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La audiencia sádica de Pasaporte a la Isla castiga a dos concursantes

Miriam y María José, sorprendidas por el castigo. (TELECINCO)

Miriam y María José, sorprendidas por el castigo. (TELECINCO)

Yo, que crecí en los ochenta viendo pelis supuestamente futuristas (el hecho de que hayamos llegado al momento que supuestamente representaban aquellas pelis me hace sentir súuuuper joven, tanto como los callos de los pies de María Teresa Campos) no me asusto de nada.

En aquellos filmes la tele siempre era muy gore, con programas en los que los concursantes morían y enormemente violentos y carentes de empatía y ética.

Y claro, esos programas los veía una audiencia sin atisbo de humanidad, como el tanga de Falete, que es de otro mundo.

Así que no me ha sorprendido el sadismo de la audiencia de Pasaporte a la Isla, que sólo le ha faltado presentarse en el plató con antorchas y azadas para linchar a algún concursante. Ríete tú de los de Fuenteovejuna cuando se cabrean.

El caso es que María José y Miriam, que han sido repescadas y en consecuencia han estado fuera del concurso han filtrado supuestamente información del exterior. Entre sus compañeros de repente han empezado a comentar cosas que no podían saber si alguien de fuera no se lo hubiera dicho.

Fuera de eso no hay pruebas, claro. Ni una grabación, pero sí dos sospechosas: María José y Miriam. Y aquí, pues a lo auto de fe, joder, para qué leches quieres pruebas. Tenía más oportunidades de salir absuelta una bruja en Salem que estas dos en Pasaporte a la Isla.

Así que el programa preguntó a la audiencia si creía en su inocencia y si debían ser castigadas: EL 90% DE LA AUDIENCIA LAS CONSIDERÓ CULPABLES Y MERECEDORAS DE CASTIGO. 

Y sin haber visto nada, oye.

Y claro, si el vulgo quiere algo, hay que dárselo. En este caso querían que el castigo hiciera palidecer a Christian Grey por bruto y por sado-maso.

Pero como hay unas inoportunas leyes y unos derechos humanos coñazo que lo impiden, pues Pasaporte a la Isla no pudo quemarlas en una pira, así que se limitó a atarlas con una cuerda durante 3 días seguidos.

La verdad, a mí me obligan a estar atada a María José mientras caga y prefiero lo de la hoguera.

 

 

Terribles y abominables declaraciones sexuales en Pasaporte a la Isla

 

Maricarmen, en modo vergüencica. (TELECINCO)

Maricarmen, en modo vergüencica. (TELECINCO)

A ver, que cualquiera puede tener sexo. No, bueno, ojalá.

Me refiero a que sea cual sea tu condición estás en tu derecho de practicar sexo si se deja alguien (bueno, o si no se puede a máquina, pues a mano).

Pero eso no quita que oír a una señora que podría ser tu madre hablando de comerse cosas, de azotes en el culo y de cómo se le ponen los pezones, pues da cosica.

Puedes ir a un granero abandonado con un grupo de amigos y que un tipo los mate a todos con una motosierra y eso traumatiza menos que ver a tus padres en pleno coito. Eso lo sabía Freud y lo sabe Supernanny.

Así que ha sido duro oír a Maricarmen en Pasaporte a la Isla hablar de sus tórridos devenires sexuales, que al parecer las fallas en Valencia las enciende ella frotándose con su marido.

«Se me cayó una palomita entre los muslos de mi marido, total, que buscando la palomita…», decía Maricarmen. «Se la comiste», añadía un compañero sin que ella negara la mayor.

Por el amor de dios. Madre santísima. Imagina que estás en el cine y te giras y ves a Maricarmen comiéndose el McMorcilla de su contrario. Joder, qué tensión, no sea que se te caiga a ti una palomita y acabes con más babas que la escupidera de un Saloon.

«No, yo no he visto una película porno entera», reveló Maricarmen. No, mujer, ni tú ni nadie. A trozos nada más. Y nadie sabe aún si al final se casan o no.

Hablando de sus pezones. Dios. Sí, de sus pezones, dijo que cuando se los soba su marido (ay, dios, si es que me lo imagino como moviendo los mandos del horno) se le ponen «como piedras, para machacar almendras».

Ya lo veo. A esta pareja la llama mañana mismo un productor porno para hacer la versión X de El Cascanueces.

Y por último, ya en el colmo de lo abominable, confesó: «Me gusta que me peguen, sí». Cachetes, no ladillas. 

Se acabó. Ahora mismo me meto en Google a mirar monasterios. Quiero el celibato.

Cómo distinguir a una macarra: lecciones de Pasaporte a la Isla

María José y Maricarmen, siamesas (TELECINCO).

