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Casados a Primera Vista consigue una pareja de cuatro, menudo ojo…

Gloria y Salva, chunguísimos

Gloria y Salva, chunguísimos

Bueno, ante la aclamación popular, las amenazas de muerte y el secuestro de mi perro, procedo a hacer el resumen de la última y definitiva entrega de Casados a Primera Vista. No he llamado a la policía, por favor, devolvedme a mi pequeño Mariñas sano y salvo.

Ya sabéis que las parejas estuvieron unos días separados, compartiendo tiempo con sus congéneres de sexo y a la vuelta tuvieron que ver si se habían echado de menos o no.

ENRIQUE Y VERÓNICA

Enrique le dijo a Verónica que no la había echado mucho de menos, a pesar de que lo pasó tan mal que estuvo a punto de encargarse una muñeca hinchable con la cara de su esposa. Eso sí, para dormir con ella, nada de tener sexo, que si quiere sexo ya lo pedirá la muñeca.

Y Verónica… bueno, ella dice que en Enrique le faltan algunas cosas. En concreto le faltan los abdominales y los brazacos de remero de galera que vio el día que fueron al gimnasio.

Pero eh, los psicópa… perdón psicólogos decidieron hacer un «ejercicio de sinceridad» que básicamente era ponerles a las parejas lo que cada uno había dicho del otro a sus espaldas. Eso no hay pareja que lo aguante. Tú le pones a Ramón lo que ha dicho Cajal a sus espaldas y se separan.

«Yo con Enrique estoy muy bien… pero estoy muy bien como amigos«, decía Verónica en su vídeo mientras enfocaban la cara de Enrique. Si le hubieran puesto un vídeo de Verónica enrollándose con Dinio en la parte de atrás de un Seat Panda no le habría dolido más.

Y es que la muchacha se ha puesto en plan rompecorazones, en la que Enrique es un pobre diablo que se ha enamorado de ella, sin que pueda tenerla porque ella es muy madura que no veas.

Pero eh, que Vero se ha implicado, ¿eh? Por eso le tuvo que preguntar el apellido a Enrique pàra hacer un brindis. Porque se ha implicado que no veas. Total, es sólo su marido. ¿Quién se acuerda del apellido de su marido?

Me la imagino en urgencias:

– Oiga, que han ingresado a mi marido, en qué habitación está.

– ¿Nombre y apellidos del paciente?

– Pues… sé que se llama Enrique.

RESULTADO: DIVORCIO. Ambos firmaron los papeles.

«¿Qué es lo que ha pasado, qué ha fallado?«, preguntó el psicólogo. Joder, dilo tú, que es tu método, joder. Vamos, se te jode el coche nuevo, vas al concesionario y el del taller te pregunta ¿qué ha fallado?

LAURENT Y TOÑI

Laurent regresó junto a Toñi diciendo que «iba a hacer todo lo que pudiera otra vez». Pero por el amor de dios. ¿Este chico exactamente qué es lo que espera de esa relación? ¿Que le dé una crisis nerviosa y barranco que vea barranco que le apetezca saltar?

Laurent vio a la Toñi decir que era guapo y buena persona y al muchacho casi se le saltaban las lágrimas. No sé si por oír algo bueno de él o porque lleva un mes durmiendo en un sofá.

«Estoy segura de que Laurent ha dicho de mí cosas que me pueden hacer mucho daño», dijo Toñi antes de ver su vídeo, porque ella es así, positiva como la carta de la muerte del Tarot.

Se quedó doblada porque Laurent dijo cosas buenas. Así que lo que le hizo fue… un reproche. Que se abra más. Yo no sé qué quiere Toñi, que se haga el harakiri y se desparrame las tripas por el suelo, joder con tanto ábrete. Debe pensar que es la puta cueva de Alí Babá.

La psicóloga también fue a verles. Es la rubia, que está encantada de conocerse y de verse. Claro, como es psicóloga pues se pone 10 de autoestima y lo peta.

El caso es que sacó la vena mamporrera y les dijo a Toñi y Laurent que juntaran las camitas. «Es que os faltan herramientas para romper vuestro bloqueo», les dijo. Sí, dinamita, porque ese bloqueo no lo rompes a pico y pala.

Y después hicieron un ejercicio en el que Laurent imitaba a Toñi y al revés. JA JA JA JA JA  Laurent es el próximo Carlos Latre. Y mira por dónde, que Toñi no se vio reflejada porque ella nunca le ha dicho a Laurent como hacer las cosas. ja ja ja. Las cosas no sé, pero cómo hacer la comida sí.

Total, que se los llevaron a una casa rural aislada en la montaña. ¿Y a que no sabéis que? ¡A Toñi no le gustó! Si es que claro, donde estén las partidas al parchís con las amigas de tu madre, que se quite lo demás.

En un momento dado Laurent decidió intentarlo como lo hemos intentado todos alguna vez: por la vía del emborrache. Lo malo es que le dijo a Toñi que si quería «Gon» y entre que él no dice Ron ni aunque le tortures y que Toñi entiende poco, les costó coincidir.

«¿Una cubana?» dijo Toñi. JA JA JA Yo soy Laurent y lo intento, oyes, ya puestos, me la saco y digo «sí, en Bélgica es muy tradicional para sellar una amistad y tratos de negocios…».

¿Y dónde durmió Laurent? ¡En el sofá! Exclusiva.

A la mañana siguiente se fueron a ordeñar cabras. Qué cara de envidia ponía Laurent cuando veía a Toñi ordeñar algo… Eso sí, se vengó descojonándose vivo cuando vio vomitar a Toñi tras beber leche de cabra.

RESULTADO: DIVORCIO. Los dos firmaron los papeles.

«Laurent, ¿por qué has firmado?«, le preguntó la psicóloga. JA JA JA JA No me jodas. La pregunta habría sido al revés: ¿tenías algún motivo para no firmar?.

Laurent, majo, no sabes de la que te has librado. Y encima el muchacho se sentía mal porque Toñi le dijo que no quería saber nada más. ¡Pero si es como si te hubieran tocado los Euromillones!

GLORIA Y SALVA

Gloria y Salva cada vez me sorprenden más. Gloria dijo de su bomboncito (y a la vista del éxito con las demás) que era el mejor de los tres. A ver, no es que tres sea un espectro muy grande para elegir, pero algo es algo.

«Ahora voy a por la katana y también hay cuchillos en la cocina«, dijo Gloria para tranquilizar a Salva antes de ver su vídeo. Y al muchacho se le pusieron los huevos arriba que parecían dos satélites circunvalando su cabeza, porque él dijo cosas como «no me veo con ella».

