Bueno, lo primero que hay que decir es que la final de ayer fue tan emocionante como ir a mear y olvidarte de bajar la tapa. Una locura.
El caso es que, como ya sabréis, Yola, sus pechos y Juanmi fueron los ganadores de El reencuentro. Pero vayamos por pasos.
El reencuentro empezó hace sólo unas pocas semanas, pero nos pusieron una retrospectiva.
El flequillo de Coyote me recordó mucho a la moda que se llevaba cuando yo era pequeño. Sólo le falta hacerse un peinado a lo tazón y remata la moda de los ochenta. El caso es que Coyote y Marta fueron los terceros finalistas y se los llevaron cagando leches al plató, porque el 90% de la gala versó sobre Coyote, Coyota y Marta.
Yola pidió que Iván le diera un beso en la boca cuando llegara al plató e Iván, en el plató, puso cara como si le hubieran propuesto comerse un ojo de vaca crudo. Pero claro, Jordi, que es muy serio y respetable, le presionó hasta que el chaval cedió a darle un beso.
Más rápido de lo que se tarda en oir chof al caer un zurullo, supimos que Yola y Juanmi eran los ganadores de El reencuentro y que habían sido los favoritos la mayoría de las semanas.
¿Cómo no ha a ganar Santa Yola de Calcuta si tiene el apoyo de Dios? Les votaron el 54,1% de los espectadores. Claro, como han beatificado a Juan Pablo II había mucho sentimiento santero…
Supimos que la bocabafle que se quiere casar hoy mismo, así, porque ella lo vale. Y si se quiere casar un festivo le hablan el juzgado para ella. Y si se quiere casar en un barco le ponen el Titanic para que la case el capitán. Eso sí, no se lo sacan del fondo.
Mis vecinos vinieron a casa a ver si me había pillado la cola con la cremallera del pantalón, porque oyeron el berrido que pegó Juanmi cuando vio a su hija Rocío, a la que metieron en la casa para la ocasión.
Y entonces se armó la marimorena. El hombre que no quiere que le rompan más su pobre corazón y Marta llegaron al plató y se reencontraron con Lili, alias la Coyota.
El caso es que según iban para el plató alguien les dijo que la Coyota había estado yendo de plató en plató lloriqueando, así que los dos entraron más cabreados que King Kong con almorranas. Y en lugar de un abrazo y un beso apasionados, Coyote le dio a su señora una bronca de padre y muy señor mío. Y así estuvieron toda la entrevista, en una discusión a tres bandas entre la familia coyote y Marta López.
Lili volvió a echar la culpa al programa, por ponerle los vídeos con musiquita lenta y tal y Jordi, sin ponerse ni colorado le dijo que estaba siendo injusta con el programa. Sí, el programa siempre ha intentado quitarle hierro al asunto. Lo que hay que oír.
Entonces llegaron al plató la Bocabafle y el niño del flequillo. ¿A que no sabéis qué palabra fue la más repetida en los vídeos de Lara? Pues sí, «conejo». Lara debe tener algún tipo de complejo con su conejo. Y ante las llamas, me permito recomendarle Chilly. O eso, o un extintor de los rojos, de los de pared.
Coyote estuvo todo el rato cuchicheando con su señora y llegó un punto en el que lloraba tanto el pobre hombre que pidió irse del plató, cosa que permitió Jordi, no sin antes explotar convenientemente la escena.
Lara e Iván Sosazo estuvieron ladrándose un rato en el plató, así, como si estuvieran intercambiado pareceres sobre las últimas teorías revisionistas sobre el origen del universo, pero como si los pareceres se los comunicaran a hostias Hulk Hogan y El Último Guerrero.
Y entonces llegaron los flamantes ganadores, Yola y Juanmi. Una reflexión: en este país sólo Yola y Pepe han ganado dos realities… ¿No es preocupante?
Tuvimos que ver de nuevo el huevo de Juanmi. Sí, esa especie de alforja de piel que lleva entre las piernas. Jordi, que es muy fino, obvió cuando Juanmi dijo que había estado a punto de morir de un cáncer en el pasado y prefirió seguir con el tema del cojón de Juanmi.
Y lo más fuerte que he visto nunca: un vídeo dedicado a las Tetas de Yola. Y sí, las pongo en mayúsculas, porque tienen entidad propia. De hecho, creo que Yola tiene que repartir el premio con ellas.
Iván cumplió su promesa, y le dio un beso en los morros a Yola, que se quedó con una cara como si hubiera visto a un marciano vestido de Elvis bailando la Lambada.
La entrega de la pasta, corrió por cuenta de Pepe y Raquel. Pero no llevaron pasta, sino unos cheques enormes de esos que los llevas al banco y no te dan ni las gracias.
Y así acabó la cosa, amigos.
¡¡Y ESTE JUEVES EMPIEZA SUPERVIVIENTES!!