Campamento de Verano muestra a Karmele Marchante enseñando las tetas

Trauma.

De esos que te hacen gritar en medio de la noche mientras te despiertas sudoroso y aterrado. De esos que te acompañan toda la vida y te hacen ser silencioso y ajeno a la realidad. De los que te llevan a beber solo en un bar de mala muerte de Nueva Orleans.

Mi libido se marchó anoche. Me echó una última mirada triste y salió por la puerta cerrando tras de sí con un sonido apenas audible. Nunca volverá. Nunca desearé a ningún ser que tenga pezones. Ni siquiera podré comerme un pez grande.

Cuando empezó anoche Campamento de Verano pensé que era un farol. Que lo pixelarían, que harían alguna trampa. Benditos hubieran sido. Pero no.

Al comienzo, Joaquín Prat anunció que habían pillado a Karmele Marchante (que no es de salir en la portada de FHM) haciendo topless, o lo que es lo mismo, con las tetas aireándose, y que lo iban a mostrar.

En un principio pusieron la imagen de Karmele cubierta por unas hojas de parra. La asociación de parras de España ya ha denunciado al programa.

Ahí llamé a mis jefes. Les dije que no, que dejaba el blog.

Les dije que renunciaba, que ni los 800.000 euros anuales que me pagan por el blog, ni el coche de empresa, ni el chalet en Sotogrande y ni siquiera los lacasitos gratis podían pagar que yo tuviera que ver las tetas de Karmele.

«Las tetas de Karmele». Nunca pensé siquiera que tuviera que poner tetas y Karmele en la misma frase.

Pero no me cogieron el móvil, seguramente para que no pudiera renunciar. Y como para mí el deber es tan importante como asegurarme de que me he guardado la churra antes de subirme la cremallera, seguí adelante y lo vi.

Si alguien quiere un pene se lo regalo. Yo no lo voy a usar más. Mearé sentado por los restos.

No exagero. Fue muy duro. Si a Jesús le cambian la travesía del desierto por ver las mamellas a Karmele se da de baja de Cristiantell y se coge línea con Alastar.

Pero empecemos por el principio.

Vimos las clases de meditación de Pocholo. Les levantó a las siete de la mañana para contarles una historia sobre un japonés que quería mantener relaciones sexuales con una botella de agua o algo así. Pocholo intentando explicar algo es como oir a mi abuela después de haberse apretado una botella de anís hablando del cultivo de la patata. Comienza con la plantación y acaba hablando del tío Ambrosio que se quedó con una finca en el monte.

Además, sus ejercicios consistían en beber agua y respirar tapándose alternativamente los agujeros de la nariz. Y eso mientras él mismo se asfixiaba que un poco más y le tienen que intubar. Era como ver a un zombi haciendo aeróbic.

Lo de Pocholo no es discurso errático, es discurso náufrago. «Respirando al lado del agua, que es el ser vivo más maravilloso que existe«, dijo en una de las sesiones de meditación.

Sí, el agua es un ser vivo. Toda entera (menos el mar Muerto, que está como su propio nombre indica). Cada vez que bebéis agua os estáis bebiendo un ser vivo a palo seco, cabrones sin escrúpulos. En ese momento dios mató a cuarenta científicos, veintitrés biólogos y siete maestros poceros.

Por otro lado Pocholo quiere sacar a su pocholito cabezón de paseo. Ya sabéis, quiere gritar ¡arriba periscopio! y echar un vistazo en la fosa de las marianas. Bueno, las marianas, las aurelias o las eufemias, lo que pille.

En primer lugar vio a la doctora del campamento (que por cierto está para pegarse un tiro en el pie para que te atienda) que venía a curar a Karmele y Pocholo no envenenó a Karmele para volver a ver a la facultativa de milagro.

Pero como la médico se fue empezó a echar la caña a Noemí. Para su desgracia de lo único que hablaron es de productos para el cabello. Es lo bueno de ser calvo, que puedes ir al grano con las chicas. Luego te dicen que no, pero ahorras tiempo.

Ya en directo, Pocholo confesó: «Tengo una apuesta que si le echaba a Karmele un polvo cósmico cada español me ponía un euro en el banco». Si hace eso yo le domicilio mi nómina y la pensión de mi abuela.

Pero bromas (de mal gusto) aparte, es a Noemí a la que parece que quiere atornillar. Los dos se han pasado estos días haciendo bromitas sexuales. Ambos son sutiles como echar monedas en la cabina de striptease en un sexshop.

Pero ojo, que donde las dan las toman. Literalmente. Y si es Pocholo el que quiere dar, en el caso de su perro es el que estuvo a punto de recibir. En una pausa de publicidad el perro de Jacobo Ostos intentó enseñarle los caminos traseros del amor al perro de Pocholo. Vamos, que le quiso compactar los zurullos. Que le sopló la nuca. Que intentó hacer barreno. Que quiso enseñarle Cuenca con pase vip.

