Podemos y PP se enfrentan también en el amor: citas políticas en First Dates. Parte 1

Love is in the Congreso...

Love is in the Congreso…

Yo a veces pienso que la gente no quiere copular. En serio. Que van por la vida como que sí, pero que luego les da pereza o algo. Y no les culpo, oye, que a veces el conejeo puede dejarle a uno los riñones como si se hubiera entrenado con ellos Rocky Balboa.

Y eso lo pienso, además de porque tengo mucho tiempo libre y vivo al lado de un descampado donde la policía destruye los alijos de marihuana quemándolos, por First Dates, donde la gente en medio de una cita, se pone a preguntar por las ideas políticas del otro.

No sé por qué se utiliza lo de «me duele la cabeza» como excusa para que el tren no entre en el túnel cuando se puede decir «¿has visto el discurso de Rajoy en el congreso? o ¿Qué te ha parecido Iglesias en el Europarlamento? Se acabaron las ganas de que el agujero negro se trague la supernova. Pero no sólo en tu casa, se le quitan las ganas de fornicio a todo el bloque.

Nota: A Pedro Sánchez es mejor no citarle, que es muy guapo y lo mismo se enciende la cosa. Pedro Sánchez es tan guapo que cuando se da al onanismo piensa en sí mismo para inspirarse.

Total, vamos a ver dos ejemplos de cómo la política destruye una cita. Una en este post y otra en el siguiente. Dos juntas no porque sé que sois esa gente a la que pillan haciendo conecting people en las playas todos los veranos y no os quiero destruir la líbido y dejaros con las ganas de salir en páginas porno para pervertidos.

Primer ejemplo: El PP.

Una muchacha que repetía cita, porque en la primera no había encontrado el amor, llegó con ganas de enamorarse y con unas uñas de colores que podrían dejar ciego a un soldador con la máscara puesta. Chicas: Si quisiéramos salir con alguien cuyas uñas pueden abrir boquetes en el hormigón, saldríamos con Lobezno.

El caso es que el muchacho que era la cita de esta chica (y que si lo ves arrodillado junto a un cura agitando la campanita en misa ni te inmutas) le dejó un ramo de flores antes de llegar. A ella no acabó de gustarle:

«Yo es que prefiero patatas fritas», dijo. Y explicó la forma de seducir a una dama: «En el ramo vas metiendo patatas fritas y le echas un poco de sal. Quedas muy bien, te lo digo de verdad». Tócate los cojones.

Voy a probarlo. Probablemente acabaré detenido, pero en la próxima cita que tenga me presento con unos geranios perlados de patatas fritas. Y como soy un puto gentleman le voy a poner también aros de cebolla. Mal se tiene que dar para que no folle yo esa noche. Aunque sea trincándome a la freidora.

Total, que ya metidos en harina (de la de rebozar, claro) el muchacho le preguntó qué ideas políticas tenía. Yo soy la chica y antes le digo que a mi lo que me gusta es hacerle fisting a mis parejas con un extintor.

Pero no, la chica le dijo: «Yo estoy de parte del PP«.

«De parte del PP», como si hubieran discutido dos amigas en el patio del colegio y ella pensara que la PePi tiene razón porque la Podemi le quitó al Psoenathan.

Entonces, él confesó: «Yo he estado muy dentro del PP«. Os juro que por el tono parecía que le había practicado una colonoscopia al PP. O que se había metido dentro en plan El Chip Prodigioso. O lo mismo es que el chaval es en realidad un extraterrestre y una vez secuestró a Rajoy con su ovni y le practicó vejatorias prácticas experimentales…

Y al saberlo la muchacha respondió… «Ohú, ¿estás imputado?«. Joder. Lo del PP con la imputación es ya como los marcos incomparables, las chanclas con calcetines, el vino y la cocacola… son inseparables.

El muchacho le dijo que no, es más aseguró que él en 2013 ya vio «cosas que dije hasta aquí hemos llegado». Anda que dijo nada el zagal de todas esas cosas. Madre del amor hermoso, que poca pasión por denunciar las cosas de «hasta aquí hemos llegado». Hay gente que piensa que las comisarías, los juzgados de guardia y los unicornios no existen.

Peeeero, la muchacha que adora los ramos de flores con patatas fritas dentro es además una experta de la CIA en misión de incógnito. Sólo así se entiende que dijera: «Yo no sé si está imputado… le he visto las pupilas dilatadas cuando me ha dicho que no…».

Madre mía. Cualquiera sale con esta muchacha y se va al bar con los colegas diciendo que ha ido a la biblioteca… te despiertas atado a una silla de la cocina y a tu lado hay una bandeja con sacacorchos, sierras eléctricas, electrodos, un disco de Bertín Osborne y otros elementos de tortura.

Fin de la parte 1 de «Política y cita, no folla ni Rita». No os perdáis la parte 2: Podemos. 

 

 

3 comentarios

  1. Dice ser Bloguero tontón

    Bloguero lo tuyo no tiene ni ton ni son – aunque si mucho de tontón –
    Disculpa que te lo diga pero tu artículo es más aburrido que chupar un clavo

    08 agosto 2016 | 22:26

  2. Dice ser Nenufar

    WHAT THE REFUCKING FUCK!!! (WTRF)

    09 agosto 2016 | 11:59

  3. Dice ser luz

    Ánimo a otros nos haces reír y pasar un buen rato!

    10 agosto 2016 | 13:46

Los comentarios están cerrados.