Me dio pena la muchacha, porque con lo que le ha costado cogerle cariño al zagal y va éste y dice que se «planta». Y como no habían sacado la katana sino que lo hablaron como personas civilizadas, la psicóloga se los llevó a un cine con pinta de sala X a seguir hablando del tema.

Y a tomar por culo. Les pusieron imágenes de sí mismos envejecidos. Pero envejecidos que sólo les faltaba tener los ojos cerrados y las manos cruzadas sobre el pecho. Que puto mal rollo.

Mira Gloria, con lo dura que parecía y se me ha enternecido. Resulta que al despedirse de Salva antes de la decisión final le regaló un colgante del símbolo de ‘Los juegos del Hambre’ (que le gusta a Salva) y ella se puso otro para ir a juego. A ver, que podría haber sido una peli un poco menos truño, pero peor habría sido la versión turca de Supermán.

Lo más jodido fue el interrogatorio de los psicólogos a los candidatos, poniendo sonrisas de siéntete cómodo pero claro, ponte ahí delante a cuestionar su método y que pasas como de comer mierda de la pareja que te han puesto.

Había ronditas sinceras de preguntas en Guantánamo en las que se estaba más a gusto y tranquilo que en esas sesiones.

RESULTADO: SIGUEN CASADOS. La psicóloga rubia daba palmaditas de la emoción por haber acertado al fin.

Y Gloria y Salva… se dieron la mano… ¡y se comieron los morros! ¡Ya iba siendo hora muchachos!.

Pues mira, me alegro, porque me caen bien los dos. Y sanseacabó.

NOTA: Devolvedme al perro. 

Intentan sin éxito que haya sexo entre las parejas de Casados a Primera Vista

Me ha decepcionado un poco la última emisión de Casados a Primera Vista. Yo pensaba que esta vez ya podríamos ver cómo Toñi sacaba un arnés con un enorme pene de goma en la parte delantera y le pedía a Laurent que se agachara a por el jabón. Pero no, se limitó a putearle como de costumbre.

Lo que sí vimos es que como en la casa de los pitufos no se pone la calefacción, así que Laurent duerme vestido. Y cuando se levanta, es como si lo hiciera en una sala de interrogatorio de la CIA, porque Toñi se pone a hacer preguntas que sólo le falta darle descargas eléctricas en los testículos mientras le echa el humo del cigarro a la cara.

«Que difícil me lo estás poniendo«, le dijo encima ella cuando el pobre hombre salió de la casa más amargado que Marco el día de la madre.

«Si hablo le molesta, si no se qué… le molesta…» dijo Toñi, que debería haber añadido «si le hago reproches hasta por respirar, le molesta, si le hago dejar su vida, le molesta, si le encierro en una casa, le molesta, si le digo que no le entiendo, le molesta, si le trato de chacha, le molesta, si le humillo, le molesta». Si es que Laurent es un picajoso.

«Yo si eso me disculpo… pero a ver qué he hecho«, «le pedí perdón, pero no de corazón», dijo Toñi, que es sincera. Sin cera de que no tiene velas en casa, digo.

«Cuando me levanto tengo que organizar el día»… era el argumento de Toñi. Eso sí, al día siguiente Laurent le pidió que lo organizara y resulta que no tenía nada que hacer. Porque recordemos que Toñi no trabaja y que vive en una casa en el patio de su madre.

Total, que como una de las reivindicaciones de Laurent era que ni siquiera conocía Chiclana, pues Toñi dijo : «Pierdo el día, para mí lo pierdo, pero le voy a situar«… JA JA JA O sea, que para ella salir con su «marido» a enseñarle el sitio donde vive es perder el día. Eso sitúa a Laurent en lo alto de la lista de prioridades de Toñi.

«Yo lo llevé al punto mágico (un mirador) por si se resbalaba y me quedaba viuda«, dijo ella en broma… de esas bromas tontas que ja ja, ji ji, pero oye.

Lo malo es que Toñi no sabía ni qué se veía desde el mirador, ni cómo se llamaba el puente, ni hacia dónde estaba su casa, ni un santo que había allí… No es que tenga poco mundo, es que tiene poco pueblo. Si pretendía situar a Laurent mejor le había dado un puto mapa turístico y una brújula.

Así que la mujer decidió dejar de perder sus valiosos días, esos en los que descubre materiales que permiten ir a vivir a Marte y curas para el cáncer de seis tipos distintos, y se dedicó a lo que le gusta.

«Hoy vienen unas amigas de mi madre a jugar al parchís«, le dijo a Laurent, que lejos de ir a la cocina, meter la cabeza en el horno y darle a tope, aceptó ir. Pero no fue suficiente para Toñi: «yo pensé que iba a decir, ¡que guay!, pero por lo visto no es lo que él quiere».

¿PERO CÓMO COJONES VA A DECIR QUE ES GUAY IR A JUGAR AL PARCHÍS CON UNAS AMIGAS DE TU SUEGRA?

Si yo voy a tener pesadillas con eso, por el amor de dios. Es que prefiero ir a una quedada del club de Psicópatas Asociados Listos, Malvados y Asesinos Sádicos que a eso (sí, es el club PALMAS). En serio. Prefiero que me circuncide a bocados un cocodrilo que ir a esa partida de parchís.

Porque lo del parchís fue como un episodio de Muchachada Nui escrito y rodado mientras el ejército colombiano quemaba droga a dos metros.

Toñi subió a una escalera junto a un muro a llamar a berridos a la vecina, una señora mayor. La vecina saltó el muro por la escalera, en un claro acto para tentar a la suerte de sus huesos. Estas mujeres no juegan al parchís, juegan a la cadera rusa.

Toñi tiene envejecimiento prematuro. «Vamos al vicio», les dijo al empezar a jugar. Vicio. El parchís. Vicio loco. «Eh, eh, que yo controlo, que puedo dejar el parchís cuando quiera, ¿vale? Dame una fichita más, tronco, que estoy con el mono, que no puedo salir de la casilla, dame un cinco».

«El parchís es una cosa demasiado grande para mí», dijo Laurent. No es porque el parchís sea complicado de entender, es que se lo explicaron que a su lado parecía fácil controlar una central nuclear apretando botones al azar golpeando el panel de mandos con el pene.

Laurent, pensando ya en si cortarse las venas o dejárselas largas, se llevó a Toñi a ver a unos amigos suyos que son un belga casado con una española. ¿A que no sabéis? A ella no le gustó el plan: «si con un belga me aburro, ¿con dos que hago?«.

