.
Otra cosa muy bien dicha: Jessica Bueno aseguró que ella es una buena «supervivienta». Sí, usar una palabra que no existe es la mejor manera de describir su paso por el concurso: como si no hubiera estado.
La cordura y Dios, que según algunos de los concursantes es muy fan del programa, nos libró de vivir un dramón de los que tanto gustan últimamente en Supervivientes.
El caso es que le habían ofrecido a Amador Mohedano hablar durante una publicidad con Rosa Benito para contarle lo de Ortega Cano. Eso sí, sin que se grabara ni se emitiera, mira que pulcros ellos.
Pero Amador Mohedano pasó del tema, porque dijo que no le habían gustado las críticas que decían que podría beneficiar a Rosa. Joe, que hombre tan recto y justo.
También vimos la prueba de recompensa de la semana. O deberíamos decir la tortura de recompensa. El tema era atar a Rosi por las extremidades, así, como para descoyuntarla e ir izándola para quitarle unos candados. Maravilloso. Torquemada habría estado orgulloso e incluso habría sacado alguna idea.
Nos enteramos de que Sonia Monroy lleva intentando entrar en Supervivientes desde que empezó, pero que le decían que no daba el perfil. Debe ser por eso que se puso las mamellas de plástico, para dar el perfil, el lateral y el do de pecho.
Y sí, Jessica se fue a la calle. Y digo «y sí», porque estaba más cantado que el alirón. Jessica estaba fuera desde el día que la nominaron junto a Rosa Benito y Sonia Monroy.
Como debe ser que no les salían las cuentas (ya se sabe que los de la farándula son de letras) ayer se cargaron a un segundo concursante con una expulsión express.
La entrevista a Tony Genil no fue una entrevista, porque antes de que J. J. V. pudiera preguntar, ya estaba contándolo todo el rubio de Puente Genil.
El jodío llegó al plató en pantalón corto, deportivas y los calcetines blancos hasta los sobacos. Con dos cojones, que le den a la moda y a todos los diseñadores horteras.
Y el campeón tuvo las santas gónadas de ponerse a llorar, emocionado, cuando habló con sus compañeros porque decía que les echaba mucho de menos y que mientras comía se acordaba de ellos. Y eso justo antes de ver un vídeo en el que les ponía a parir cuatrillizos.
Además, celebraron una subasta. Les dieron 500 lempiras, la moneda hondureña, para que pujaran por cajas que iba sacando mi muy amada Raquel Sánchez Silva.
La primer caja fue para Sonia, por 150 lempiras. ¡Era un perrito caliente con patatas!
Rosi pagó 200 lempiras por una rata estofada, pero entera, la jodía, con cola y todo. Rosi no le hizo ascos y se puso a zampar, compartiendo con Raquel Sánchez Silva, que le pegó un buen bocado.
Rosa Benito pagó 500 lempiras por un cuenco… de nada. Y se puso a comerse la cola de la rata, lo más sabroso que hay.
Jeyko se compró por 400 lempiras una botella con un mensaje en su interior. El mensaje da el poder de quitarle el dinero a otro concursante y encima darle un voto para las nominaciones. Le quitó el dinero a Sonia.
Tatiana pujó con 45o lempiras por… ¡Leche con galletas!
Jeyko se compró, en un alarde de buen ojo para los lotes subastados, por 350 lempiras… ¡¡Una ensalada de cucarachas!! Jeyko se puso a comerse las cucarachas, pero como debe ser que tiene un paladar muy fino, dijo que no las quería y los demás se echaron encima de las cucarachas como buitres leonados.
Aída fue al plató, más que nada, para que el público comprobara el buen funcionamiento de sus cuerdas vocales al abuchearla. La jodía, para hacer ver que se la juzgaba sin razón se comparó con Rupert Murdoch, lo que es como si te comparas con Jack el destripador para hacer ver que eres un santo.
Abrieron las líneas durante diez minutos para que los fans del concurso (incluido Dios) votaran para echar a alguien. Y la gente votó (incluido Dios) para que se fuera Jeyko. Y es que hay mucho fan de Sálvame (por ahí Dios no pasa) que no le ha perdonado a Jeyko que nominara a Rosa Benito, esa madre coraje de las penurias.
El caso es que se celebró la última prueba de líder, una de estirar de una goma para coger unas antorchas en el menor tiempo posible. Ganó Tatiana, que se convirtió en la primera finalista y en líder.
En las últimas nominaciones salió por el grupo Rosi y Tatiana, como líder, nominó a Sonia. Así que Rosi y Sonia llegarán al plató el jueves como nominadas. Así que Rosa Benito se convirtió en la segunda finalista.
Por último vivimos una situación surrealista de la que habría renegado incluso Buñuel. Tras meterse con ella por su estatura un buen rato, metieron a Chiqui, de Gran Hermano en una caja para que le diera una sorpresa a los concursantes.
La sorpresa era una botella de champán. Sí, la han hecho hacerse miles de kilómetros para hacer eso. Bueno, para eso y para decirle que será… ¡¡Concursante de Supervivientes el año que viene!!
Y ahí se quedó la cosa, amigos.
¿Quién ganará el concurso? Está claro: o Rosa o Sonia, pero, ¿cuál de las dos?