Yo no sé si es complejo, o ir de internacionales o porque los derechos de autor son más baratos o porque lo echan a suertes, pero el 90% de las canciones que cantan en La Voz no son La Voz, con The Voice.
Podéis llamarme inculto, paleto que no sabe idiomas, podéis llamarme chovinista, podéis llamarme gilipollas o podéis llamarme al móvil a las cuatro de la mañana, pero ¿cómo escogen los coach canciones cuyo título no saben ni pronunciar?
«Ai no montain jai enout» (Ain’t No Mountain High Enough), llegó a decir Rosario, pronunciando más hacia el etrusco que hacia el inglés. El día menos pensado se les aparece satán porque piensa que le están llamando o acaban con la lengua enyesada por una luxación.
Sí, claro, Bisbi las dice bien, pero con ese acentillo de español que vive en USA y quiere que se note hablando inglés como si tuviera un polvorón en la boca o estuviera imitando a Schwarzenegger borracho diciendo «tres tristes tigres comen trigo en un trigal».
Yo, que me he criado en un ambiente anglosajón (vamos, que he currado en un McDonal’s McDonald’s) os digo que hacen unos estropicios de aúpa. Total, pudiendo cantar en español, que pilla más a mano. ¿Es que no nos ha enseñado nada Pitingo? Estoy del inglés hasta las ingles.
¿Vosotros qué pensáis? ¿Inglés? ¿Español? ¿Arameo?
En fin, veamos qué pasó en la gala, la última de batallas.
La cosa comenzó con Jesús Vázquez disfrazado de mafioso de los años 20. Le faltaba una ametralladora Thompson de tambor apoyada en la cadera. Y de nuevo, el traje pequeño. Para mi que en un principio iba a presentar La Voz Jordi Hurtado y a última hora descubrieron que es un holograma y Jesús Vázquez tiene que usar ahora los trajes que le habían hecho a él.
El caso es que después se quitó la chaqueta y con sus tirantes pasó a ser un comisario de película policíaca de los 70. ¡Quiero resultados, Johnson, el alcalde se me echa encima!
Lo primero deciros que los coach son unos flipados de padre y muy señor suyo. Tooooodas las batallas son un batallón, tooooodas son las más especiales, toooooodas son únicas. ¿Dirán alguna vez «la próxima batalla es una mierda pinchada en un palo, se la echas de comer a una rata y se hace vegana»?
Por otro lado, os juro que estrangularía uno por uno a los flipados del público que se ponen a chillar y a aplaudir constantemente sin dejar que oigamos. ¿Por qué no se van a ver el fútbol?
La Voz, La Voz, y unos cojones en salmuera, La Voz. El Chirrido Verraco se debería llamar el programa. Además es que sí, son como los gochos, les eches lo que les eches les gusta, tienen el mismo criterio que un caimán en un corral.
Les pones a Cañita Brava cantando una de Adele y le aplauden enfervorecidos. La madre que los parió. Si los llevas a un recital de piano acaban con la cola del piano metida por donde amargan los pÉpinos.
Más detalles interesantes. Jesús Vázquez y sus presentaciones de los concursantes. Es el nuevo Ramón García, pero a lo soso. Yo echo de menos las rimas que RAMÓN el GRANDE hacía con los nombres de las vaquillas en el Grand Prix del Verano.
(Minuto 2.12)
Lo dicho, era un poeta popular, de lo pequeño, de lo cotidiano. Esta Nochevieja le echo ovarios y salgo a la calle con capa.
(Actualización) Pero no es todo. Jesús Vázquez disfruta descoyuntando miembros. ¿Habéis visto cómo levanta los brazos de los ganadores con una clara intención de arrancarle el miembro? ¡Es como ver el final de una pelea de Mortal Combat!
BATALLAS:
David e Inma (Malú) cantaron Mediterráneo, de Serrat. Pero una versión de la versión de Niña Pastori. Menudo carajal.
El caso es que sonó muy bien. Como si la hubiera cantado Camarón y hablara de la Bahía de Cádiz, pero mu bonica.
Coti dijo que estuvo a punto de llorar de la emoción. Casi. Son las pegas de estar barnizado. Que piel tiene ese hombre, por dios, que le pasas por el moflete el culo de un bebé y se irrita el moflete.
Se enfrentaron también Susana contra Paula. Cantaron una de Mariah Carey y Whitney Houston. No sé cuál de ellas hacía de viva y cual de muerta.
Bisbal les hacía gestos con las manos como si fuera un Guardia Civil en un control de alcoholemia. Ellas mientras a su bola, luchando a ver quién pegaba el grito más fuerte.
Según avanzaba la canción Malú ponía cara de estar sentada en un cactus y Bisbal se llevaba las manos a la cabeza. Que destrozo de canción. Si al ricitos le acercan una soga se pone a hacer ejercicios de cuello allí mismo.
