‘Adán y Eva’ o el arte de aprovechar tetas y culos

A estas alturas ya sabréis, amados lectores, amadísimos seguidores de este blog (fijaos si os quiero que hasta rebusco en vuestra basura) Cuatro prepara un nuevo programa llamado Adán y Eva.

Ojo, que no es un reality, ni un programa de supervivencia, no, es un ‘dating’. O lo que viene siendo un programa para que la gente busque pareja (adaptación del formato holandés Adam looking for Eve).

Al parecer han cerrado todos los bares, discotecas, playas, fiestas y hasta el badoo, Facebook, twitter y hasta institutos, colegios, trabajos y cualquier otro lugar donde encontrar pareja y la gente tiene que ir a la tele a hacerlo.

Peeeero, la novedad es que los concursantes buscan pareja en pelota picada. O sea, desnudos y desnudas, con las tetas, culos y penes mirando al sol. Pero eh, ojo, que eso es sólo una anécdota, como el que hace un programa con gente con sombrero.

«La desnudez no es un contenido, sino una circunstancia«, dijo del programa Manuel Villanueva, el director general de Contenidos de Mediaset España. Una circunstancia, nada.

El próximo día me voy a ir al curro con mi culebrilla de Alabama con el traje de nacer y se la voy a presentar a todo el mundo: «aquí un compañero, aquí mi señor pene«. Y si a algún jefe anticuado se le ocurre decirme algo le responderé que es sólo «una circunstancia«.

 

 

«Trabajaremos con cuidado las imágenes, con planos muy abiertos y planos cortos. No se busca mostrar, sino tratar la desnudez como algo natural. En los planos se les ve de espaldas» y «no habrá una explotación de la desnudez«, han dicho también los responsables del programa.

Pues vaya morbos interruptus. A ver, si van en pelotas, pues van en pelotas, que total, lo que no muestran los cristianos se lo comen los gusanos.

En cualquier caso a mi me parece algo maravilloso. De hecho, siempre se debería ligar en pelota picada, sin artificios. ¿Que tienes eso como un cacahuete con desnutrición? pues las candidatas ya saben a qué atenerse. ¿Qué tienes las domingas como para darte una vuelta al cuello y usarlas de bufanda? Pues no engañas a nadie.

Pero me temo que no es el caso. Me da que van a meter a un hatajo de maromos con el cuerpo como un muestrario de músculos y a señoritas con el culo más duro que la puerta de un penal.

En las playas nudistas no es así, cada cual va a lo suyo y con toda la naturalidad (lo sé por experiencia) pero me da que en este programa va a haber más de un jovencito en aprietos, que va a estar tumbado boca abajo en la playa buscando petróleo con el bajo vientre. Ya sabéis, con la avestruz escondiendo la cabeza. Con el topo de morro colorao haciendo madriguera. Poniendo cimientos. Anclándose el entrepato. En fin.

Porque sí: el escenario de todo esto será una playa del caribe. Allí los candidatos harán pruebas y juegos, tendrán citas, se conocerán… y con un poco de suerte criarán en cautividad.

Yo nunca me apuntaría a un programa así. Y no porque no pueda, porque tengo un cuerpo escombro apolíneo que si llego a nacer en la antigua Grecia se dejan de hacer esculturas y me hacen moldes.

Pero estar todo el día con las vergüenzas / orgullos al aire tiene el inconveniente de que tienes que ir más limpio que un san Luis. Porque claro, a ver cómo ligas si tienes el ojarasco como el sumidero de un establo. No procede.

14 comentarios

  1. Dice ser Mónica

    Como aquí en España vamos de puritanos seguro que pixelan las partes nobles y nos dejan a medias. Lo que es seguro es que batirán récord de audiencia porque aquí la desnudez vende mucho. Según dicen la primera concursante será esta:

    15 junio 2014 | 15:29

  2. Dice ser pim-pam-pum

    Pero que bajísimo ha caído la caja tonta.

