La cochinada de madre e hija comparando su orina en ¿Quién quiere casarse con mi madre?

Antes de empezar a contaros lo acontecido con Paulina y Charo en ¿Quién quiere casarse con mi madre?, hechos en cualquier caso trascendentes como para ser recogidos por los anales de la historia. Pero no a los de año a año, sino los de ano a ano.

El caso es que todas las madres compartieron un día de pedicura para enseñarse las unas a las otras, además de unas uñas como mejillones cebra y unas durezas como juanete de rinoceronte, a sus pretendientes.

A la buena de Tere le gustaban todos los pretendientes de Toñi. Bueno y el 80% de los de las demás.

Peeeero, cuando Tere presentó a los suyos las demás se descojonaron. Cuando vieron a Libri Mar casi se hacen pis encima. Os juro que a mí eso me sentó como una patada en los cojones. Como si las demás fueran más que Tere y no son más que unas elitistas sin nada que sustente ese elitismo.

Ay, que enciendo, pero es que no puedo con la gente que se piensa superior…

En ese ambiente de arpías sin educación me dio una grata sorpresa Toñi, que fue la única que se puso de parte de Tere y dijo que Libri «tampoco está tan mal». Mira, además de estar buena es buena.

En cualquier caso lo gordo vino después. Charo enseñó a Alfredo, el vikingo de andar por casa, y Paulina dijo que le daba asco, «asco, asco y más que asco, así de claro». A Charo le sentó tan bien que si llega a estar de servicio saca la pistola y le hace quince ombligos nuevos a Paulina. Uno de ellos en la frente.

Y fue esa amistad, que surgió como la primera flor de primavera (justo antes de ser pisada por un tanque), como un amanecer (radiactivo, en realidad era un hongo nuclear), como una brisa otoñal (con olor a pedo de camello)… dio lugar a algunos de los acontecimientos que ocurrieron después.

 

CHARO

Charo se llevó a sus candidatos a una discoteca. Alfredo, el vikingo que bajó de la montaña para reproducirse, cansado ya de desflorar cabras, se encontró con un sitio al que nunca había ido: un garito de salsa. Él, que la única salsa que conoce es la del cordero cuando se asa en un espetón…

Charo le sacó a bailar. Digamos que Alfredo tiene el mismo ritmo que un menhir bailando reguetón. «Cuando estoy con ella me transporta», dijo. Sí, muchacho, pues como no sea en un remolque… Es que verle bailar era como ver a Sara Baras en versión novia de Shrek.

Y frente al espíritu de integrarse de Alfredo estaba el de Edgar… Sí, le recordaréis, era el muchacho negro con una brocha requemada en la cabeza.  Es una «una persona un poco extraña». En un momento dado se puso a bailar, cruzó la pista, cruzó la puerta, cruzó la acera, cruzó la calle… y todo ello gritando ¡Aleluya!.

No se le ha vuelto a ver. Nunca. Nadie. De hecho, me confirman fuentes de ¿Quién quiere casarse con mi madre? que Edgar no era ningún candidato y que sólo le vieron al revelar la película. No estaba allí cuando grabaron.

También había escenas en las que salían Edgar y Michael Jackson fumando crack con Elvis, pero que no las han emitido por miedo. A Íker Jimenez se le ha hecho el culo pesicola con el asunto.

PODER: Charo puede robarle un candidato a otra madre.

Se llevó a los chavales a montar en moto. Lo que pasa es que claro, ningún varón puede parecer varonil cuando va de paquete con un motero maromo. Y menos Alex, el francés, con el casco rosa de Charo puesto. Es el típico tío del que una mujer espera que le abrace con sus brazos hercúleos para sentirse protegida… Ah, no, Charo dijo que se lo llevó de paquete «porque está delgado y pesa poco».

Charo es policía, así que cuando habla contigo en realidad está pensando en qué fechorías habrás hecho y en qué diente del cierre de las esposas se te cortará el riego sanguíneo en las muñecas.

Así que se fijó en la alianza que lleva Alex en el dedo, que tuvo que confesar que se divorció hace ocho meses. Charo reveló que ella se separó en el 97 y que empeñó la alianza en el monte de piedad. Si eso hubiera sido una competición de cojones los de Alex serían como arándanos y los de Charo como sandías negras de a seis kilos la pieza.

El «monamur, pa bajo», dijo Charo, que ya está acostumbrada a ser más hombre que la mayoría de los hombres. Yo creo que esta mujer mea de pie.

Volvamos con Alfredo, que mola más que el franchute delgaducho.

