Y el expulsado de Supervivientes 2015 es… ¡¡Nacho Vidal!!

Vamos al Palafito.

Lolas y Luci-Fer están con una cara de haberse chutado una dosis doble de tila y estar a punto de que se les cuaje la sangre. Si algún día decidís convertiros en vegetales tendréis un aspecto muy similar.

El caso es que esta semana las dos super compis han tenido sus pequeños encontronazos, básicamente porque Lolas pasa de Lucía como de comer mierda de hacer caso a Lucía y Lucía tiene el mismo aguante que un hijo sujetando un elefante.

En directo dicen que si han discutido ha sido por el tiempo, que cuando llueve se les hace pesado.

Las manda JJV a subirse a la barca. No sabemos a dónde van.

Y llega el momento de la expulsión.

Y EL EXPULSADO ES… ¡¡¡NACHO VIDAL!!!

No dicen nada de su pene, que al parecer concursa de forma autónoma. Es más que posible que él se vaya al palafito y su mandoble se quede en Playa Uva.

Porque Nacho no cabe entero en el palafito. La pichurrilla le queda colgando y los peces se la pueden mordisquear.

48% a 52% han sido los porcentajes.

Vemos a Nacho Vidal en la entrevista de los expulsados. Dice que está contento, que no tiene mal rollo. «Pese a que no ha hecho cosas de superviviencia no ha tenido malos rollos con nadie y quizá al público le ha gustado más su felicidad que mi mal rollo», dice Nacho.

Lola y Lucía llegan a la playa. Allí les espera uno de los militares de verdad, al que se le van a salir los ojos de las órbitas cuando vea las Lolas.

Al jodio se le pone una sonrisilla. Encima Lolas le dice «mi comandante…». Sólo le ha faltado decir, «me va a castigar, mi capitán, eh, eh? ¿He sido mala?».

JA JA JA

Encima el militar les dice que se hagan 20 «pechadas y que les da una botella de aceite». JA JA JA Pechadas. Lo mismo está pensando en poner la cara entre las Lolas y que le estampe el pechamen hasta que se le achate la nariz.

Total, que aparece Omar y coge por detrás a Lucía, que por un momento piensa que un hondureño loco se la lleva a la selva. Cuando le reconoce se pone como si fuera una lapa agarrada al casco de un barco y luego le pregunta por el perro.

Dios, horterada padre.

Omar se ha tatuado en el pecho lo mismo que lleva tatuado Lucía, la frase: «Nadie dijo que fuera fácil». Cristo bendito.

Y además le ha dado un anillo de pedida, o sea, que se van a casar. Dios santo.

Ahora aparece otro militar que les dice que si hacen 20 pechadas les da una bolsa de sal. Tanto Lola como Lucía consideran que hacer flexiones significa pornerse en el suelo y contar hasta 20. Porque lo que es flexionar no flexionan ni las pestañas.

Y aparece el hermano de Lola, que no le pide matrimonio ni nada. Pero llamadme loco, se arrima y la agarra de una forma que a mi me daría palo si fuera mi hermana. Y le dice que se guarde un poco las peras, que las va enseñando y se van a escapar.

Total, que los cuatro tienen que pelar patatas y las que les de tiempo a pelar en un determinado tiempo se las podrán quedar. Joder. Pelan las patatas que parece que están degollando herejes en tierras de Flandes. Se llevan media patata. Eso lo ve mi madre y se le llevan los demonios.

Prueba de recompensa: llevar un flotador a la playa, conseguir una llave y hacer un puzzle. Si lo hacen todos tendrán derecho a comerse una barbacoa que está haciendo «uno de los mejores chefs de Honduras». Y digo yo, ¿necesitaban un chef para hacer una barbacoa?

Ja ja ja ja Fortu y Rafi están con los puzzles que eso parecen dos chimpancés resolviendo una ecuación.

«A mi el trozo más grande que soy la única mujer», dice Chabelita sobre la barbacoa, sacando a relucir la igualdad de sexos.

Total. Acaba el tiempo y ni Rafi ni Fortu lo consiguen, con lo que se quedan sin comer. «Entonces, la parte de ellos… ¿nos la podemos comer nosotros?», dice Isa muy solidaria.

Mira, buena noticia para Fortu: como tenía dos piezas colocadas puede elegir algo de la barbacoa. Él dice que querría compartirlo con Rafi, pero no le dejan. Mira, igual que Chabelita.

Será el mejor chef de Honduras, pero el cocinero ha achicharrado la carne. El cocinero va echando la carne a la gente con unas pinzas, hasta que llega Fortu y se coge las cosas él mismo, con la mano llena de mierda y directamente de la barbacoa.

El caso es que Christopher, por ser el que ha ganado, puede elegir de lo que tengan los demás. Se coge una cosa de cada uno.

JA JA JA JA

Chabelita se ha quedado con una mierda de salchicha y una alita. Hala, por solidaria. Se están achicharrando con la carne, que está recién sacada de la parrilla, pero prefieren cauterizarse las encías antes que dejar de comer.

Total. Nacho llega al Palafito, donde ahora no hay nadie.

Le van a vacilar. Le dicen que el palafito está deshabitado y que vivirá ahí.

Vamos a cambiar de post.

CAMBIO DE POOOOOOOOOOOOOOOOOOOST. CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

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