María José y Maricarmen, siamesas (TELECINCO).

Pasaporte a la Isla es la cagada más grande desde que a una familia de diplodocus les sentaron mal unos helechos y estuvieron una semana con diarrea.

Sí, se une en gloria y fama a ¡Vaya Fauna!, otra gran idea como la de meterse en la bañera llena con tu tostador favorito enchufado.

Pero si de algo sirve para el ojo crítico es para sacar importantes lecciones sobre el comportamiento humano. Freud estaba equivocado, Pavlov se gastó el dinero inútilmente en pienso y campanitas y a Rorschach lo que le pasaba es que se la caía el café sobre los apuntes todos los días.

Sólo con Pasaporte a la Isla desentrañamos los misterios de la psique humana. Bueno, semi humana, porque para entrar a ese concurso hay que tener una parte de animal en un buen porcentaje.

Total, que hoy aprenderemos cómo distinguir a una macarra de alguien que no lo es.

Sí, parece fácil en principio, pero a veces se camuflan entre los demás y no es fácil reconocerlos si no es por un hecho definitorio.

Os cuento una escena vivida en Pasaporte a la Isla y tres respuestas, vosotros me decís:

Estaban Pepi Valladares (sí, la exasistenta de la Pantoja) y las madres tróspidas Maricarmen y María José.

En un momento dado de la conversación, Pepi le dice a Maricarmen (en broma, pero de esas bromas que lo mismo de broma tienen lo que Antonio Lobato de melenas): «No voy a ser tu nuera porque tu hijo no tiene de aquí (gesto de dinero) y yo lo que busco es ésto (gesto de dinero)».

Como se suponía que era una broma, María José le dice a Mari Carmen: «¡Pero no me digas que la vas a querer de nuera!».

Entonces Pepi, que estaba sentada, se levanta como si se le hubiera metido por el culo un jalapeño y le dice señalando a MJ: «Oye, ¿tú por qué pones esa mala cara?».

Y MJ, que es muy de conciliar y de calmar los ánimos, pero también muy de apagar las hogueras con gasolina, le dijo: «No, me refería a que ya eres muy mayor para su Fran».

Y claro, Pepi ya estaba como Rajoy cuando habla con Esperanza Aguirre, y le dijo señalando con el dedo a MJ: «Ya quisieras tú tenerme a mí como nuera». La cara de MJ era más bien de que no, que no quisiera.

Las formas de Pepi eran un poco de película de Quinquis de los años ochenta, que sólo le faltó sacar la navaja y llevar chaqueta vaquera forrada con borrequito. «Eso forma parte de mí, el no callarme«, se justificaba Pepi.

Maricarmen, que es más sosegada, le dijo a Pepi: «Tú lo que quieres es meter mierdecilla y no sabes cómo».

Bien.

La pregunta es: ¿Cuál es más macarra? 

a) Maricarmen

b) María José

c) Pepi Valladares

Telecinco sigue haciendo fichajes que cabrearán a Isabel Pantoja

Una de dos: o Isabel Pantoja está emparentada y/o relacionada con el 95% de los famosos de este país o Telecinco busca adrede a sus conocidos para meterlos en los realities de la tele.

En serio, es que esta cadena ronda a los Pantoja y asociados más de lo que yo rondé la casa de Angelina Jolie, que hasta en su basura registraba.

Reality que hace Telecinco, reality en el que cae alguien del mundillo pantojil. Paquirrín, Chabelita, la niñera de la Chabelita, exnovios de Chabelita… y ahora Pepi Valladares.

Sí, ya sé que oís ese nombre y os quedáis igual que si os digo Fulgencio García, pero resulta que Pepi era la mano derecha de Isabel Pantoja. O sea, su asistente personal.

Uno puede saber cuándo se ha echado a perder en la vida cuando tiene un asistente personal que va siempre detrás de ti a una distancia que le permita olerte los pedos.

Pues oh, casualidad, en Pasaporte a la Isla entró la tal Pepi Valladares como invitada, teóricamente para unos días y ahora resulta, por arte de Telecincagia que se queda como concursante.

¿Y ésto por qué puede cabrear a la tonadillera? Pues porque Pepi ya ha largado de la vida privada de Cantora (que es como el Área 51 del mundo del corazón) en varios programas, incluido un Poli Deluxe, y ahora en Pasaporte a la Isla se puede ir de la lengua que a su lado el que se operó de Kiss va a parecer un pringao.

De los creadores de Chavelita se chiva de tó en Supervivientes llega… La criada que cantaba.

Las madres de Pasaporte a la Isla en el punto de mira: los jóvenes se las quieren cargar

Si es que no hay nada como ir de sabelotodo sin tener todavía pelo en ciertas partes del cuerpo y que te pongan delante a dos señoras para subestimarlas.