Eso sí, a Toñi le gustó el amigo, porque era rubio y alto. Mira tú, un belga rubio y alto. Qué cosas más raras. ¡Que lo metan en un circo, es un belga rubio! Sí, amigos, Toñi debe pensar que en Bélgica a los rubios les persiguen por la calle y les tiran piedras los niños.

El amigo sería muy apuesto, pero no está muy puesto en historia: «El belga y el español siempre se han llevado muy bien«, dijo. Sí, de puturrú de fuá. Cuando los soldados de los tercios les pasaban el gaznate a cuchillo se llevaban guay. Al acabar las escaramuzas hasta cambiaban camisetas.

«Bélgica está en Holanda, no?«; dijo Toñi, que una vez quiso viajar a Albacete y acabó descubriendo las fuentes del Nilo.

«En casa con su familia habla flamenco«, le dijo la mujer del amigo a Toñi. Y qué alegrón para Toñi oye, que pensó que el belga con su familia decía quillo, arsa, ariquitáum. Sí, Aznar hablaba catalán en la intimidad y todos los belgas hablan flamenco andaluz y olé. Lo del dialecto del neerlandés que se habla en Flandes es ciencia ficción.

El amigo y Laurent hablaron en esa lengua que no se puede llamar flamenco porque el flamenco es Farruquito y nada más, y Toñi preguntó qué se habían dicho. «Que eres muy guapa», contestó Laurent.

«Me ha dicho que se le nota que es una tía de pueblo, como habla, como se ríe, como come…», reveló después el muchacho. JA JA JA JA JA JA JA CA-TA-CRACK

«Él sinceramente no tiene comparación contigo«, le dijo Toñi al salir a Laurent. Así, sin ánimo de molestar, oye, que luego es que no sabe la muchacha porqué Laurent no se abre y le cuenta sus cosas. JA JA JA «Se te nota a ti más belga que a él», añadió y «estoy contenta porque veo que no todos los belgas son iguales».

Lo guay de Toñi es aclararle las frases buscando el sentido de lo que quería decir: «veo que no todos los belgas son igual de insoportables/sosos/malos que tu».

GLORIA Y SALVA

Gloria y Salva, haciendo como que sí, pero no.

Gloria y Salva, haciendo como que sí, pero no.

Se llevan súper bien. Se compenetran a las mil maravillas. Lo que pasa es que sólo se compenetran. Con el Com. Sin el penetran. «El matrimonio no se ha consumado», dijo Gloria, como si hiciera falta una aclaración, cuando en esa casa tiene más sexo el niño satánico del cuadro que ellos.

«Gloria no se está enamorando de mí… por ahora«, dijo Salva, que tiene más moral que el Alcoyano.

Y yo os digo de mi que Angelina Jolie no quiere que la haga sentir mujer hasta que grite de placer renegando de Brad Pitt… por ahora.

«Baja la tapa del váter, es una joya«, dijo ella. Tope sexy. No hay nada que le ponga más a una mujer que ir a mear y no encontrar gotitas en la taza. Es casi un orgasmo instantáneo. Eso y lo de que no haya una anchoa trepando por la taza.

Así que se los llevaron a la psicóloga, que para lo que hizo igual podían haberles llevado al mamporrero o a alguna rave nudista muy loca. «Vamos a hablar de sexo», dijo la psicóloga, a la que le faltó sacar lubricante y un guante de látex largo.

Salva se lo montó bien, pidiendo una cama llena de pasteles con Gloria desnuda en el medio. Debe ser que le gusta el dulce y el sushi. A ella le empezó a dar el calor, no sé si por los pasteles o por la cara de Salva de estar salivando y no por los pasteles.

Salva dijo que es un buen amante porque se «entrega y es fogoso». Nos ha jodido, no va a ser un buen amante porque se queda dormido mientras folla. Total, que le veías hablar y parecía José Luis López Vázquez intentando conquistar a una sueca con el pelo cardado.

Y como no hay nada que venda más que un buen meneo de riñones en posición horizontal, pues les dieron un juego erótico y les pagaron un hotel/picadero. No sé si les darían viagra y burundanga para amenizar la cosa. A mi me recordaba a los programas de reproducción en cautividad del Zoo.

También les dieron alcohol, claro, y Gloria llevaba ya un pedo del 15 y pidió un pene XXXXXL. Por cómo lo decía no quería un pene, quería un poste de la luz. Más tarde confesó que ella es una gran amante y que sus ex la llamaban para eso. ¿Sabéis si eso es conveniente ponerlo en el currículum?

Inglés: Nivel medio. 

Cópula: Fogoso, entregado, pene como el cerrojo de un penal. 

Pero mucho ja ja ja y ji ji ji pero nada de ñaca, ñaca, nada. En aquella habitación la única que sudó fue la camarera de piso haciendo la cama.

 

QUIQUE Y VERÓNICA

La mañana llegó tras la «discusión» (a cualquier intercambio de pareceres cursi le llaman discusión, discusiones las de mi casa, que acaban con los antidisturbios cargando en la cocina) por el tema del tabaco y Quique retomó su habitual actitud de reírse cada tres palabras. Debería trabajar comunicando fallecimientos. ¿Que tu abuela estira la pata mientras practica la asfixia sexual? No pasa nada, te llama Quique y te lo cuenta entre risas.

Para compensarla el resalao se la llevó a montar a caballo y al Teleférico. Lo de Quique montando a caballo estuvo a punto de hacer que los caballos dejen de ser una especie domesticable. Y en el teleférico se dieron un besito casto que se lo podría haber dado Juan Pablo II a la Madre Teresa de Calcuta sin que tuvieran que confesarse después.

«Ya ha habido un beso… que aproveche que estoy receptiva hoy«, dijo Verónica, que está la pobre más salida que el pitorro de la olla exprés y Quique a verlas venir. Ese huerto está arado, muchacho, siémbralo, que se te llena de hierbajos.

Total, que se pusieron a pasarse chucherías con un antifaz puesto. «A mí esas cosas de sexo y demás me ponen rojo«, dijo Quique. Es lo único que le ponen, al parecer. Ella intentaba hacerlo sexy y él se descojonaba como si estuviera jugando al conejo de la suerte en el campamento de verano.

«Lo que yo pienso que te puede sorprender… es demasiado fuerte«, le dijo ya Verónica intentando ser clara y él respondió: «te has levantado tontorrona, ¿eh?».

Dios le da barra de pan a quien no quiere plato para rebañar. No sé si me explico con esta elegante metáfora.

