Como ya ha pasado, creo que es el momento de hablar del tema: como sabéis por Twitter (sobre todo) se filtró hace días una foto de María, la ganadora de La Voz Kids en la que sostenía el «cheque» con el premio.
Los que la retuiteaban ponían cosas como «difúndela y ayuda a reventar la gala, ja ja ja» y estupideces del estilo.
Pues bien, yo pienso que son una panda de cretinos, probablemente de los primeros en quejarse si alguien les contara cómo acaba su serie preferida.
Lo único que han hecho ha sido reventarle a la gente a la que le gusta La Voz la sorpresa. Pero claro, son los típicos guays que piensan que son superiores a cualquiera a quien le pueda gustar la tele o un reality, motivo por el cual pueden joderle la sorpresa.
Telecinco envió un comunicado a los medios pidiendo por favor que no se diera esa información. No hacía falta: ningún medio decente lo habría dado.
Y en fin, contemos qué pasó en la final.
Por el amor de dios.
¿Por qué le hacen eso? Si quieren despedir a Jesús Vázquez en Telecinco deberían sentarse con él y decírselo abiertamente, pero el acoso laboral que le están haciendo no es ni medio normal.
¿Por qué le obligan a ponerse ese traje de cuadros de cuando la mili se hacía con lanza y ese pelo digno de preguntar:
– Mamá, ¿los pedos pesan?
– No, hijo.
– Pues entonces me he cagado.
Eso no era pelo, eso era una rata de angora sacada de una fábrica de tinte para canas. Era como si le hubieran puesto pelo al peso en la cabeza y en lugar de cuarto y mitad le hubieran puesto el kilo.
Eso no es parecer mo-derno, es parecer mo-nguer.
Y todo esto lo digo porque le quiero conceder al pobre muchacho el beneficio de la duda. O sea, que doy por sentado que le obligan (pero obligar con pistola en la cabeza y su familia maniatada en las vías del tren).
Porque si lo hace voluntariamente necesita urgentemente un profesional. Pero no un estilista, no, un profesional de esos que te recetan camisas blancas de las que se abotonan por detrás.
Para ir a juego (ese día la peluquera debía estar con una mala hostia que ríete tú de Belcebú) a Tania Llasera le habían puesto un tupé como si le hubiera escupido por el cogote una llama.
Es curioso, pero La Voz Kids es el único programa capaz de hacer que los resúmenes del programa duren más que el programa. Es como si escribiérais un resumen de El Quijote que durara más que El Quijote.
Los resúmenes son tan largos que para cuando acaban los niños están ya con la próstata como un melón y ellas con sofoco tras sofoco con la menopausia.
Más que resúmenes son requetesúmenes.
Me encanta cuando hacen esas tomas en las que se ponen los tres coach espalda contra espalda y la cámara les da vueltas alrededor. Es como si estuvieran en Kill Bill el Musical y fueran a sacar las espadas y ponerse a matar como si no hubiera mañana.
El caso es que en la gala final de La Voz Kids cantaron los Auryn. Un ejemplo claro de que cantar bien no es requisito imprescindible para dedicarse a la música. Es más, no es que sea secundario, es que como poner en el currículum que sabes inglés nivel medio. No vale para nada.
Había uno de ellos, uno con barbita que no se molestaba ni en mover la boca para cantar. O además de cantante es fan de José Luis Moreno o aquello era un play back de lo más back que he visto.
Los coach cantaron con sus chavalines y chavalinas. Bueno, cantaron, es una forma de hablar, porque Malú y los suyos acuchillaron una de sus canciones como si fuera la canción Julio César y quisieran insinuarle que debería dimitir.
Y Bisbi se arrancó con sus pequeñuelos a cantar ‘Ave María’ que temazo maldita sea. Si Mozart estuviera vivo seguro que la versionaba. Eso sí, me dejó un poco frío porque no hizo ni la bisbivuelta ni la patadita de la grulla popera.
La cualidad que Rosario más busca en las personas, su favorita, es que «tengan verdad». De esto que estás en el curro y alguien te pide un chicle y luego llega otro y te pregunta si tienes un poco de verdad por ahí suelta.
En el caso de Rosario y su equipo cantaron «Sabor, sabor» y tuvo la suerte de que sus pupilos cantaban bastante mejor que ella, así que la canción les lució bastante.
«Que bien está cantando últimamente Rosario, tiene la voz muy clarita«, dijo Bisbal. JA JA JA Tócate los higos, «últimamente», dice. Ya puesto a echar piropos podía haber añadido «porque antes cantabas como una jodida camionera adicta a los ducados».
El caso es que como el programa era grabado, lo que hicieron para elegir al ganador es que fuera el público del plató el que votara. Eso sí, con sus propios móviles, claro, pues les habían dicho que los llevaran para un concurso… ja ja ja.
Y poco más amores, ya sabéis que no comento las actuaciones de los niños. Efectivamente, ganó María y con razón, porque la chiquilla canta con un sentimiento que pone los pelos de punta.
Yo, por mi parte, sin tener derecho a hacerlo, le dedico la edición a Iraila. Siempre.