Y claro, al poco tiempo las señoras te dan sopas con hondas y tú ni siquiera sabes qué cojones significa eso de las sopas y las hondas.

Es lo que ha pasado en Pasaporte a la Isla, donde Maricarmen y María José están en el punto de mira de sus compañeros más jóvenes, que piensan que María José es como José Luis Moreno y que tiene la mano metida en el culo de Maricarmen y que la manipula.

Y como son sutiles como limpiarse el culo con una ortiga, pues se lo dijeron a Maricarmen y ésta se puso como un mono con almorranas cagando guindillas.

«Estáis muy equivocados de mí», dijo Maricarmen, que explicó su estrategia diciendo: «Yo estoy aquí… bueno… así… cuando llegue el bicho a la mata…». Y en plan Jesucristo se puso a soltar metáforas y parábolas campestres: «Entre col y col siempre hay una lechuga. Nunca irás a un huerto y verás dos coles juntas».

¿Qué quería decir? Ni puñetera idea.

Y como debió ver a los demás con cara de tener el cerebro a punto de fundirse rebajó el nivel intelectual de su discurso y les indicó: «No hablad de mi por lo bajini, que os pensáis que sois gilipollas porque soy del campo«.

Pero creo que ni por esas. Sus compañeros más jóvenes conocen todos los músculos de su cuerpo y cómo hincharlos o pueden distinguir quince tipos diferentes de ron si se los mezclas con coca-cola, pero de coger sutilezas no son mucho, así que Maricarmen aún se lo dejó más claro: «Yo hago lo que me sale del coño», dijo y acompañó la declaración tocándose el referido orificio, por si alguno no sabía dónde está.

Mientras, María José se quedaba callada y a la espera. «Va de tontita y de tonta no tiene ni un pelo«, dijeron de ella después sus compañeros de tierna edad.

Y es que MJ es la única que sabe hacer fuego (manda cojones) y no quiere enseñar a nadie, al parecer porque piensa que así será indispensable y no la nominarán.

Pero no: el resto de concursantes tienen más ganas de nominarla que de hacer fuego. A ella y a la señora de las coles.

A mí me da que se van a comer los mocos todos los jovencitos. ¿Sabéis a quién vamos a ver en la isla en año que viene? A MJ o a MC. Al tiempo. 

La prodigiosa fuerza de Two Yupa podría explicar muchas cosas de Pasaporte a la Isla

Two Yupa, dándolo todo. (TELECINCO)

Two Yupa, dándolo todo. (TELECINCO)

Madre del amor hermoso. Que bicharraco. Two Yupa no sólo tiene un estómago de acero que le permitió tener una relación afectivo-erótica con Rappel, sino que tiene unos músculos de acero y una constitución que ella cuando dona sangre tiene que ir a una fundición.

El otro día pasaron en Pasaporte a la Isla una prueba en la que debían aguantar peso sobre la espalda con una barra de metal. El peso aumentaba en función de las preguntas que acertaba o fallaba el compañero del que aguantaba el peso.

En el caso de Two Yupa concursaba con Jenny que no acertaba ni el color del caballo blanco de Santiago. La madre que la trajo, cada vez que la señora la cagaba a Two Yupa le cascaban 10 kilos más de peso… y hubo 40 preguntas.

Pero ahí estaba la muchacha, con unas piernas con más venas que el cuello de María Patiño cantando flamenco y unos músculos que sólo le faltaba llevar un pantaloncito corto roto y ser verde para salir en la próxima peli de Marvel.

Si la prueba dura diez minutos más Two Yupa acaba incrustada en el suelo. Pero la mujer no se inmutaba. Esta chica discute con una levantadora de peso turca en la puerta de un bar y le suelta una media hostia a la turca que acaba tomando el té con la cigüeña del campanario del pueblo.

Y eso explica muchas cosas. ¿Por qué Telecinco no ha retirado Pasaporte a la Isla a pesar de la poca audiencia? Pues porque nadie en el equipo tiene cojones u ovarios para acercarse a la tailandesa y decirle que se ha acabado el programa.

Sección Amigas y menopáusicas

Hola amigas del climaterio.

Hoy en Amigas y menopáusicas hablaremos de la bronca parda que han tenido Maricarmen y María José a cuenta de una cabra. Sí, porque puedes pillar a una amiga tirándose a tu marido mientras mete la mano en tu bolso, pero la cabra… por ahí no se pasa.

El caso es que una mañana se levantaron MC y MJ y descubrieron que la cabra había desaparecido. Y por alguna razón desconocida eso a María José le ponía de los nervios. Lo mismo se le pierde el niño en un centro comercial y no dice nada, pero claro, una cabra en el campo…

María José de puso pesada. Tanto que no la habría aguantado ni Two Yupa con esteroides. «Hay que notificar la desaparición de la cabra», dijo la gallega, que por poco no hace venir a los de CSI, a los GEOS y hasta a san Cucufato para buscar al bicho.

