La ruptura del corazón de Pedre en Campamento de Verano

Dice Diana, la chica que no es la novia de Pedre, que ella fue al campamento a dejar las cosas claras: que no es su novia y que no ha tenido nada con él.

Jimmy Jiménez Agilipollau ha llamado calientapollas a la chica. Hala, que alegría.

Otro de los comentaristas le ha llamado Fiona. A esta chica la lapidan antes de que acabe la noche.

El caso es que es verdad que la chica no sabemos a qué cojones fue. O sea, si vas a aclarar las cosas ¿para qué lo haces en una bicicleta con flores? ¿Por qué no dices «no, no voy porque no tengo nada que ver»?

Yo os contesto: porque a la gente le mola salir por la tele. Les mola que les paguen el viaje a Madrid, el alojamiento, que los maquillen, que los saquen por la tele y que luego se los lleven de fiesta con famosillos de medio pelo a discotecas de moda.

Toca ahora el tema del castigo por robar comida, o sea, a pan y agua tres días. Esta gente, que cobra dinero por estar haciendo el gilipollas en la tele, se quiso rebelar contra el castigo. Pero claro, les debieron decir que se les acababa el chollo y se acojonaron como un bogavante en la pecera de una marisquería.

Y el tema (ooootra vez) de las galletas de Noemí. O sea, Noemí les llevó galletas a Jacobo y Montalvo. Monica Pont se lo contó a Gaby y Jeyko y estos se chivaron al sargento Alonso. Ooooh. No me extrañaría que en el despacho de Obama sonara ahora mismo el teléfono para ser informado de esto.

Y va Mónica Pont con dos ovarios del tamaño de una sandía y dice que la culpa es de Noemí. Pero no por ofrecer las galletas, no, sino por no ofrecerle a ella. Toma ya.

Tenía que pasar: bronca entre Mónica y Noemí. Bronca incomprensible, por otro lado, porque su capacidad de palabra, argumentación y exposición es comparable a la de un camello borracho.

Y para que el buen rollo prevalezca, les ponen un vídeo en el que varios de sus compañeros, entre ellos Montalvo, Noemí y Mónica ponen a parir a Jeyko. Mónica Pont, entre otras cosas, dice que es un «maricón malo».

«A mi no me gusta meter cizaña, pero ha dicho Mónica Pont que eres una maricona mala», dice Joaquín Prat. Con dos cojones. Menos mal que no le mola meter cizaña, porque sólo le ha faltado decirle a Jeyko que Mónica mató al cachorrito que tenía Jeyko cuando era joven.

«Podemos dejarte en bragas», dice Jeyko a Mónica. Esto es la tierra del buen rollo. El compañerismo es lo que más hay en este campamento.

Total, que dice Joaquín el pacificador que ahora va a haber una sanción para todos los que se hayan chivado de algún compañero y para Noemí por traficar con las galletas.

Ahora mandan a Jayko a la cabaña vip para ponerle un vídeo de su exnovio en el que le pone a caer de un guindo diciendo que en su relación huvo violencia, que llegaron a las manos, que Jeyko le rompió el coche, que es un desequilibrado mental… Otra alegría vamos.

Y Joaquín, al que no le gusta meter cizaña, le pregunta que cómo está. «Estoy mal», dice él. Nos ha jodido, no va a estar para irse de bautizo. Y lloros.

Por otro lado, Modesto lleva un 53% de los votos para la expulsión, así que me da a mi que se las pira.

Y como no ha habido suficientes lloros, pues a Olvido Hormigos le ponen a su marido por teléfono. Le habla de los niños. – «¿Os habéis ido de vacaciones?» pregunta ella.

«No, sin ti no vamos a ningún sitio», dice el marido en plan romántico.

«Te los tenías que haber llevado, que vean a los amigos», le dice Olvido. Madre del amor hermoso. Que bruja.

Lo malo de todo esto es que ahora ponen a parir a Olvido en el plató, de casquivana y fiestera y el marido en casa aguantándolo…

¡¡¡Y A LA CALLE MODESTO!!!

Ooooh, la emoción me embarga. Ah, no.

Ahora dice Kiko Hernández, después de hablar del testículo de Modesto, que éste no se ha duchado en siete días. El sobaco de Modesto debe ser como Mordor un día malo.

VAMOS A CAMBIAR DE POST ANTES DE QUE ME BAJE LA TENSIÓN POR LA EMOCIÓN DEL MOMENTO.

CAMBIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

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