Quique buscó la pasión comprándose un pijama que podría usar Julio Iglesias para dar una recepción en su casa. «Es como el que usa mi padre dijo ella«. Se vio caer la lívido de Verónica que atravesó el globo terráqueo y le sacó un ojo a un antillano.

«Hala, otro día más que hemos pasado, buenas noches«, dijo al acostarse Quique, cerrando toda posibilidad de contacto físico, sin saber que lo que Verónica quería pasar era la noche.

NOTA: Se han ido a vivir encima de un taller de Tuning. Ideal para el romanticismo en pareja, ahí el canto de los pájaros, la brisa, el sonido de las radiales, los taladros instalando alerones, el olor a pintura morada metalizada…

Fueron al psicólogo. Sí, ellos también. Les pusieron un ejercicio que podría destruir cualquier matrimonio: debían puntuar del 1 al 5 las cualidades del otro. Eso se lo hacen a María y a José y el niño Jesús se cría a base de régimen de visitas.

Ella dijo entre otras cosas que Quique es «muy cariñoso, a veces en exceso…» y el psicólogo para ayudar, le dijo «empalagoso, ¿no?». Ahí, ayudando. Tócate los cojones, que forma de arreglar las cosas. Debería haber dicho: «Cuando dices cariñoso te refieres a empalagoso, a que es un asco, a que una lapa con sarna sería más grata para tí, ¿no?».

«Del psicólogo acabé un poco desmoralizado«, dijo él después. Normal: la puntuación fue 18 puntos que le puso ella a Quique por 33 que le puso él a Verónica.

 

REUNIÓN DE PAREJAS

Reunieron a los seis a tomar unas tapitas y a comer. Toñi se puso a hablarle a las otras dos y les contó una película en la que Laurent era un ser cerrado y enigmático que ríete tú de preguntarle dónde se crió a Jason Bourne.

«Que envidia, que envidia«, dijo Toñi al ver a las otras dos parejas. Esta mujer es un compendio de buenos sentimientos.

Si algo fue positivo es que las otras dos parejas se consolaron viendo a Laurent y a Toñi. Y es que a su lado Kim Jong-Un y Obama parecen un matrimonio bien avenido.

En la comida Toñi se dedicó a lanzarle hostias a Laurent y los demás comían sin levantar la cabeza del plato, no fuera que les cayera algo de mierda. «Se está montando un papelón en el que yo soy la mala y él un santo«, dijo Toñi. Este Laurent…

Pero el belga dio en el clavo: «Si todos tus amigos saben de mi más que yo ¿no te has preguntado por qué?«, respondió a Toñi cuándo ésta se quejaba de que no le contaba cosas.

«Llega un momento en el que empiezo a creerme que la mala soy yo, hasta yo me lo estoy creyendo», decía entre lágrimas ella. No, al final no se lo creyó, es más, siguió pensando que Laurent es el culpable hasta de la extinción de los dinosaurios.

La psicóloga se los llevó a un aparte, más que nada para que no acabaran tirándose de los pelos. De nuevo se convirtió en una encerrona para Laurent. La psicóloga se empeñaba en que reconstruyeran la cosa, en que lo intentaran…

¡¡Y OJO!! Que Laurent sacó el carácter, que al parecer había. «Tonto no soy, un perro no soy, un juguete no soy, me voy«, dijo, en una cosa que se parecía un poco, sólo un poco, a gritar.

«Todo el esfuerzo que yo he hecho, al final para nada», dijo él después llorando… pero volvió. Yo creo que le hacen algo, si no, no es normal. A este hombre le gusta sufrir, no hay otra explicación.

Regresó, y pidió perdón a Toñi, y ella, dulce como es: «Como siempre, el numerito y después pides perdón, es la tercera vez». Y ahí es cuando Laurent debió bajarse los pantalones y hacerse caca en el suelo delante de todos, pero no, se tragó el orgullo (que debe comer más orgullo que EE UU hamburguesas en un año) y se quedó.

Mientras, los demás se fueron a bailar a un local de salsa. Y se lió parda. Verónica y Salva estuvieron bailando… «a mi marido no hay por dónde cogerlo», dijo Verónica, que se arrimaba a Salva cosa mala.

La verdad es que Enrique se movía bailando como si le estuvieran atacando abejas asesinas… pobre hombre. Era como ver un Furby que se está quedando sin pilas.

A Salva le gustó más Vero que Gloria y a Vero más Salva que Enrique. Cuando llegó el Que viva España la cosa ya estaba desatada. Y claro, en una comida que tuvieron después a Gloria se le infló la vena cuando tanto Verónica como Toñi se lo quisieron quedar…

¿Quiénes seguirán casados la semana que viene?

Cómo amargarse la vida con la pareja más insoportable de la historia: Casados a primera vista

Toñi y Laurent, él a punto de llorar (ATRESMEDIA)

Toñi y Laurent, él a punto de llorar (ATRESMEDIA)

Vamos a empezar esta edición de este programa llamado La Gran Ruleta Rusa o Meter la Mano en un Lago Lleno de Pirañas Agarrando un Trozo de Hígado Sanguinolento.

Vamos primero con LAURA Y MARIANO

Las psicólogas se reunieron con ellos, porque se llevan muy bien. Tan bien que si supieran coser se hacían un muñeco de vudú con la forma del otro y se lo echaban a unos cerdos con la rabia.

Y la psicóloga: «¿Qué ha pasado?» y «¿Tu crees que ha podido ser porque…?» ja ja ja

Es como si te venden unas ruedas para el coche y te dicen que sí, que esas son las de tu coche y llegas a ponerlas y resulta que son las ruedas de un carrito de supermercado y cuando vas a reclamar te dicen «¿qué ha pasado?».

Para eso son psicólogas, claro, porque la conversación iba dirigida a que los cónyuges contaran qué habían hecho mal, ellos. Porque el método este de compatibilidad bien ¿eh? Eso perfecto. Que el método es que bueno que lo mismo vienen los americanos a comprarlo.

– Toma, llévate este seiscientos de tres puertas y baja por aquel barranco mientras metes el pene en la guantera.

– Vale. AAAAAAH, PUM. HOSPITAL.

– Vaya. ¿Qué crees que has hecho mal para darte semejante hostia? ¿Crees que podrías haber conducido mejor?

Y así.

Y claro, si las parejas acaban mandándose a tomar por donde escuecen los pepinos se les va a la mierda el programa, así que les vendieron la moto de que había sido culpa de los dos.

