Última y desesperada oportunidad para entrar en La Voz

Le toca a Odette, que es una mujer del renacimiento, pero no de las que se quedaban en casa cocinando para cuando volviera Leonardo, no, de las que estudian arquitectura y además hacen fotos y cantan y de todo porque son guays a más no poder.

Dice que tiene una voz muy característica y que le gusta darle un toque de personalidad. Creo que en este caso se referiere a ir a su puñetera bola y a la canción que le den. Pero Rosario está de rebajas y se da la vuelta.

«A veces tenía cosas tipo Shakira», dice Malú. Se refiere a gallos de los que cantan por la mañana.

Turno de Beatriz, que dice que le viene bien que los coaches estén de espaldas porque no es una persona que tenga «mucha presencia en el escenario, por así decirlo». «Mi madre significa mucho para mí», dice. Ya estamos con el complejo de Marco.

La mujer no canta mal lo que pasa es que canta triste que no veas y así no hay manera. Está un poco como asfixiada, como si estuviera cantando mientras ataca la cima del Everest.

No la coge nadie. Orozco golpea el sillón enfadado de no haberla cogido. Haber golpeado el botón, chaval, es la cosa esa redonda y roja que tienes delante.

Canta Alejandro. Mi abuelo era de África, dice. Bueno, y el mío de León. Dice que la gente se sorprende al oírle cantar, porque esperan que cante rap o soul, pero no. ¿Cantará polkas?

 Pues no, canta flamenco. Orozco se da la vuelta en cuanto le oye. Es como ver al tercer Andy y Lucas, pero con más quejío y más moreno. Bueno, de hecho no se les parece una mierda. Es el camarón africano. Camarón del continente. Rosario también se gira. Y como el chaval se arranca con un berrido Bisbi también cae.

El público le corea y el chaval flipa en colores. Bisbi le camela, le camela ay mi sacari Bisbi le canela. Rosario le dice que le gustaría «arañarle» para sacarle algunas cosillas. A mi me dice eso Rosario y me acojono.

Y se va con Orozco. Pero no debe saber el nombre, porque dice «me voy con él» y le señala como si estuvieran en un juicio y el juez le hubiera preguntado si reconoce al acusado. Y con él termina Orozco su equipo.

Le toca a Paula, que va con gorrito. Llamadme raro, llamadme prejuicioso, llamadme para ir a echar una pachanga al parque, pero la gente que lleva gorro bajo techo me cae mal por principio.

Se arranca con una de Mecano. Mierda, ahí me ha llegado. Mi patata es muy de hacerse al alioli con Mecano, que lo sepáis. Bisbi se da la vuelta y se la queda. La verdad es que canta muy bien, maldita sea. ¿Porqué tiene que llevar ese sombrerito tonto?

Le toca a Nora, que dice que es una mercenaria de la Voz que ha hecho «cosas» con gente grande. Lo mismo se refiere a baloncestistas, pero no, es con cantantes españoles. Se ha puesto de ropa lo justo para no ser detenida por escándalo público.

Bisbal se da la vuelta. Yo creo que más que nada porque como le quedaban tres quería cerrar el equipo e irse a su casa. Se le añaden Rosario y Malú, yo creo que más que nada porque la ha elegido David.

 «Me he vuelto porque me has llenado», le dice Rosario, parafraseando a Josefina cuando Napoleón se bajó los pantalones. «Tienes un chorrazo de voz», le dice Malú, que ahora se va a poner a hacer un celebrities.

Se va con Malú y ésta pega un grito como si le hubiera salido un tipo con pasamontañas de detrás del sillón. Y con Nora cierra equipo.

Turno de Brigitte. Nos ponen fotos de cuando era pequeña y era una monada. Además hace moda y tatuajes. Y si la apuras fontanería y reformas en general. Será por salidas laborales.

Bisbal se da la vuelta y salta en el asiento como si le estuviera interrogando la CIA con descargas eléctricas en los cataplines. Bueno, lo cierto es que la chiquilla canta muy bien. Rosario también se gira y la mira como si se estuviera haciendo pis encima de la emoción. Si no se levanta para despedirla es que se lo ha hecho. Se levanta. No, no se ha meado.

 Rosario hace su alegato y Bisbi pone cara de cagarse en la puta de oros como se la quiten. Bisbi recurre a decir que se ha dado la vuelta enseguida y que la necesita en su equipo, que lo ha hecho muy bien y poco más o menos que se casa con ella.

Se va con Rosario. Bisbi se queda desolado. Rosario salta del sillón con el culo hecho pepsicola light y cierra su equipo.

Orozco y Malú le hacen una RCP a Bisbi, que se ha quedado traspuesto en el asiento.

El caso es que a Bisbi aún le quedan por seleccionar a dos concursantes con la putadilla de que ahora todo depende de él. Si no coge a alguien es él quien le echa.

La siguiente se llama Rosa y trabajaba en un banco. Dice que la criticaban por cantar de noche y que como estuvo a punto de perder un ojo decidió dejar el banco y dedicarse a la música. Claro, todo muy lógico.

La muchacha canta muy bien, con chorrazo de voz como para inundar garajes. Joder. Borrad esto último, que parezco Orozco subido a un andamio.

Peeeeeeero, Bisbi no la coge y la muchacha se pone a llorar a mares. A Bisbi se le caen los cataplines al suelo del remordimiento y le dice que ha sido por gustos personales. En la sala de las familias el padre pone cara de ir a buscar a la de los ojitos negros para darle lo suyo al rizos: «no tiene ni idea», dice.

 CAMBIO DE POST.

CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO. CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

1 comentario

  1. Dice ser Llósif

    Pues a mí me mola que digas estas verdades 🙂 La mejor ha sido la de Odette 😀

    21 octubre 2013 | 23:38

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