    15 junio 2014 | 19:22

  3. Dice ser Juanchy

    Natural…como vinimos al mundo. Nada de que asustarse.

    15 junio 2014 | 23:32

  4. Dice ser NachoViral

    Y después de las peleas fumaran la pipa de la paz, pues me parece muy bien, si todos anduvieramos en pelotas por este mundo no habría ni codiciosos, ni guerras, ni monarquias ni botellones, lo ultimo porque nadie saldría de su casa.
    En los USA hicieron un reality de supervivencia hace muchos años en que se quedaban en pelotas en medio de la selva donde los sometían a todo tipo de pruebas fisicas y vejaciones como comer gusanos vivos, pasar el dia caminando por la selva sin descanso ofreciendo su desnudez y carnes magras de buffet libre a los mosquitos y el resto se lo pasaban en cuclillas lamentandose por su maltratado vientre, etc… Los productores de esta maravilla no eran unos enfermos mentales solo unos cachondos retorcidos que disfrutan del sadismo ajeno. En el programa quedo una rubia que estaba muy buena pero no se si gano, la china que era muy fea no aguanto y quedaron solo esa rubia, otra de pelo castaño y tres tios bastante parecidos a Mel Gibson, todos en la edad del pavo claro, he buscado este reality por internet pero nunca lo encontré porque olvide su nombre, si alguien sabe de que reality hablo que me diga su nombre y donde encontrarlo.
    Este tipo de programas son los que marcan la diferencia, es morboso y te muestra todo lo que deseas ver.

    16 junio 2014 | 00:48

  5. Dice ser La telebasura al desnudo

    El mito de Adán y Eva visto a través de un dating o reallity de citas de la cadena propiedad de Mediaset (propietaria del paradigma de la telebasura, Tele5), que supone una vez más una vuelta de tuerca a esa lucha insaciable y obscena por las audiencias televisivas. Mostrar el cuerpo en su estado natural, no sería nada extraordinario si no fuera por el hecho de que hay demasiados intereses -ocultos en muchos casos- que se concentran entorno a este tipo de espacios orientados a elevar el morbo y el sensacionalismo del público adicto a este tipo de espacios -y con ello los ratings de audiencia, porque la condición humana y el nivel de madurez en nuestro país es, gracias a este medio televisivo, cada vez más nimio-, ya que esa supuesta alabanza al naturismo -«circunstancial» en todo caso- puesta de manifiesto por esta cadena no deja de ser una pose cínica más para justificar esa tendencia obsesiva hacia la explotación de los más primarios instintos humanos, pero con el corsé de un equivocado e interesado sentido de «la libertad» que te otorga el mando a distancia (impostada).