Joder, es si intentas cruzar a un caniche con Nacho Vidal uno de los dos va a acabar haciéndose daño. Y no va a ser Nacho.

Ella firmó los papeles del divorcio y él también. Y hala, a tomar por saco. Eso sí que les hizo felices.

Para los demás comenzaron las convivencias. Cada uno se iba a la casa del otro para luego decidir a qué casa se iban a ir a vivir.

LAURENT y TOÑI

Toñi se fue a ver las cosas de Laurent. Se metió en el restaurante mirando a todos lados como si fuera a pasar el dedo… y de hecho lo hizo. Pasó el dedo. Os lo juro, delante del jefe. Eso sienta muy bien.

Que venga una desconocida con pinta de estirada y te pase el dedo por tu puñetera casa sienta como si te hicieran tragar una granada y después notaras que la anilla se te ha quedado entre los dientes.

Menos mal que a ella le encantó la casa de Laurent. Se pasó el tiempo poniendo problemas del tipo «es fría», «da a un patio interior», «las vecinas te ven el color de las bragas», «da puerta con puerta con una vecina», sólo por disimular su entusiasmo.

El amigo de Laurent, que la acompañaba no la tragaba. Pero nada. El señor, como cualquier persona con un poco de educación, flipaba en colores, en colores HDMI, Full HD, 3D, Led.

Laurent fue a la casa de ella, donde le recibió el hijo, que le saca una cabeza y media al novio de su madre. Como Toñi es muy de esforzarse, pues vive en una casita a dos metros de la de su madre.

Allí Laurent vivirá con seis hijos, seis nueras, dos nietos, un bisnieto… «lo veo como una colonia», dijo él. Es que eso no es una casa, es la ONU en hora punta.

Se reencontraron en un descampado maravilloso, muy romántico, que valía lo mismo para charlar que para enterrar un cadáver.

Como no se ponían de acuerdo, porque ella no entendía que él no pudiera dejar su negocio, se sentaron con los psicólogos: «esto es un experimento, lo hemos dicho desde el principio y los experimentos tienen riesgos«, le dijo el psicólogo.

¿Soy el único al que no le suena haber oído eso en el primer programa?

Total, que el señor le metió en un cepo a Laurent para que él se fuera a vivir con ella. No es por nada, pero le han hecho la trece, catorce. Si está diez minutos más allí el pobre belga sale con una batería de cocina inoxidable y un juego de mantas recién compradas.

«La única solución es decir sí a todo», dijo él y ella «está ganado, son cosas a su favor«. JA JA JA Pues ni por esas.

Ya en su casa, en la de ella, Toñi, que dice que es ama de casa, dijo «yo cocinar… como que no«, pero luego no se movió de al lado de Laurent (que es cocinero, por el amor de Dios) y estuvo dándole instrucciones y poniendo pegas para todo. Para todo. TODO, CADA MOVIMIENTO DE ÉL:»¿Has enjuagado el pollo? ¿Te has lavado las manos? ¿Porqué cortas la cebolla tan grande? Vamos a comer a las seis de la tarde. Uy qué de sal…».

A Laurent le van a canonizar porque es un santo. Tiene unas tragaderas del copón. A mi me hacen eso y enjuago el pollo pasándomelo por debajo de las cantareras del amor y luego se lo dejo allí encima para que le eche la sal que le salga del mondongo.

La ingeniera quería poner una cortina con un solo agujero. «Aaaaay la pared que se va a caer«, decía, porque al parecer Laurent debía hacer los agujeros con el taladro en silencio. Y ella se empeñó: «Con un solo agujero vale…» y después, cuando solo había un agujero, «uy, esto se cae, pero no tiene nada que ver con el tornillo».

A MI SE ME OCURRÍAN 136 SITIOS A DONDE MANDAR A ESTA MUJER

«Me estoy convirtiendo en una persona egoísta, porque yo no era así«, dijo ella. Joder, pues le ha cogido el tranquillo echando leches.

¡Le molestaba hasta que el muchacho se pusiera chanclas en lugar de zapatillas para estar en casa!.

No. No es una actitud tocapelotas. Es de una gourmet del amase pelotero. De agarrarlas, estrujarlas, exprimirlas, magrearlas, darles forma de animales, comprimirlas, morderlas y escupir sus pelotas.

Menos mal que la compra la hicieron en buena sintonía: Se compró lo que ella quiso. Y eso excluye lo que quiere él y encima tuvo que pagar.

No es que seas puta y pongas la cama. Es que eres puta, pones la cama, pagas al cliente y luego te entregas a la policía y confiesas haber matado a Kennedy.

Y todo el mundo lo ve menos Toñi, que cuando se lo insinúan se ofende y dice «a ver si voy a ser la mala«.

Laurent se lleva mejor con la suegra que con la mujer. Eso sí, en el pueblo de Toñi nadie se corta un pelo en decirte que eres bajito. Espero que no hagan lo mismo con otras características físicas:

«Eres manco, ¿no? eres manco. Te falta una mano. Manco. Muy majo, ¿eh? pero manco. Manco. Sin mano», una cosa así.

Los amigos de ella fueron a comer y ella le dijo: «tú de camarero, sacanos unas tapas, algo«. Toñi se equivocó de programa. Pensaba que iba a «Ten un esclavo a primera vista» y se metió en éste.

«Me ha venido olor a pescado», criticó ella por enésima vez, porque claro, el guiso de marisco que sirvió Laurent al parecer tenía que haber olido a Chanel nº5. Le gustó a todo el mundo menos a ella, que se dedicó a poner cara de asco.

IN-SO-POR-TA-BLE

GLORIA Y SALVA

Un caso que parece que se endereza.

Salva entró en casa de la muchacha y flipó con las cosas frikis de ella, por ejemplo, que tenga katanas mezcladas con figuras de egipto. Pero a mansalva. Como si fuera a haber escasez de estatuillas de resina del antiguo Egipto y estuviera haciendo acopio.

HOSTIA. HOSTIA

La muchacha tiene una habitación llena de libros de esoterismo y de cuadros en blanco y negro de niños vampiro, mujeres degolladas y zagalas demoníacas.

«Estoy con una maga», dijo él. Unos cojones, maga. Las magas sacan palomas de un pañuelo. Como mínimo es bruja. Y de las blancas, no es.

Por contra, en la habitación de Salva sólo faltaba el ordenador abierto con diez webs porno en el historial del ordenador.

Total, que decidieron irse a vivir donde ella. Eso sí, la madre de Salva le mandó con «caldo, queso, jamón«… no le metió en la maleta una jaula con una gallina dentro de milagro.

