Comienza una nueva gala de Campamento de Verano

ASÍ FUE EN DIRECTO

Empezamos.

Están todos en plan Sonrisas y Lágrimas cantando con la guitarrita. Lo único que ahí monjas o niños inocentes hay pocos.

Joaquin Prat lleva hablando diez minutos. Todo para decir que Esteban se quiere ir y que le están convenciendo de que no. Ah, y que es la semifinal.

Y nos ponen el vídeo: «a mi me jode que los cuerpos de perro se metan siempre con los que estamos fuertecetes, cuando son los primeros que les gustaría estar así», dijo.

«Ese tio se tiene que lavar la boca con jabón 23 millones de veces para hablar de mi madre», dijo Esteban.

Van a estrenar el Summer Camp, la película de Sonia Monroy. Dios santo.

Cada vez que Sonia Ferrer se ve pillada dice «devolvemos la conexión a Madrid». El día menos pensado dice ¡Pasapalabra! y sale corriendo.

El caso es que esta noche van a meter por lo pronto a Nagore, a Chari y a otros dos, cada uno un «valedor» de un concursante.

Se me acaba de ir la luz. Casi se masca la tragedia. Estoy bien, tranquilos. Es lo que tiene tener enganchada la luz a la farola de enfrente.

Tercer corte para publicidad desde las diez. Guay. Como me jode que me interrumpan la publicidad para poner Campamento de Verano.

Mientras, en la pantalla pequeña, tenemos a un cámara más salido que el pito de un botijo haciendo planos de arriba a abajo y de abajo a arriba a Chari y Nagore.

Madre del amor hermoso. No había reparado en la chaqueta que lleva Joaquin Prat. Es una americana de camuflaje. Al sastre que la ha hecho le mandaba a la policía y le agradecía su trabajo con una condena de treinta años.

El Sargento Alonso se va ya hoy, al parecer. He de decir que este hombre me cae muy bien. Es un santo y tiene más paciencia que el Santo Job inflado a valium.

El afán de protagonismo de Mónica Pont es sólo comparable al tamaño de su bocaza. Es incapaz de decir una frase sólo una vez. Y siempre mirando a la cámara. Esta mujer ve la luz roja de la alarma de un coche y se pone a hablar.

Jacobo Ostos llega al plató. Se pone a hablar y se le joroba el micro. Es imposible notar la diferencia entre Jacobo hablando con y sin micro. El contenido es el mismo: vacío.

Y ahora hablan con Esteban para ponerles un vídeo. Es un vídeo de él mismo hablando de que se quiere ir a su casa porque quiere estar con los suyos. Y luego se pone a hablar de Jimmy Giménez-Arnau para ponerle a caer de un guindo. Cada vez que Esteban se mete con Jimmy, dios pone en el mundo un gatito adorable.

 Y dice Esteban que no, que no se va, que fue solo el otro día que estaba de bajón. O sea, que se lo han inventado los del programa.

Vemos una conversación entre Gaby y Jacobo en la que los dos se echaban en cara el porqué habían llegado al programa. Uno le decía a la otra que por haberse acostado con Paquirrín. La otra al uno que por su papá y su mamá. A ver, ¿esta gente que se piensa, que a Campamento de Verano se entra por licenciarse Cum Laude?

Ahora vemos a Noemí leyendo en voz alta el Interviú de Gaby. Tiene un nivel de lectura de niño de diez años.

Y otra vez el tema de Gaby. Esto empieza a oler a cubo de basura de pescadería. Dice la choni rubia que se han dado besos con lengua y que se «han rozado». Él dice que no. O sea, lo mismo que las últimas cuatro semanas.

A estas alturas yo creo que han puesto el vídeo de otra gala. O eso o hay un fallo en Matrix y se está repitiendo todo en bucle como en el día de la marmota.

Novedoso sí son los comentarios que han hecho en el campamento sobre el despelote de Gaby en la revista. Sobre todo Noemí, que se ha hecho el suyo, diciendo que la han retocado mucho. Dice Noemí que le han puesto un culo «increíblemente increíble».

 «Me encanta mi culo», afirma Noemí tras la acusación de Gaby que tiene celulitis. Y ahora dice Mónica Pont que Gaby «tiene unos pechos preciosos». Y Joaquín Prat dice que en una de las fotos se han dejado el cursor del photoshop.

«Yo le enseño los pechos a cualquiera para que vea que no hay photoshop», dice Gaby. Y se va detrás del plató a enseñarle las tetas a Kiko.

«¡Vivan las mujeres con celulitis, que eso es naturalidad!», grita Joaquín Prat.

ESTO ES UN SINDIÓS.

Se va a ir a la calle Sonia Monroy, que tiene más del 60% de los votos para la expulsión. Ya solo me queda acertar los números del Euromillones.

Y llega la película de Sonia Monroy: ‘Misión en el Campamento’, se llama. Lo mismo lo vemos en los Óscar el año que viene.

 «Entraremos a la hora de la siesta, un infiltrado me ha dicho que los malechores duermen como marmotas a esa hora», es uno de los diálogos.

«Ven aquí y pelea, vas a probar mi palo». Es otra de las frases.

Me siento morir. Acaban de prostituir la palabra «cine».

Lo peor de todo esto es que acaba la «pelí…» no, no lo voy a llamar así. Acaba el bodrio ese y la gente aplaude y Sonia dice «gracias, gracias» orgullosa como si le estuvieran aplaudiendo académicos de Hollywood.

Vamos a cambiar de post. CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOO

CAMBIO DE POOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOST.

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