Comienza la primera de las galas en directo de La Voz

Empezamos.

«Hace once semanas el regreso más esperado, La Voz volvió con sus emocionantes audiciones a ciegas…» dice Jesús Vázquez haciendo de voz en off y poniendo voz como de que estuviera empezando la batalla de Minas Tirith.

Jesús Vázquez va vestido para servir canapés en una boda postinera. Aunque nunca le habría dado el visto bueno sanidad porque en la cabeza lleva un castor atropellado a modo de tupé.

Van a cantar todos una canción con Manuel Carrasco. Cuando digo todos son todos, los coah, los concursantes, Carrasco y hasta la señora de la limpieza, que sale ahora con el mocho.

Se supone que cantan en solidaridad con Filipinas, lo que pasa es que a los filipinos les hace falta dinero, alimentos o agua, no cancioncitas…

Además, ya os digo que si esto fuera una audición o una batalla eliminaban a los cuatro coach sacándolos del plató con un cañón de a 36 libras.

Ah, el que va a poner la solidaridad es Carrasco, que va a donar la pasta de todas las descargas de la canción de esta semana.

¿Estais bien? Pregunta Jesús.

Siiiiiii, contesta el público.

Se lo preguntaba a los coach, dice Jesús, dándole un corte al público de los que se te ven los higadillos.

La cosa será así: la audiencia decidirá a medias con los coach quién se queda y quien se va.

Tania Llasera se ha puesto una chaqueta de color chicle pegado debajo de una mesa y un escote que se le se asoma el pavo. Hasta el gru grulu, gru estoy oyendo.

Empezamos con el equipo de Malú.

Van a cantar Mandy, Silverio y Amynatta. Fijaos si es importante la voz y cómo cantan que ya se puede votar, sin que hayan cantado.

Vamos con Mandy. Va a mezclar la dulzura y la fuerza, como la crema de orujo gallega, que está dulcecita, pero te pega una hostia que flipas.

Le han puesto de escenario un andamio. Y de atuendo un vestido de cuero. Si todos los albañiles vistieran así los piropos se los diríamos nosotros. La pobre muchacha baja del andamio acojonada, agarrándose a los hierros con los ovarios de corbata, lo que le resta mucho glamour.

A mi la canción me ha sonado como si estuviera el CD rayado. Ella dice que no está contenta consigo misma y que no se ha oído bien. De hecho, al parecer no le sonaba bien el pinganillo y no se oía cómo cantaba.

Todos animan a la chica, menos Malú, que llega y le dice que no se puede permitir el lujo de no saber luchar contra la adversidad. No ha subido y le ha escupido a la cara de puro milagro.

Turno de Silverio, que poco más o menos se está vendiendo como el adalid de la copla, el defensor de la copla, el campeón de la copla. Va a cantar «Tengo miedo». A mi lo que me da miedo son las caritas de mucho sentimiento que pone y las posturitas flamencas de estar siendo atracado con una pistola eléctrica.

A Malú se le hace el culo pesicola con Silverio. A mi se me queda el ano como el de un pingüino disecado.

Uy, el Bisbi tiene los rizos hoy como derrotados. Pobre hombre, parece que está con falta de vitaminas.

Canta ahora Amynata. Va a cantar una cosa distinta a todo lo que ha hecho hasta ahora. Creo que va a salir haciendo malabares con mazas de fuego mientras hace que un tigre albino se suba a una escalera.

Ah, pues no, es una canción normal. Bueno, no, es una mierda como una colina. ¿Y porqué? Pues porque es una canción que no luce, que no emociona a la gente. ¿Por qué eligen tan mal las canciones?

«Amynata a mi me mata», dice Rosario, haciendo un pareado sin haberlo deseado.

Le toca a Malú: debe darle un 50% de la valoración al mejor, el 30% al siguiente y el 20% al último. A eso se le sumará la opinión del público.

Turno del equipo de Rosario: «que los nervios valgan para echarlo todo en el escenario», les aconseja Rosario, que básicamente les está animando a vomitar hasta el apéndice cuando salgan a cantar.

Peeeero, antes, canta Malú con sus amadrinados. El primero es Silverio, que canta flipandose como siempre. Este chaval se hace la canción del Mercadona y la hace con quejío.

La canción suena como un grupo de adolescentes borrachos cantando en el parque mientras hacen botellón. Es realmente lamentable. Incluída Malú, que está más floja que la picha de Matusalén.

Malú ha dado un 20% a Mandy, un 30% a Silverio y 50% a Amynata.

 Los espectadores elevan los porcentajes hasta un 42% para Mandy, un 86% para Silverio y un 72% para Amynata. Así que pasa Silverio. Se ha puesto a llorar como si le hubieran dicho que le tienen que amputar un pie a la altura de la ingle.

 Madre mía. Silverio sigue llorando desconsolado. Este tío de pone una empresa de planideras y se forra como para encenderse los puros con billetes de 500.

Ahora sí, turno para Rosario. Cantan Gabriele, Estela y Brigitte.

CAMBIO DE POST. CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

2 comentarios

  1. Dice ser Mar

    Hola! me ha parecido oir que Jesus decía que no mandemos fotos raras???? a que se refíere?

    27 noviembre 2013 | 22:29

  2. reality-blog-show

    Pues no sé, pero a mi ahora me apetece hacer una #fotoculo y enviarla…

    GUS

    27 noviembre 2013 | 22:50

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