Entra en la casa ¡¡Yola!!… ¡¡con Juan Miguel, el peluquero!!

Esto estaba más que cantado.

Después de que el hombre de la rata planchada en la cabeza haya estado en Gran Hermano, tocaba la mujer de las Tetas de reglamento. Yola Berrocal entra en la casa, en calidad de concursante de Hotel Glam.

Pero volvemos a Rufino y con el ser deshinchado conocido como Juan Manuel, que ha perdido ciento y pico kilos, vete tú a saber dónde, porque no se ha puesto a buscarlos.

Ahora entra el novio del desinflado, que dice que vendieron la casa que ganaron.

Ahora vemos vídeos de la parejita gay. Esos vídeos en los que Juan Manuel iba a darle un beso al novio y parecía que se lo iba a comer con patatas. En muchas ocasiones parecía que ya se lo hubiera comido.

Vemos el vídeo de Mónica recordando su paso por La casa de tu vida, y dice que fue la mejor época de su vida… También Juan Manuel se pronuncia en términos felices.

Ahora va a salir Karina a cantarnos que cualquier tiempo pasado fue mejor.

David Pequeño dice que su ex novio, Juanma, es muy falso. Uy, uy, uy… aquí se ve un poco de rencorcillo, amigos.

Ahora entra en el plató Malena Gracia, esa mujer natural, natural como el petróleo.

«Yola es como una niña grande», dice Malena, y la jodía lo dice como si fuera un piropo, sin problemas. Yola, mientras en la casa, se dedica a poner la mesa, mira que apañada. Por algo ganó Hotel Glam.

«Yo no soy una mujer plana», dice Yola Berrocal en su vídeo de presentación, y lo dice la jodía mientras sus tetas hacen un escorzo que me hace pensar que mi tele tiene 3D.

¡¡Si antes nombro a Karina, antes aparece su ex!! Juan Miguel, el peluquero del pelo frito es la pareja de Yola en El reencuentro.

¿Oís a los perros ladrar de fondo? Los animales son sabios y saben que algo malo está pasando cerca de ellos.

Juan Miguel se encuentra con Yola y se funden en un abrazo que deja al peluquero del pelo graso sin respiración, porque los pechos de Yola serían capaces de comprimirle los pulmones al mismísimo Hulk.

Ahora los de La casa de tu vida se encuentran con los de Hotel Glam. Si hubiera un aparato para medir el frikismo, ahora estaría pitando como loco y con una luz roja.

Cambiamos de hilo.

Almacenado en: El reencuentro