    La tv no escapa ni ha escapado nunca a su innegable poder de influencia en los hábitos de consumo de las sociedades contemporáneas, de ahí que se inviertan muchos millones de €uros en publicidad o en patrocinios televisivos por parte de compañías dedicadas al mundo de la estética -especialmente- cuya mayor fuente de ingresos radica precisamente en la explotación de una de las más ancestrales y genuinas debilidades humanas: la vanidad y el culto al cuerpo (hedonismo) que tanto han proilferado en las sociedades contemporáneas, y que beben precisamente de las raíces de la cultura protestante, sublimadas por el cine entendido como espectáculo de masas, y la propia tv estadounidenses. Su poder de abducción -por no hablar de sometimiento, que se lo pregunten a Sam Mendes en su extraordinaria cinta American Beauty que retrata los enormes claroscuros de una sociedad hipócrita hasta la patología en muchos casos y carente de autocrítica- entre su enorme y cada vez más creciente masa de clientes obsesionados/as por «conquistar» el secreto de la «belleza eterna» -no hay más que contemplar el patetismo e inmadurez de muchas de sus mayores estrellas, convertidas en auténticos maniquíes grotescos al servicio de una industria insaciable y carente de escrúpulos -la de la imagen y sus mercados asociados- por explotar nuevos «mercados», con los que satisfacer todo ese tipo de visiones distorsionadas de la realidad que han generado previamente esos mercados artificiosos a partir de reallities televisivos a cuál más frívolo, y a través de campañas publicitarias promovidas por esas mismas cías, que lejos de hacer autocrítica o mostrar un mínimo respeto hacia la salud pública y a la integridad psíquica y física de sus «potenciales clientes», han convertido nuestra cultura -global, sí, pero orientadfa a instaurar el pensamiento único- en un inmenso mercado de ingentes posibilidades de explotación, mediando en ese camino, no lo olvidemos -y para estupefacción de aquellos que tenemos al menos una visión profunda y crítica de este tipo de espacios en una sociedad cada vez más autocomplaciente y anestesiada-, muchas «víctimas voluntarias» -éstas son las posturas oficialistas de los medios emisores de tales mensajes, así como de sus más firmes y «autorizados» expertos -miembros de compañías estéticas- representantes en forma de gravísimas patologías nutricionales o psíquicas, «incapaces» de poder «absorber» y «metabolizar» el profundísimo daño que sobre su integridad física y psicológica generan dichos «trastornos colaterales».

    Pero no, no son colaterales, como tampoco lo es la enorme especulación que se hace sobre este tipo de necesidades más o menos inducidas, nada es casual en ese tipo de negocios, como tampoco lo es al mismo tiempo que patologías contemporáneas como la anorexia, la bulimia, el trastorno dismórfico corporal o la vigorexia, cuenta cada vez con más millones de «fieles» y «abducidos/as» seguidores/as -otra cosa diferente es que estén más o menos diagnosticados/as-, presos/as de esa fiebre inoculada en nuestro subconsciente colectivo, llamada obsesión por la autoimagen que no deja de ser una proyección compulsiva de dicha cultura, abocada -como la naturaleza humana misma- a reproducir de forma forzosa -a costa en algunos casos de la propia vida- sus mecanismos conductuales contemporáneos, hasta el punto de autoconvencerse -autoengañarse- de que tales espejismos de «satisfacción de la felicidad» -impostada, por campañas de publicidad enormememente agresivas y poco éticas- no son más que «un producto más» -si caso el más importante- de nuestra «libertad de elección», en un mundo -global- entregado a la causa de producir y reproducir necesidades artificiosas con las que «conquistar» esa prometida felicidad, con las que enmascarar de paso otras necesidades vitales muy necesitadas de satisfacción en la actualidad, tales como la salud pública, la educación, la alimentación, la dependencia (si de esos pobladores cada vez más marginales de la sociedad occidental, llamados «personas de la Tercera edad» o población «inactiva» -si bien esta acepción es cada vez, como sabemos más transversal- o la cultura misma (en sentido amplio, desprovisto de manipulaciones interesadas como en estos casos), relegada a «artículo de lujo» cuyo consumo se satisface por muchas de esas mismas élites que se enriquecen a costa de generar todo este tipo de mercados (clínicas de adelgazamiento, gimnasios, cosméticos, clínicas de cirugía estética, etc, etc, promocionadas por personajes públicos cuya fama y/o popularidad se asocia a su «buena imagen», y con ello derivar su incuestionable «autoridad» en tales materias -hayan pasado o no por el mismo molde artificioso con el que construyen sus fortunas tales compañías o tales gurús o telepredicadores procedentes de la llamada «beautiful people»-). Y ojo

