Archivo de la categoría ‘Levántate’

Levántate, el programa que haría llorar a Chuck Norris

El presentador y jurado de Lévántate, en la último momento  conocido en el que sonrieron. (TELECINCO)

El presentador y jurado de Levántate, en el último momento conocido en el que sonrieron. (TELECINCO)

Tuve cuando iba a BUP (sí, amigos más lectores, eso existía) una profesora de biología que siempre decía que si queríamos tener los ojos brillantes nos echáramos jugo de limón, que eso nos haría llorar.

Lo cierto es que no tengo ni puñetera idea de por qué querría alguien echarse limón en los ojos para tenerlos brillantes, pero el caso es que ver Levántate en Telecinco me ha recordado a aquella profesora y al jugo de limón.

Porque Levántate es como el jugo de limón, está claro que si lo usas te hará llorar. Todo en ese programa está pensado para que la gente llore, es como hacer una oposición a plañidera.

¿No os he explicado de qué va? Por si no lo sabéis, es un concurso musical en el que padres e hijos cantan a dúo.

Tú le pones este programa al bueno y duro de Chuck Norris y te llora como Pancho viendo morir a Chanquete devorado por caniches asesinos. Es que se deshidrata de llorar el pobre hombre. Se le queda la barba de lágrimas como si la hubiera hervido con unos macarrones.

En este programa ha llorado de mucha emoción Jesús Vázquez (que lo presenta), Ruth Lorenzo, Niña Pastori, Pedro García Aguado (el jurado blandito), las señoras de la limpieza, los del público, el regidor, un taxista que dejó allí a un señor de Cuenca y hasta un directivo de Telecinco. Bueno, ahí me he pasado. Esa gente se hace cauterizar los lacrimales cuando llega al cargo.

El bueno de Pedro García Aguado decía: «Yo me pregunto si alguna vez haré un programa en el que no tenga que estar en constante tensión«. Ja ja ja

No sé si lo decía por lo de emocionarse con las canciones, por tener que valorar las actuaciones, por tener que elegir entre candidatos o por si alguna madre le suelta una hostia al niño por cantar mal y lo descalabra allí mismo.

El caso es que una de las características del programa es que los asientos del público tienen un mecanismo que detecta si durante la actuación el usuario se levanta. Si lo hace, le da un punto a los concursantes que estén cantando.

Joder, que tensión por el amor de dios. Yo no quiero ir a ese programa de público. ¿Qué pasa si durante una actuación que no te gusta nada te entran ganas de ahuecarte un pedo? ¿Puedes levantar solo una nalga para dejar un canal de salida al gas o con ese gesto estarás votando?

¿Y si tienes que colocarte el tanga violador cuando se te ha metido tanto en el culo que empiezas a digerirlo con el intestino delgado?

¿Y si te sientas delante de un familiar de los que están actuando y te da una colleja de las que dislocan vértebras para que te levantes? ¿Y si eres tan bajito que el asiento no nota cuándo estás de pie? ¿Y si va Falete y al levantarse activa tres asientos a la vez?

No sé, yo no acabo de ver el sistema éste.

Por no hablar del zulo donde tienen encerrados al jurado. Parece una cabina de rayos uva para familias. Los encierran ahí para que no se «contaminen» de la reacción del público y ven la actuación por unas pantallas.

¿Que no se contaminen? ¿Son gilipollas o que? ¿Es que no se fían de que el jurado no pueda mantener una opinión propia si al público le gusta o no? ¿Qué han llevado, borregos?

Por último y para completar este exhaustivo y completo análisis que no vale para nada, os diré que en este país se copula poco. Pero ojo, que no digo fornicar, que eso es vicio puro, digo copular, copular para procrear.

O sea, que el número de nacimientos está más bajo que el nivel cultural de Belén Esteban en un debate de filosofía. ¿Por qué si no iba a haber tantos niños repetidos de otros programas? Se dio el caso al menos en un par de ocasiones de niños que habían estado en La Voz Kids y que se habían comido los mocos.

¿Es que no hay niños nuevos? Y si no los hay, ¿por qué no importan niños coreanos, que son unos cracks en todo?

En fin, yo ya no entiendo nada.