«¿Qué le pasan a mis cuadros? Yo soy una persona curiosa, me atraen los misterios», dijo la muchacha. Anda que a la jodía le ha dado por ver el Canal Historia. Misterios.

Lo primero que hicieron fue poner una cama en cada habitación. A él le tocó dormir rodeado de los cuadros chungos. Ni de coña duermo yo ahí. Me revienta la vejiga antes que moverme para hacer pis. Y no abro los ojos hasta que sean las doce de la maña y queme el sol.

Pero estos dos… mira, están empezando a hacer el tontito. ja jás y ji jís. 

Total, que se fueron a la peluquería a que se cortara el pelo. Y allí había una clienta cotilla y con mala leche que le aconsejó a Gloria que diera caña y domesticara a Salva. Delante de Salva.

Que señora con más mala leche. Joder, el día que no rompe un matrimonio no es feliz. Creo que es porque se le colaron en la pelu.

Los amigos de Salva fueron a comer a casa. Incluída la «mejor amiga de Salva«, que es más ceniza que los restos de un incendio forestal.

La «mejor amiga» de Salva, para crear buen ambiente le dijo a Gloria: «tu familia me pareció un encanto y tú me pareciste muy borde». Puñalada. «Vi actitudes de prepotencia», hachazo. A la amiga solo le faltó vomitar sobre la anfitriona para demostrarle más cariño.

Pero le salió el tiro por la culata, porque Salva defendió a su esposa y encima se dieron un besito.

«Yo sigo pensando que le caigo como el ojete«, dijo la amiga. No, va a amarte, no te jode.

VERÓNICA Y ENRIQUE

El muchacho vive en el cuarto de la plancha. A su lado, Harry Potter en hueco de la escalera vivía como en la Mansión Playboy.

Eso sí, luego dijo que la habitación de ella era «un poco pequeña». JA JA JA

Total, que se fueron de alquiler a Madrid «tirando de ahorros«. Al precio de los pisos en Madrid pueden vivir como mucho tres días aunque sean de la familia Onasis.

Se fueron a vivir en precario. En la casa de alquiler no había de nada. Era como irse a vivir a las cuevas de Altamira, pero con mierda y sin dibujos.

«Todo bien, todo sí, todo correcto… todo le parece bien», se quejaba ella. Sí, desde luego es un defecto, «es demasiado bueno para mi, me gustan los hombres con un poco más de carácter«. ¿Pero a la gente por qué le gustan las movidas?

«El tema sexual cero…» decía ella mientras él jugaba a la play. «Él con el sexo… ni lo ha intentado, como mujer echo de menos un poco de sexo». ¡Joder, que era el FIFA!

«El momento sexual ya llegará, no me preocupa«, decía el, claro, porque estaba jugando con Messi. Si le llega a tocar Kaká se va para la cama y la monta que le hace gemelos a la muchacha.

«No ha habido pedos, no ronca…«, se regocijó ella por la mañana. Sí, claro, porque os acabáis de conocer. Ya verás cuando te levantes una mañana y el edredón contenga más gas que las reservas estratégicas rusas.

«En el gimnasio viendo a mi marido y lo que había allí… hay que respetarle, pero el mirar no me lo quita nadie». Estaba más salida que el cabo de hornos la pobre muchacha rodeada de maromillos de pesa y espaldera.

Peeeeeero el chaval fuma. Y eso a ella no le mola. Así que se fueron a hipnosis para dejar de fumar. El hipnotizador acojonaba.

Pero miedo. Miedo de que yo voy allí y me dice el señor que deje de comer y me muero antes que probar una sola loncha de pavo.

Le durmió y se puso a pasarle un cigarro encendido por debajo de la nariz. Enrique se puso a toser y el hipnotizador a gritar: «Asquerosa, ¡¡ASQUEROSA!! ¡¡ASQUEROSAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!». 

Me cago en la puta de oros. Yo estaba en casa y se me pusieron los testículos de corbata con doble nudo Windsor.

Y así están las cosas…

Por primera vez dos novios que lo mismo no se matan en Casados a primera vista

Enrique y Verónica, en Casados a primera vista (ANTENA 3)

Enrique y Verónica, en Casados a primera vista (ANTENA 3)

Es lo que tiene el ensayo-error, que al final, aunque sea de casualidad, aciertas. Es como si coges a mil monos aporreando mil máquinas de escribir: al final alguno escribirá la letra de una canción de Justin Bieber. De hecho, creo que las escriben todas así.

– ¡Este mono lo ha logrado, hay tres palabras juntas con sentido!

– ¡Perfecto, pasad la letra a las zarigüellas borrachas que hacen las melodías!

Y así.

Total, que en la última entrega de Casados a primera vista, que hasta ahora había sido Jodidos de por vida a primera vista, vimos la primera pareja bien avenida. Os cuento las dos últimas bodas.

Se trata de Enrique (camarero de Valencia, con más optimismo que Rato yendo a pedir un crédito en Caja Madrid) y Verónica (Camarera de Cádiz, con más moral que el Alcoyano).

Y eso que la cosa no pintaba bien, porque la madre del muchacho estaba al pie del altar mariachi que les montaron soltándole mierda que daba cosa oírla. Joder, que forma de animar.

Soy yo y me ahorco con la cuerda de la guitarra del mariachi más cercano. Pero aún con todo, al muchacho le gustó su futura mujer, “no está mal”, dijo el chaval y eso que la cosa estaba difícil.

A la madre de él sí que le encantó: “Después de verla me dieron ganas de salir corriendo”, dijo. Hala, la hostia con la mano abierta y sin avisar, que pique.

“Físicamente la verdad que no me impresionó tanto”,  dijo la novia de su esposo.  “No es un Brad Pitt, pero es mono”. Anda la leche, otra. ¿Pero es que se creen que esto es Mujeres y Hombres y Viceversa, que el que no está bueno está más bueno?

Pues no, en este programa si tienes más de 90 de coeficiente intelectual puedes ir igualmente.

Fueron los primeros que se besaron en la boca en la boda, dos veces, mira tú, y no la montó allí mismo porque la gente tenía las cámaras de fotos en la mano y luego todo llega a Internet.

Son los dos más majos que hemos visto. Los dos tenían una actitud positiva y no demasiadas exigencias y eso ayudó.

Luego estaba Laura (camarera, de Madrid) que está de buen ver y Mariano (ingeniero, de Madrid) que cree que está buenorro y camina enseñando músculo y presumiendo de pelazo.

