Las broncas de cada día en Campamento de Verano… y el desmayo de Mónica Pont

El caso es que la cabaña de Jeyko y Víctor estuvo a punto de convertirse en una orgía que haría sonrojarse a los habitantes de Gomorra.

Allí se plantaron Mónica Pont y Olvido. Olvido está más necesitada que un Tom Hanks en Náufrago. Si ella llega a tener una pelota, se la peta.

El caso es que Mónica Pont es una chivata. Si esta mujer hubiera trabajado de agente de la Gestapo en la guerra fría, ésta se habría acabado a lo dos días, porque se habría chivado de todo.

Y se chivó de que Víctor había puesto a parir a Karmele, que inmediatamente fue a encararse con el señor de la gorrita. Y bronca. Y luego bronca de Víctor con Mónica por chivarse.

Ahora vemos ese bonito momento. Es un ejemplo maravilloso de conversación adulta y sosegada para el intercambio de pareceres.

Víctor la llamó rata de cloaca, mujer de estercolero e insinuó que había ejercido el oficio más antiguo del mundo, además de meterse con sus padres y con su hijo.

Mónica le tiró agua. Soy yo y le tiro de lo alto del monte.

El caso es que encima el papanatas de Víctor pretendía que le llevaran a una comisaría a poner una denuncia por agresión. Ojalá le hubieran llevado a contarle a la policía que quería poner una denuncia porque le han echado agua.

Ahora hay un careo en directo. Y Víctor Sandoval se ha puesto a decir semejantes lindezas que hacen que Mónica Pont se desmaye. Joaquín Prat expulsa a Víctor del campamento con cajas destempladas.

 Todos los demás han quedado muy afectados.

Víctor Sandoval está mal de la cabeza. En serio. Lo que no sé es porqué gente que se supone que no lo está y que dirige el programa mete ahí a gente inestable. ¿Vale cualquier cosa por el morbo? ¿Por un poco más de audiencia? ¿Para conseguir un TT en Twitter? Al parecer sí.

Bueno, Mónica Pont se reincorpora con cara de mujer coraje.

Joaquín Prat deja claro que han echado a Víctor del programa y que nunca más va a volver. Kiko Hernández le reprocha a Víctor Sandoval hace «show del sufrimiento». Eso es como si Freddie Krueger le reprocha al de Viernes 13 que mate gente.

Ahora la madre de Mónica Pont dice que si los homosexuales tienen estudios los tolera, pero que si son «volátiles», no. Viva la tolerancia. Al parecer en el intermedio le ha llamado gitana a Raquel Bollo. Esta mujer tiene un tatuaje de la cara de Franco en la nalga derecha. En la derecha, ojo.

Y del odio pasamos al amor. O al desamor, o a qué se yo. El caso es que Esteban confesó mientras lloraba que él pasa de Gaby, que tiene a su ex novia fuera y que la echa de menos y que sólo piensa en ella.

Si a mi me hubiera besado la superchoni también pensaría sólo en ella, pero por las pesadillas. Madre del amor hermoso. Es como una especie de modelo de pruebas de moda choni. Tetas como sandías que cada vez que viaja les tiene que mirar la presión, labios como morcillas de Burgos sin curar, cejas como boomerangs afilados, ropa como si hubiera dado un estirón de repente y se le hubiera quedado pequeña, pelo prestado de una señora de algún sitio de la india, andares como de estar rascándose la entrepierna…

El caso es que Esteban llamó a Maléfica y discutieron. Y ella ha llegado ahora para darle una sorpresa a Esteban. A Esteban no sé, pero yo me la encuentro de repente y lo que me da es un susto que se me ponen los huevos como las orejas de Mikey Mouse.

Es que es una choni de libro. Bueno, eso si las chonis y los libros fueran compatibles. Es una choni de móvil.

Y conectamos de nuevo con Mónica Pont. Ay, dios, esta mujer es como Escarlata O’Hara, cómo le gusta el drama y los discursos grandilocuentes.

Le ponen al teléfono a su madre. La mujer se le pone a hablar en catalán y la gente en el plató se inflama. Joaquín Prat se pone a hacer de traductor simultáneo. Y le piden que por favor hable en catellano, no vaya a ser que alguien no pueda seguir el morbo al dedillo.

«La dirección del campamento ha recibido un guatsáp de tu hijo», dice Joaquín Prat. ¿Por qué el hijo de Mónica Pont tiene el móvil del señor Dirección del Campamento?

Ahora mandan a Esteban a la cabaña VIP. Pero antes ponen el vídeo de la cabaña en el que Esteban y Gaby compartieron cariñitos. Pero Esteban insiste en que la quiere como a una hermana. Yo creo que la quiere como a una prima. Y cuanto más primo más te la arrimo.

Al final no le mandan a la cabaña. Llevan a la choni delante de ellos, a ver si con un poco de suerte se tira de los pelos con Gaby.

 Esteban la recibe con un abrazo y comiéndole los morros. Gaby pone cara de estar en un entierro y habérsele escapado un pedo.

JA JA JA JA JA

Cuando le presentan a Gaby las chispas saltan. Pero como en la explosión de una central eléctrica. DIOS SANTO. La Masterchoni es más fea aún a la luz. Tiene cara de bruja mala.

Ahora las dos se reprochan la una a la otra no tenerse respeto. Y se ponen a insultarse en un microsegundo. Y Esteban va y dice que sí, que es su pareja y claro, Gaby se cabrea como una mona. Esteban hace la del finiquito en diferido y dice que no sabía si estaba o no con la choni, pero sí, pero no, pero es que tal.

 La HBO está ya preparando una nueva serie, se va a llamar Juego de Chonis.

El caso es que se va a la calle… ¡¡GABY!! Con el 53% de los votos. Chaaaan, chaaaaaaaaaaaaaaaaan.

 Ahora Gaby se ve en la tesitura de despedirse o no de Esteban, que está en la cabaña con su novia… y sí, va a interrumpirles para decir adiós.

Pero lo hace a lo elegante. Le dice que salga y se despide de él de forma civilizada. Un gallifante para Gaby.

 Y ahora, como pasan las tormentas de esta a aquella comarca (un gallifante para quien sepa de quién es eso) Joaquín Prat le pide disculpas de nuevo a Noemí por el tema del chocolate.

Y CAMBIAMOS DE POST.

CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

Almacenado en: Campamento de verano