«Soy como el abuelo de Heidi. El abuelo de Heidi estaba amargado porque vivía en una sociedad hipócrita, que le había echado a las montañas, a la lejanía. Yo vivo en mi mundo, personal e intransferible», dijo Alfredo. Joder, joder… además de un luchador es un fuking poeta.

Lo que no dijo es si también él se dedica a hacer queso y lleva años con los mismos pantalones. Y hagamos un inciso para preguntarnos algo: Si el abuelo de Heidi no tenía di diez míseras cabras… ¿de dónde sacaba la leche para llenar un puñetero caldero de ochenta litros? y ¿dónde cojones guardaba los quesos?

Sí, yo también he llegado a la misma conclusión: el abuelo de Heidi era fabricante de coca.

El caso es que Charo opina que «Alfredo es muy amoroso«. Él, para darle la razón la abraza en plan oso siempre que puede, haciendo que el esternón y las vértebras de Charo sean un todo. El día menos pensado la deja en el suelo con la cara amoratada.

SECRETOS:

Paco: Cuando tiende la ropa lo hace seleccionando las pinzas por colores, manteniendo una «composición bonita». «Convivir con una persona así es muy difícil», dijo Charo. Bueno, difícil siempre que no seas Sheldon.

Pep: Es independentista catalán. Tócate los cojones Mariloli. O sea, que se va a prestar sumisión a un puñetero gorila ruandés y luego no quiere someterse a la españolidad. Si la mona Chita levantara la cabeza… ¿Es que no somos suficientemente peludos para tí Pep? ¿Por qué no nos quieres?

El caso es que a Charo no pareció impresionarle mucho: «Pues bien por él».

Y luego afirmó: «Yo no sé qué quieren decir esos dos mensajes». Hija, pues tampoco estaban escritos en jeroglíficos. La próxima vez que le hagan un esquema o le saquen unas marionetas, que la mujer se lía.

El caso es que Charo llamó a Luján. Quería ejercer su poder, que es robar un candidato a las otras madres. «Así me entretengo un poco», dijo la jodía. Sí, entretenerte como se entretiene un niño loco quemando hormigas con una lupa.

¿A quién robó y con qué criterio? Pues a Antonio, que es uno de los favoritos de Paulina. Tal y como Charo lo dijo: «el mayor atractivo que tiene es que le gusta a Paulina». JA JA JA JA ¡¡A degüello con Paulina!!

Y ya que estaba pidiendo y Edgar se había ido al más allá, dijo que se quedaba a Manuel, el policía al que Paulina eliminó.

 

PAULINA

Paulina y Blanca están sobre la faz de la tierra con el único objetivo de poner a prueba mi paciencia. Y mi paciencia no funciona. Ni la mía ni la del altísimo, porque cada vez que Blanca dice «mamica», dios saca una katana y se pone a matar cortar alas de hada a lo Kill Bill.

Escena: las dos en el baño gritando emocionadas porque lo mismo pillan un tipo al que exprimir y cantando por Melodi, ellas que van de elegantes y tararean la canción más choni que han visto los siglos. Afortunadamente no tenía un tenedor a mano, porque me lo habría clavado en un ojo como medio para dejar de sufrir.

Cuando llegó a la cita con sus candidatos, en una tetería, los encontró poniéndose ciegos con la pipa. Probablemente para anestesiarse y poder aguantar a Paulina.

En un primer momento se llevó a un aparte a Dinger, que al parecer no ha sido informado de que hay camisas normales.

El caso es que a Paulina se le quedó grabado aquello que le dijo Dinger de que era una MILF. Que no lo es, no, no lo es. Como mucho es una Milk desnatada.

Pero Dinger tendrá un flequillo como el de un interno de un psiquiátrico guatemalteco en mitad de la jungla, pero no es tonto, así que le dijo que es «un ideal de belleza».

Al final le explicó que es lo mismo que MQMF, cosa que sí conoce Paulina: «Los compañeros de mi hija me han dicho que soy una MQMF, pero todos», «estoy encantada», dijo.

Los compañeros de tu hija tienen un problema, Paulina, y probablemente follan menos que Robinson Crusoe, así que le dirían que es una MQMF hasta a Kiko Matamoros.

A todo esto tipo que dijo ser joyero, ése que es el único de su gremio que trabaja con plástico, se estaba poniendo fino con la pipa. Debía llevar un colocón que habrían envidiado Bob Marley en sus mejores tiempos.

Y él también se fue a hablar con Paulina. Estaba un poco humillado porque Paulina le llamó cutre por la gargantilla cutre que le regaló. Chiquillo, no compres en los todo a 100 y no tendrás esos problemas.

Paulina le pidió perdón, pero creo que más que nada porque se ha enteró de que el fumeta también tiene un negocio de coches. Si es como el de las joyas será un negocio de coches de esos que tienen carteles de «me venden» y están aparcados en un descampado.

Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que tenía que eliminar a uno, pues Paulina se cargó a Abraham, sí, sí, al joyero, al que acababa de pedir perdón.

Hala, por listo. Lo que pasa es que al muchacho no le importó, porque como iba fumado como para ser operado de corazón sin anestesia.

«Es una mujer interesada y tiene unos gustos snobs, es muy materialista y busca a alguien que la mantenga a ella y a su hija», dijo cuando se le despejó la mente, seis semanas después. ¿Materialista? ¿Que busca quien la mantenga? ¿Qué te hace pensar eso? Si solo lo dicen en el vídeo de presentación… Joder con el Sherlock Holmes.

PODER: Paulina tiene el poder de escoger el poder de otra de las madres.

Blanca se llevó a los candidatos a patinar. Lo que pasa es que se olvidó de ponerse pantalones e iba en bragas. En bragas pequeñas

Aquello fue una sucesión de hostias como no se han visto ni en una fábrica de obleas.

El jodío de Dinger ve «muy fresca» a la hija jovencita. Estoy de acuerdo, está buena, pero luego es abrir la boca y no tener ganas de tocarla ni con un puntero láser.

Dinger les puso música en un radiocasette que ya usaba Franco en los picnics y se puso a hacer una especie de break dance que era como ver a una persona que está sufriendo un ataque de gases neurotóxicos. Dijo que se ha roto la barbilla tres veces bailando así. Lo raro es que no se haya roto la crisma, la verdad.

Blanca a su vez se puso a hacer movimientos de cadera a lo Shakira y cuando acabó ninguno de los candidatos de su madre se podía levantar sin que aquello pareciera una exposición de tiendas de campaña.

Poco después Paulina se los llevó al gimnasio. «Tampoco están tan mal como esperaba«, dijo ella. No, claro, seis amagos de infarto no son nada…

En realidad lo que hizo Paulina fue ponerse a sobar culos. «Algunos muy buenos y otros menos buenos«, valoró. ¿Culos? Y una mierda, Paulina les estaba cacheando a ver si llevaban la cartera y si ésta parecía llena.

Dinger, que lo mismo se come una sardina que un bacalao, le pidió que ella también enseñara el pandero. Paulina lo hizo. OOOOOH, dijeron ellos. ¡¡DIOS, SANTO, NO, NOOOOOOOOOO!! dije yo.

Y llegó el momento cerdada. Porque Paulina y Blanca son muy finas, pero podrían ser expulsadas de una choza del siglo X por cochinas.

«Mi pis es agua», dijo Paulina. Y relató: «El otro día estábamos Blanca y yo haciendo pis y me dijo ella ‘mamá tu pis es agua y el mío manzanilla'».

Madre del amor hermoso.

Decidme que vosotros no meáis junto a vuestra madre de forma que podéis ver su pis mientras lo comparáis con el vuestro. ¿Dónde mierda estaban meando? ¿En el puto campo?

SECRETOS: Paulina quiso saber los secretos de Pablo y Dinger.

Pablo: Es portero de discoteca. «Que cerdo», dijo Paulina. «Es una cosa muy relevante», «es un mentiroso, un ocultista», dijo de él. Tócate los ovarios. «Ocultista». Es como si le hubieran dicho que se dedica a degollar pollos encima de extraños símbolos…

Dinger: Su madre le tiñe las canas cada tres meses. «Ay, que gracioso, como se cuida», dijo Paulina. Como los colegas guays y modernos de Dinger se hayan enterado de que su madre le tiñe le dejan de hablar y le cortan el flequillo.

En la siguiente cita les reveló que sabe sus secretos. «Si eres puerta de discoteca en tu día a día y no me lo cuentas, apaga y vámonos», le dijo al argentino que ya no susurra a los caballos, sino que susurra a los borrachos.

«Un portero de discoteca es una persona que tiene que estar defendiendo a la gente«, dijo Paulina. Está claro que no sabe lo que es un portero de discoteca.

Este es el poema que Paulina les hizo: Sale el sol. Ángel, vuelve a salir, que te pillan las nubes Dinger, ahora no, Pablo, venga, dejadme algo claro. O algo así. Poema. Poema. Si eso es un poema, Raphael de la Ghetto y su composición «carambola», es la obra cumbre de la literatura:

A todo esto apareció Luján con la misión de robar al elegido por Charo, Antonio, al que los cabrones de sus compañeros le llaman Mariano Mariano. ¡Es verdad que se parece!

Paulina se tomó muy bien el robo de Charo. Tanto, que dijo que Charo es un P-U-T-O-N. «Tú vete con ella, de ti no quiero saber nada más», le dijo al pobre Antonio, que ni cortaba ni pinchaba.