Y viendo que a su perro se lo trinchaban como a un pollo en domingo Pocholo se puso a darle manotazos al perro que quería robarle la flor anal a su chucho y lo encerró en una caseta para garantizar la integridad del ojete de su can.

Lo cual no le sentó nada bien a Jacobo Ostos, que sintió como propio el coitus interruptus en directus por pocholus.

También nos mostraron a Sonia Monroy cantando a todas horas. Debe pensar que si la oímos luego querremos comprar su disco. Tiene el mismo sentido que si un taladro industrial nos rompe un tímpano luego queremos tener en casa un taladro haciendo ruido. No.

Y se puso a comer comida para perros. Como dijo Sonia Ferrer (que a juzgar por el escote permanente creo que respira por las domingas) intentaba llamar la atención. Así que se puso a comerse el pienso del perro y a decir que ha comido escorpiones.

No, Sonia, amor, no has comido escorpiones. El escorpión te oyó cantar y decidió quitarse la vida dejándose masticar para que cesaran esos graznidos terroríficos. Porque te callaste masticando que si no acabas comiendo serpientes, cocodrilos, rinocerontes y seis tiranosaurios rex.

¡¡Y OLVIDO HORMIGOS A LA CALLE CON EL 75% DE LOS VOTOS!!

Dijo Mónica Pont que no hay derecho. No, lo que no hay es gente que aguante a Olvido. O eso, o la gente está esperando que salga para que le devuelvan el móvil y ruede la segunda parte de «En busca del fuego perdido».

Y llegó un momento tenso de la noche. Y tenso de esos que sólo destensa la Guardia Civil con unas esposas y un cuartelillo.

Gaby, que es la hermana conflictiva de la familia Chuky, y la novia de Esteban, que como sabéis hace de doble de Nosferatu en el cine, tuvieron otra bronca en directo.

«¡Cállate, que te he quitado el novio!«, le dijo Gaby a Nosferatu. Era argumentación en estado puro. En las escuelas de dialéctica de la antigua Grecia usaban ese argumento cada dos por tres. «¡Cállate Heráclito, que te he quitado al efebo!»,  y así.

El caso es que Esteban volvió a negar que tuviera algo con Gaby en el campamento y aseguró ama a Nosferatu. Lo que pasa es que él la llama Carmen, no sé por qué.

En una noche de borrachera el Hulk color carne le hizo un cartel a Nosfe en el que ponía «Carmen, ¿quieres una nena?«, al parecer se refería a tener un hija. Ahora, por el cartel parecía que quería robar una niña china en un todo a 100…

Total, que Esteban quiere sembrar a la muchacha como el que cosecha calabazas. Y Nosferatu dijo que ya se lo diría fuera… pero que sí. ¡¡SE VAN A REPRODUCIR!! ¡¡UN CRUCE ENTRE CONAN Y LA HERMANA DEL SEÑOR BURNS!! Un nuevo reto para la ciencia.

Pero Gaby pensó que era el momento de meter baza y llamó a Nosfe «cornuda, cornuda».

Y se armó la de dios es cristo. Esteban enfurecido y de color púrpura se arrancó el micro y saltó del graderío corriendo hacia una cámara como un gorila de espalda plateada. El operador de cámara que había detrás tiene los huevos orbitando del susto. En la estación espacial internacional están sorprendidos porque nunca habían visto cometas con pelo rizado.

He aquí las imágenes:

No se ve, pero lo que decía Esteban era: «Cállate, barriobajera. Hija de puta, hija de puta (bis) vete a follarte a Kiko Rivera y se la comes«. No está claro, pero he consultado con lingüistas, psicólogos y un panadero y todos coinciden en que Esteban quería manifestar su malestar para con Gaby por las declaraciones vertidas por ésta.

Y llegó el momento. Durante toda la noche fueron quitando una a una las hojas que cubrían el pechamen de Karmele. Poco a poco fueron enseñando la juvenil desnudez de la mujer. Pero la preparación no sirvió. Fue más inútil que meterse en el agua poco a poco después de comer: hubo corte de digestión.

Dentro de nueve meses en lugar de baby boom va a haber baby off. Ni un nacimiento.

Trauma absoluto. Las tetas de Karmele con sus pezoncillos blanquecinos.

«Tiene unos pechos bastante coquetos», dijo Joaquín Prat. Trauma sobre trauma. Aquí le vemos disfrutando de la imagen (los corazones los he añadido yo, por pudor. Bueno, y porque con la foto original me saltaba el antivirus):

 

Así dejó la imagen a los concursantes:

Y así la dejó a ella (porque Karmele no supo que se iban a ver sus mamellas hasta que ya se habían visto):

Bueno, en realidad se lo tomó un poco a guasa. Dijo que no pasa nada, que ella lo ha hecho, que ha sido sin querer y que no tiene sentido punitivo, que no le mola que se haya visto, pero que qué se le va a hacer.

Y así me quedé yo:

Sí, siempre veo las galas con peluca y clavel, qué pasa.

Y os dejo, que tengo cita en el psicoanalista.

P.D: Los nominados fueron Noemí, Karmele la destetada y Sonia Monroy.

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