El caso es que el ingeniero le había escrito una carta a su pibita misteriosa que ella encontró en la habitación. Era una carta moñas que podría salir en una peli de Antena 3 un sábado por la tarde. Eso sí, a Laura la hizo llorar. Seguramente sería por el Jet-Lag.

La muchacha se montó en la cabeza una película como si se fuera a casar con el millonario de Pretty Woman pero sin tener que hacer la calle.

La madre de él le dijo como consejo que la quisiera mucho. En el matrimonio, ¿no? Preguntó él. No, en el matrimonio no, la tienes que querer en la cola del pan, no te jode…

La novia iba al altar en medio de un “aura de positividad” que llevaba a desear que en el altar la esperara “un maromo que esté bueno”. Por esa descripción podría haberle estado esperando Falete bañado en salsa barbacoa.

La llevaron a la playa donde estaba el altar en una limousina más grande que mi piso. Al altar la llevó un amigo. El típico que la miraba como “joder, con lo que me ha molado siempre y al final me la quitan”.

Madre del amor hermoso. Al ingeniero se le pusieron los ojos como platos cuando vio a las amigas de la novia, que llevaban unos vestidos con los que vas a hacerte una radiografía y no te tienes que quitar nada. Porque no llevas nada.

“Cuando la vi me tranquilizó ver que era normal”, dijo el muchacho, como si esperara que llevaran a un orco de Mordor depilado y maquillado.

“No me lo puedo creer, no tiene nada que ver conmigo, no es el tipo de persona en que me fijaría”, dijo ella, que no salió corriendo porque correr por la playa cansa mucho y con los tacones puedes ir matando cangrejos y no es plan.

Las amigas macarras de la novia se pusieron a llorar cuando oyeron los votos matrimoniales  como si hubieran llegado al Fabrik y estuviera cerrado.

Estos no se besaron. Se dieron un abracito más casto que Papá Noel dándole la mano al Ratoncito Pérez.

El caso es que parecían conectar, hasta que se fueron a hacerse las fotos y él decidió cogerla en volandas para hacerle una llave de Pressing Catch. Así que tras elevarla se tiró encima de ella, dándose ambos una hostia que contaba como comulgados para un año.

Y encima él se hizo sangre en una pierna, que al caer al mar atrajo a tantos tiburones que aún están tratando de echarlos de allí para poder abrir la playa…

La mejor manera de mantener la castidad y el celibato: ir a Casados a primera vista

Salva y Gloria, de buen rollo.

Salva y Gloria, de buen rollo (ANTENA 3).

En la segunda edición del programa vimos un nuevo caso de Divorciados a primera vista. La verdad, si en Antena 3 querían hacer experimentos raros con humanos lo menos que podían haber hecho es haber alquilado un rancho en medio del desierto donde nadie oyera los gritos y no echarlo encima por la tele.

Porque lo que más me llama a mi la atención de este programa es el cuajo con el que las familias se toman la noticia del casamiento express.

Yo le tengo que decir eso a mi madre y tengo que ir con los de la PAH para que no me desahucie todos los dientes de un sopapo.

Total, que anoche vimos la boda de Salva (maestro con pinta de hacer el baile  de la culebrilla en las discotecas) y Gloria (ingeniera con pinta de haberse hecho esquemas de ciertos pasajes de 50 sombras de Grey).

El método, que cada vez que dicen eso yo pienso en la dieta de la alcachofa, dijo que les arrejuntaba por el interés que ambos tienen por descubrir cosas nuevas y les gustan cosas similares.

«Intentaré usar mis armas de seducción», decía él, que se la imagina morena, con el pelo largo… o sea, que se imaginaba a Angelina Jolie vestida sólo con un velo blanco, mordiéndose el labio de abajo y pidiendo guerra.

Pero no, estaba ella, embutida en el vestido blanco de novia y diciendo «no me puedo ni mover». Si le hubieran puesto para casarse al muñeco de Michelín habrían hecho una pareja perfecta. Que apreturas, mira que no estaba gorda ni ná, pero si llega a saltarse una costura sale disparada la pedrería como si fuera metralla.

La madre es una crack, para tranquilizar a su hija se puso a recordarle la otra boda, sí, esa que salió mal y cuyo novio la abandonó. Eso son ánimos y lo demás son tonterías.

El jodío de Salva no reparó en gastos, sobre todo porque pagaba el programa, y se llevó hasta a la familia del pueblo a Cancún. Eso parecía un episodio de Gipsy Kings: la boda del siglo.

«Joder, que cosa, Gloria, cariño» dijo el padre de ella cuando vio a Salva. «Qué cosa». Joder. Declaraciones de fuego y destrucción. El padre era la versión blanca de Morfeo, el de Matrix, calvo como el culo del David de Miguel Ángel y con las gafas de sol modernas. Le faltó sacar las pastillas de colores.

El pobre Salva, que tiene más moral que el Alcoyano, se presentó a los padres y la madre se puso de los nervios. Parecía de parto, respiraba profundamente. Si la dejan diez minutos más empieza con las contracciones.

«Le he visto… francamente, soso. A la niña no le va a gustar. Me imaginaba otra cosa», dijo la Madre. Otra que pensaba que en el altar iba a estar esperando Brad Pitt con vaqueros, el torso desnudo, sombrero de cowboy y el paquete marcándose como si llevara una linterna en el bolsillo.

«Cuando he visto ese pedazo de mujer aparecer he flipado un poco«, dijo por el contrario Salva, que si le dejan la preña mientras la juez de paz va leyendo los votos.

«No fue la sensación de decir qué chico más mono, es un chico normal«, dijo por el contrario ella, que sí, que esperaba a Brad Pitt y que además estuviera George Clooney por si Brad no diera la talla.

Ella tiene 38 y él 31 y dice la jodía que es un condicionante negativo, porque ella es mucho más mayor que él. Ojo a la mujer madura. Con lo que dan de sí los jovencitos. Anda que no rinden.

Total, que la mujer piensa que es la repera, que mola cantidubi, que es la leche, la mejor, la más que más, y uando se daban el sí quiero miraba para los lados como el que va al notario a firmar una hipoteca.

«No había otras opciones», dijo del «sí quiero «como el que va a casa de la suegra y le ponen algo que no le gusta de comer y se lo come por compromiso. Joder, que entrega. Le faltó taparse la nariz haciendo pinza con dos dedos.

«Te acepto como mi legítimo esposo…» iba diciendo la chavala y miraba para otro lado mientras… ja ja ja una pasión, una emoción… Eso lo haces hablándole a un juez y te caen 20 años y un día aunque te estuvieran juzgando por no reciclar el vidrio.