    A la explotación de ese «anhelo» hedonista e impostado inducido, hay que añadir otro episodio más en forma de campañas aún más perversas de publicidad agresiva en internet, donde se hace apología de la anorexia como medio de conseguir tan «anhelada felicidad», o el tráfico de sustancias dopantes con las que satisfacer esos mismos anhelos en esos templos del hedonismo llamados gimnasios, lugar de peregrinación compulsiva de millones de urbanitas «insatisfechos», tanto al menos como los millones de personas que en todo el mundo han sufrido, sufren y seguirán sufriendo los nefastos efectos que los medios de comunicación han generado en la -enferma- sociedad actual, cuyos valores lejos de defender la libertad individual del individuo para tomar una decisión realmente libre sobre su cuerpo, han pervertido convirtiéndola en un mero artificio jurídico, pseudocultural con la que retroalimentar -sino legitimar- precisamente un mercado «de masas» potencialmente «infeliz» e «insatisfecho». Y ojo, no te muestres crítico con este tipo de esclavismos, pq de lo contrario responderás a esos clichés también culturalmente inducidos, del «frikismo» propio de individuos «no integrados», o directamente «inadaptados sociales». Vivir para ver.

    16 junio 2014 | 04:43

  6. Dice ser Interés

    Bueno, si no lo saben hacer de forma natural, algo deben buscar, porque la soledad es lo peor que hay… en fin, la tele vale para todo en este país.

    16 junio 2014 | 08:26

  7. Dice ser Lupe

    Pues nada… otra mierda más que copiará TeleCirco.

    16 junio 2014 | 09:13

  8. Dice ser Andres

    Una versión más para buscar pareja, de todas formas desde antiguo las playas nudistas sirven para lo mismo, así como las comunas donde hay que ir desnudo y se conoce la gente de esta guisa, quizás quieran subir la audiencia aprovechando que están desnudos, bueno, más de lo mismo, así es la vida y es lo que hay.

    16 junio 2014 | 09:17

  9. Dice ser Sin duda

    Como os escandalizáis con estas cosas. Al final habrá que ir a la playa con mono y capucha.

    16 junio 2014 | 09:18

  10. Dice ser Hemos Visto

    Seguramente en este país de puritanos en el que la televisión vive de sacar los trapos sucios a la gente, y de enseñar el paquetillo/guardaculebras de Abraham (el ganador de «Supervividores»), no van a mostrar la desnudez como algo natural, sino que o pixelarán, o enfocarán a contraluz (las tetas eso sí, en primer plano y 3D), y menos viniendo de un formato para Telecinco…

    Otra buena idea que acabará en el buscapetroleos de la playa donde esté el jovenzuelo de turno. ¿No creéis?

    http://hemosvisto.blogspot.com/2014/06/bridget-jones-sobrevivire.html

    16 junio 2014 | 09:28

  11. Dice ser Warp

    La escena de los fruteros de Austin Powers, pero con balones de playa y sombrillas.

    @La telebasura al desnudo: PESADO.

    16 junio 2014 | 11:06

  12. Dice ser Ivan

    Tetas, culos, coños y pollas! pero si es que todo vuelve a su principio, como las modas. Desde siempre los cuerpos han sido un arma cuyo fin es LA REPRODUCCIÓN, punto.
    Todo lo demás son gilipolleces y hipocresias de las personas.
    1saludo.

    16 junio 2014 | 12:56

  13. Dice ser slim white

    Desnudos deberíamos de ir en la playa todos. Por que el «buen dios» nos hizo desnuditos y así lo refleja Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, para solaz y esparcimiento de obispos, arzobispos y Cardenales que daban (O SIGUEN DANDO) rienda suelta a sus vicios y deformaciones sexuales. O en los colegios con infantes inocentes. ¡¡¡¡Que majos son esos que se escandalizan con las desnudeces de los cuerpos y ellos a la chita callando……lo de la paja en el ojo ajeno!!!!! ¿He dicho paja, en que estaría yo pensando???

    16 junio 2014 | 14:13

  14. Dice ser Tolo

    No hay gente q ve el mundial de futbol??
    Yo no veo la diferencia entre una porqueria y otra, por lo menos en esto no se moverán tantos millones de euros.

    16 junio 2014 | 17:20

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