Y Maricarmen, que está más alterada que la bolsa cada vez que salen datos de Bankia, pues le dijo que ya, que dejara en paz el puto tema de la cabra que ya tenía María José «el cocho blanco» para preocuparse por eso y que era muy «cansiosa-cansina».

Y después a Maricarmen le dio un ataque, dijo que estaba «hasta la pepitilla de la cabra», «coño, pelos de coño» y similares y que le iba a dar un ataque.

«Estoy a punto de pedir una pastilla», como le dijo Napoleón a Josefina aquella noche en la que el pene del emperador estaba pensando en Waterloo y no pudo cumplir maritalmente.

Pero como MJ y MC al final son tal para cual, pues acabaron haciendo las paces. Eso sí, después de que apareciera la cabra, por que si no ahí se lía la Dios es Cristo entre nuestras amigas y menopáusicas.

¿Queréis saber cómo se insemina a una mujer? pues no veáis Pasaporte a la Isla

Como bien no sabéis, la rubia Luisa Kremleva, exnovia de Alberto Isla, a su vez exnovio de Chabelita, a su vez hija de Isabel Pantoja, la tonadillera (o sea, famosilla de cuarta generación), abandonó Pasaporte a la Isla hace un par de días.

¿Por qué? Pues jolin, está claro, es que estar en una casa rural con piscina y sin nada más que hacer en todo el día que estar luciendo palmito es muy duro.

«Me puse un poco mala el sábado y lo dije. Me empecé a agobiar. La idea era estar cuatro días en casa y tres en el concurso y pensaba que sí podía, pero el sábado me desmayé y estuve grave de salud y por eso me fui», dijo la rubia, cuyo único mérito es ser conocida entre las chonis y los canis de España.

Sí, amigos y amigas, mientras miles de jóvenes con estudios abandonan España para buscarse la vida en el extranjero, Luisa abandona Pasaporte a la Isla porque es muy duro. Yo soy un joven emigrante con carrera que está poniendo hamburguesas en Alemania y veo este abandono y me arrojo al río con los bolsillos llenos de piedras.

El caso es que la marcha de la muchacha rubia de pechos generosos, cintura de abrazarla con una mano y labios como chorizos de Cantimpalos acostados, dejó diversas reacciones entre sus compañeros.

Y generó una… bueno, en el programa lo han llamado bronca, pero lo cierto es que dos académicos de la Real Academia de la Historia podrían discutir en el mismo tono sobre el color de calzoncillos preferido por Napoleón.

Uno de los chavales, llamado Isaac (no saben quién es ni en su casa a la hora de comer) y una muchacha llamada Miriam (no sale ni en su propio DNI) tuvieron un intercambio de pareceres…

– Yo no habría tolerado que ella se quedase, dijo Miriam.

Eres muy falsa a veces, te lo noto, le increpó sin muchas ganas Isaac.

– Dime en qué soy falsa, para que pueda mejorar, respondió con educación ella.

Silencio y fin de la bronca.

TOMAAAAAAAAAAAAA MOVIDOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOON DIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOS, NI EN LAS ARDENAS SE LIÓ ASÍ DE PAAAAAAAAAARDAAAAAAAAAAA

En fin.

María José y Maricarmen, en lecciones de anatomía. (TELECINCO)

María José y Maricarmen, en lecciones de anatomía. (TELECINCO)

Sección de las madres tróspidas. 

Hoy, en nuestra sección ENTRE AMIGAS (que no se enteran de ná) Maricarmen y María José hablan de reproducción asistida y si por ellas fuera hasta se podría preñar a una roca sólo con tener suficiente ánimo y una barrena.

Cuando nuestro aparato reproductor no funciona, explicaba Maricarmen, «los médicos te lo ponen en función«. Sí, amigos, porque el aparato reproductor femenino es como la junta de la trócola del coche, que llega un mecánico y te la apaña.

«Te meten por ahí como un globito y lo pinchan, te lo meten ahí, que eso lo he visto yo», decía Maricarmen. Se me plantean dos preguntas: ¿Cómo mierdas te pinchan eso estando ahí adentro? y ¿Maricarmen qué cojones ha visto, una inseminación artificial o la autopsia al extraterrestre del Área 51?.

Y poco después, hablando de la donación de semen Maricarmen preguntó «¿Tú te lo sacas todo o te lo sacan ellos con algo?». Si eso te lo sacaran ellos con algo los bancos de semen tendrían que desembalsar cada dos por tres.