Ni que decir tiene que no se besaron tras el sí quiero.  «Me va a tocar conquistarla«, dijo Salva, que tiene más moral que un caniche intentando hacer el coito con un pastor alemán.

«Su hijo no va a encontrar otra como yo, no te jode», dijo la simpatiquísima, tolerante, sencilla y humilde muchacha. Y ojo, que el primer día, el primero, en la noche de bodas, le montó un pollo de cojones.

El caso es que la madre de Salva, con toda la inocencia del mundo, le dijo a ella que estaba estudiando las oposiciones y que las tenía que acabar. Y cágate. Dijo ella que su anterior suegra le había dicho lo mismo y que tuvo que luchar con ella.

Y le montó un broncón a Salva que no sabía el muchacho de dónde le venían los golpes. Era como si estuviera discutiendo con Bud Spencer: cada vez que abría la boca le caía una hostia.

«A mi me da igual lo que tu sientas», «Que nadie tiene que decirme lo que nadie tiene que hacer con mi vida«, «Para que te voy a dar una oportunidad, que te de la de tu madre», «vete debajo de sus faldas«, «ya sabes algo más de tu madre», son alguna de las frases de la simpática muchacha, aliñadas con mocos, lágrimas y gritos.

Soy yo y la dejo allí a que le monte el espectáculo a los cisnes hechos con toallas que había encima de la cama.

Os digo una cosa. De aquí a nada los curas van a tomar nota y para aguantar las tentaciones de la carne van a recomendar ir a Casados a primera vista, porque en ese programa no hay manera de arrimar una almeja a un boquerón.

Casados a primera vista, o cómo arruinarle la vida a alguien

Será que no hay divorcios todos los días para que se meta Antena 3 a hacer experimentos. Casados a primera vista, programa patrocinado por Abogados de Familia Gutierrez e Hijos.

Ya sabéis cómo es la mecánica del programa: hacen test de compatibilidad y presentan a parejas en el mismo momento en el que las casan. Después, los tortolitos conviven un mes a ver qué tal.

Pues mal, qué quieres. Porque no sólo son los contrayentes, es que encima meten a las familias. Si vas a la Cañada Real, te plantas en medio y gritas: ¡Soy policía secreta! ¡Soy madero, cabrones, chupadme un pie! la cosa acaba mejor que estos matrimonios.

 

El belga, a punto de casarse

El belga, a punto de casarse

El denominador común son personas que dicen que «han tenido mucha mala suerte» en el amor. A ver, si te sale mal una… vale. Si te salen mal dos… mala suerte. Si llevas 28 parejas y todas mal, es que no te aguanta ni tu madre borracha.

Total, que se supone que las bodas son reales. O sea, que te casan y te inscriben en el registro y todo. Eso sí, antes te hacen un estudio dos muchachas que están de buen ver y un señor que se ve, a secas. Dicen que lo miran mucho y hacen muchos test y no sé qué más para que seas compatible.

Pero claro, luego aseguran que había sólo 30 solteros dispuestos a casarse. No parecen muchas probabilidades… O sea, que como no haya uno que te vaya bien pues te encasquetan lo que haya.

– A ver, nos quedan una señora de Cuenca y un criador de pollos malasio…

– ¿Son mayores de edad?

– Sí, pero…

– ¿Humanos los dos?

– Sí, pero…

– Compatibles.

– Es que…

– COM-PA-TI-BLES

Respecto a los participantes había de todo, incluido un cocinero belga, que es muy exótico.

Y a tomar por saco, los tres expertos que hacen los test no se ponen ni colorados, a tomar por saco, a casar gente. Hay mamporreros que sienten más responsabilidad.

Eso sí, como gilipollas no hay nadie os digo que se llevan a los novios y a las familias a Cancún a casarse. Si lo llego a saber yo me apunto echando leches, así me emparejen con Rita Barberá y la noche de bodas me diga con el picardías puesto: «cariñet, tengo caloret, ven y calmamelet».

Y mi familia encantada, oye. Total, soy yo el que se jode y ellos se van de viaje por la patilla. Pues ¿os podéis creer que las familias y los amigos ponían pegas? ¿Que les parecía mal?

A mi me dice un colega que me lleva gratis a Cancún y que se va a casar y es como si me tocar la lotería: me voy gratis de viaje y de paso veo a un colega cagarla. JA JA JA. Ideal.

Uno de los colegas a los que se lo contaban lo primero que preguntó fue «¿pero es legal?», ja ja ja. Lo mismo pensaba el colega que iba a ir a una casa con siete hermanas a raptar mujeres.

Pero no todos los candidatos o candidatas tuvieron suerte. Hubo quien no tuvo personas compatibles y se quedó sin casar. Por ejemplo una señora a la que le dieron el disgusto de su vida cuando le dijeron que no le habían encontrado maromo. Y va una de las muchachas que hacen los estudios y le dice: «¿Cómo te sientes?».

Pues de puta madre, no te jode. Le acaban de decir que ha estado haciendo el gilipollas y que ni por esas la colocan y se va a ir dando palmas con las orejas y tirando confeti.

Por otro lado, hubo una señora moderna que estuvo encantada con la idea. Pero moderna, moderna: feminista, progresista, culta, independiente, abierta… por eso dijo que para su hijo quería «una mujer de su casa». A tomar por saco la igualdad de género.

Ya lo dejó claro una de las psicólogas: «El método mide compatibilidades, personalidades, no si hay atracción física». O sea, que te puedes llevar genial, ser súper compatible, que os guste hasta el mismo color de calcetines, pero luego ser dos cactus que no haya quien te mire.

Uno de los casos:

El belga «que tiene acento de más lejos de Murcia». La familia de la novia se puso a ponerle a parir en el minuto uno. Que no les gustaba, que era bajito, que mejor uno de los amigos de por allí…

Y dice la novia cuando la conoce que «es bajito y que ella se esperaba a uno más…«. Amos no me jodas. A Brad Pitt te van a poner. Y el pobre hombre diciéndole que vive en Murcia y ella diciendo que no le entendía, que eso dónde era.

La pasión se podía notar. Pasión de esa de hacer el amor apasionadamente sin acabar de quitarse la ropa, de sudar juntos hasta el mundo se acabe, de darse placer hasta que ambos pierdan el sentido… por eso se dieron dos besos cuando les dijeron que se besaran al casarse. Hay más pasión cuando te presentan al funcionario de prisiones que te va a llevar a la celda.

Total que este programa es la mejor manera de arruinarle la vida a alguien.