El caso es que Bisbi se quedó con Susana, pero tenía toda la pinta de que si por él fuera las hubiera echado a los leones a las dos.
También vimos el duelo entre Elena y D(or)a(e)mon. En los ensayos el jodío de Damon le metió mano a Elena. Vamos, sólo le tocó un poco la cinturilla, pero tirando hacia el culete, lo que a ella le pareció poco menos que su deshonra. Si le toca una teta aparece el padre de la muchacha con la de los ojitos negros y obliga al zagal a casarse allí mismo.
No lo hicieron mal, pero a mi me emocionaron como ir a ponerte unos cereales y que esté la caja en la despensa, pero vacía.
Orozco se quedó con Damon. Ya veríamos si tenía cojones de quedárselo si se hubiera llamado Demian. Ahí, mirándole después de cantar y planeando cómo matarle.
Turno de Rosario. Se peleaban Ana contra Brigitte. Cantaron Natural Woman ¡Anda, en inglés!. El vestido de Ana era precioso. Bueno, eso si la mirabas con una radiografía delante de los ojos, porque el color chicle fluorescente que llevaba quemaba retinas como mirar al sol en agosto.
Brigitte iba mucho mejor… si no fuera porque llevaba el pelo como si fuera Predator recién levantado, claro.
Una pregunta, ¿por qué Coti ponía cara de psicópata cuando las miraba? ¿Su serie preferida es Dexter? ¿Compra mucho papel film?
«A mi me encanta el trabajo que habéis hecho, estáis las dos guapísimas«, opinó Bisbi, que es muy de fijarse en la voz. En el par de voces que tiene cada chavala, en concreto.
El caso es que Rosario se quedó con Brigitte.
Turno de Malú, que enfrentó a Sergio con Norykko. «Mi pareja es una mala bestia«, dijo Sergio, que es a los piropos lo que la sal a las babosas. Cantaron una jota aragonesa de Celine Dion. Ah, no, perdón, una en inglés.
Malú aconsejó a Sergio: «Ataca a la gente». Cuando acabó la canción el muchacho se echó al público y se lió a bocaos como un pitbull con hambre de seis semanas. Bueno, no lo hizo, pero sólo porque desoyó los consejos (acertados en mi opinión) de Malú.
Y supongo que por eso al final Malú se quedó con Norykko. Con la única intención, claro, de que yo tenga que seguir escribiendo ese nombre, que me da artritis en los dedos.
Vaaamos con otra de Orozco. Se enfrentaron Bárbara y Sandra. Mira que sorpresa, cantaron una de Luz Casal: Loca. Lo raro es que no la hicieran en inglés.
Digamos que a Bárbara le costó coger la canción. Poco más o menos como a mi me costaría cogerle la nalga peludilla a Rajoy vestido con tanga en un cuarto oscuro.
Al final cantaron bien las dos. «Cuando decidí emparejarlas a las dos sabía que iba a tener este inconveniente», dijo Orozco. Pues no haberlo hecho, muchacho. «Cuando metí la mano en la licuadora supe que iba a tener un inconveniente…» que pocas luces.
Se quedó con Sandra.
Los últimos fueron del equipo de Rosario. Se enfrentaban Jose (el señor de la barba como el felpudo de dios) e Ivet. Cantaron «Ai no montain jai enout«, ya sabéis.
El señor de la barba como una oveja merina cantó con una vocecilla angelical que podría doblar al niño Jesús en un Belén viviente.
Todo lo que tuvo que opinar Coti es que agradecía a la producción del programa que contrate músicos de carne y hueso. Es porque los músicos droides salen más caros. Amosnomejodas.
Rosario se quedó con Ivet. El señor de la barba como el forro de borrego de una chaqueta se fue con la pena embragándole (se le habían caído al suelo).
Rosario dijo que «los de arriba» les hacen sufrir mucho y que es injusto «¡a los de arribaaaaaaa!», gritaba. Lo mismo a Rosario le han contratado Dios y el espíritu santo…
UNA NOVEDAD
Cada coach debió elegir a dos de entre los diez de su equipo para que pasaran directos a las semifinales, sin pasar por los duelos. Así quedó la cosa:
BISBAL:
Eligió a Álex y a Tina. Mira, el año pasado no la cogió nadie y este año pasa a la final sin tener que pasar por los duelos.
ROSARIO:
Clasificó directamente a Estela (que se puso a saltar en el escenario como si estuviera en la playa quemándose los pies con la arena) y a Idoia (Bisbal se puso a chillar como si le hubieran elegido a él, más contento que Falete en un buffet libre).
MALÚ:
Escogió a Aminata, que se puso las manos en la cara como si fuera el malo calvo de Batman. Y a David.
OROZCO:
Se quedó con David, «para que no sufra más, porque ha sufrido mucho en esta etapa», dijo. Parecía que lo iba a sacrificar. Y también se quedó con Agustín. Agustín puso cara de no saber porqué alguien había dicho su nombre.