«Antonio va a pasar de ella 100%«, vaticinó Paulina, que piensa que una vez probados sus encantos nadie quiere nada más. Y para conjurar su pena, le hizo un poema:  Antonio, hombre de las nieves, te han robado. Ha quedado una huella porque te han robado.

Voy a vomitar. Un saludo.

9 comentarios

  1. Dice ser Dkv

    Los que hacen el casting se lo curran porque es difícil encontrar a la gente más rara de España y meterla en los programas de Telecinco http://xurl.es/9ik46

    30 noviembre 2013 | 13:53

  2. Dice ser cerdo peligroso

    Yo no soy seguidor de estos bobrios anestésicos para gente desencantada con las políticas del PP. Pero al leer los comentarios de este procer de humor, no solo se me alegra la tremenda resaca que suelo llevar sábado si, sábado también, sino -cosa muy rara en mí- que me pongo a aplaudir con las orejas como si la madre de Dumbo fuese la mía propia.
    Leer que hay hijas que mercadean con el futuro de sus pseudo menopáusicas madres, me causa un desternille de estómago que poto hasta por las orejas.
    Ni que decir de los candidatos, que más pareciera un rebaño de desesperados tipos en busca de una felicidad presuntamente conyugal por no decir subyugada a la pileta del fregadero, estropajo en mano y con aptitudes demostradas en el manejo de la química, de la del Fairy, claro.
    Detallazos como la cromacidad del resultado expulsado por el trabajo inestimable de sus riñones, hace que se me encojan los co… lodrillos.
    Infinitas gracias por estos momentos de impagable humor, sr. Gus

    30 noviembre 2013 | 15:37

  3. Dice ser dead

    Ver a los hijos tróspidos haciendo el tonto me hace gracia, pero las madres en plan rollo adolescente me dan más bien grimilla, así que este reallity no lo veré.

    Eso sí, seguiré fielmente tus post. Me parto de la risa contigo. Eres muy grande

    30 noviembre 2013 | 16:52

  4. Dice ser ESCARLATA

    si………….

    02 diciembre 2013 | 00:15

  5. Dice ser Daniel

    A mi no me gustan estos programas pero he de decir que lo sigo. Básicamente porque me río bastante ademas de alucinar con las payasadas de cada uno. He de decir que Toñi, dentro de lo tonta que parecía, es un pivonazo y que con todo lo que parecía al final resulta ser la mas normal. Aplaudo por ella.

    02 diciembre 2013 | 04:55

  6. Dice ser MARIA

    Yo, desde luego, tengo mejores cosas que hacer que ver este programa: una buena copa de vino, una buena cena, y un poco o un mucho de sexo, cualquier cosa antes que ver este programa

    02 diciembre 2013 | 09:23

  7. Dice ser LA FOLLIE MADRID

    Es impresionante este formato: algunos jovencitos queriendo cazar señoras, todo con tal de poder aparecer en televisión, ¡impresionante!

    02 diciembre 2013 | 10:33

  8. Dice ser Dilberta

    A las pijas cutres esas no las soporto aunque admito que dan mucho juego. Por cierto, el Dinger me recuerda al personaje de Vector en la película de «Gru mi villano favorito»… je je

    02 diciembre 2013 | 12:59

  9. Dice ser Angelito

    Yo es que como me desenganché ya hace años de las noticias y la actualidad -ver veinte años seguidos casos de corrupción sin consecuencias, tapados al dia siguiente por otro mayor no puede ser bueno- y encontré en ello una cierta felicidad, pues he ido bajando el listón y ya no veo ni pelis, que me estresan.
    Y ahora sólo veo programas super ñoños, y encuentro una paz y una sonrisa en ellos.
    Y claro, los sujetos y sus madres han de dar juego para que haya programa, y así las madres son unas elitistas sin causa que creen ser el bombón que debían de ser en los 80, y sus hijos pues….
    Excepto la policía, que esta me parece directamente un tanto resentida -y no por las cosas que dice-. Ayer al pobre inmobiliario le cae tal desprecio a la cara sólo por que atisbó que a él le gustaba más Paulina (logico, la poli es un callo). Que Dios pille confesado al varón al que pare esta artista de servicio.
    Eso sí. Estos programas -que disfruto, insisto- se cargan cada día veinte años de lucha feminista: «Yo vengo a pillar a un tío con pasta, yo uno que me mantenga, y yo a ver si ya no trabajo más».
    ¿Y a cambio él qué saca?
    Tanta campaña de igualdad, tanta leche……

    04 diciembre 2013 | 07:26

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