Madre del amor hermoso, cómo están los ánimos.
El amigo Fernando casi le arrea a un laosiano que, la verdad sea dicha, se pasó de listo. Pero no adelantemos acontecimientos.
Recordemos que en la etapa número 8 Sandra y Belinda hacían de pareja recuperada, por lo que:
1.- Deben llegar a la meta entre los tres primeros.
2.- En sus mochilas llevan unas pegatinas con el símbolo del dragón, de forma que quien se las arrancara, se llevaría la inmunidad. Por este motivo debían ocultarse a la par que se darse prisa para llegar a la meta. Si les quitaban las pegatinas, tendrrían un handicap (o sea, una putada) en la carrera.
¡¡¡LO HICIERON GENIAL!!!
En serio, ha sido un resurgir increíble, de la semana pasada, que estaban por dejarse morir en una cuneta a esta semana, que se han puesto guerreras que no veas. Y eso que se lo pusieron difícil, porque se pusieron unos vestido de colores que se si te asomabas aquí en España a la ventana las veías paseando por Laos. Cabe destacar el trabajo del cámara, que el tío fue capaz de grabar y esconderse al mismo tiempo.
Su primera gran idea fue la de meter las mochilas en unos sacos de abono, que oye, olorcito a las mochilas les darían, pero también las camuflaron, cosa muy importante para pasar desapercibidas.
Prueba de ello fue que Javier e Hilario, que están más empanados que un berberecho gallego, las tuvieron a unos seis centímetros en una parada de autobús (con cámara incluido) y pensaron que eran unas lugareñas esperando el autobús (cuando parecían más bien dos muertas criando gusanos).
Eso sí, el tema del periódico delante de la cara para disimular muy buena idea no era. Vamos, que parecían sacadas de una peli mala de espías, les faltaban los agujeros en las páginas para poder ver.
Lo que me parece increíble es que los compañeros, sabiendo que tenían que buscarlas y que estaban en la carrera aún dudaran de si mismos cuando veían «cosas raras» como una cámara en un coche, o a dos occidentales en una furgoneta.
Impagable el momento de Manuel y Engracia discutiendo con Fernando por quien cogía antes un coche, y los agricultores zampando como descosidos, hablando con la boca llena, eso sí, con mucha práctica, porque los jodíos no dejaban escapar ni una miga.
Y quizá porque Fernando ya estaba caliente por lo de los agricultores, porque no soporta a María o simplemente porque es un hombre que se enfrenta a la muerte (y no es legionario) llegó la bronca con el laosiano: el caso es que un tipo, con cara de pocos amigos, les dejó ir en la parte de atrás de su furgoneta. Los concursantes llevan una tarjeta con varias frases en el idioma local. Entre ellas una que pide transporte sin dar dinero a cambio. El laosiano espabilado la leyó.
Pero cuando les bajó del coche les dijo que quería pasta. Y el tío pesado agarrando las mochilas, porque se las quería quedar (no se si a modo de pago o de prenda) y al final se pudo chulo y cometió el error de enfrentarse a Fernando, que es ¡¡UN TORERO ESPAÑOL!!! que es como enfrentarse a un miura una vez que lo han banderilleado. Uy, que cosa más rara…
El caso es que Fernando le levantó la mano al Laosiano (al que sacaba dos cabezas y veinte kilos) y si no se llega a acojonar el laosiano yo creo que el español le mete. Para mi que el laosiano vio la cámara y todo el tinglado y dijo «unos huevos no tienen estos dinero», y claro, quiso pillar pasta, y casi pilla un par de leches.
Me he traumatizado. Os lo juro. Cuando vi como uno de los azafatos (para mi no tienen nombre) le decía al otro que sí, que le lavaba los calcetines porque el otro día él le había lavado los calzoncillos… Ningún hombre, sea cual sea su orientación sexual, digo más, ninguna mujer sea cual sea su orientación sexual, digo más, ningún ornitorrinco, sea cual sea su orientación sexual, debería lavar los calzoncillos de su semejante.
¡¡Y MENOS A MANO Y UNOS CALZONES DE UN DÍA ENTERO CORRIENDO Y SIN UNA DUCHA HACE SEMANAS!!
Traumatizadito.
En fin. Además de la carrera, como suele pasar, los concursantes (incluidas Sandra y Belinda) tenían una misión. En este caso se trataba de ir a la aldea de una tribu (cada uno a una) y conseguir que les vistieran con el traje típico de la tribu y les enseñaran a cantar y a bailar. Mientras uno de la pareja lo hacía, el otro debía grabarlo, porque debían regresar con Raquel Sánchez Silva y enseñarle el bailecito a una juez local que debía dar el visto bueno.
Esta prueba valió la pena sólo por ver a Javier vestido de laosiana y dando saltitos a lo corro de la patata con otras dos mujeres de una aldea. El jodío parecía sacado de la Vida de Brian, en concreto del Frente Judaico para la Liberación de Judea.
Y también valió la pena por ver rota la inquebrantable unión de los azafatos, que se enfadaron porque uno se alejaba del otro y le dejaba solo, joe. Y claro, incluso los azafatos supermotivados y autoenamorados de sí mismos tienen un límite, ¿sabéis, osea?
Un momento único fue cuando Javier e Hilaro y Marta y Manolo vieron a Sandra y Belinda en una furgoneta y se tiraron a ella como si regalaran casas. Ja ja ja. Y eso que los ocupantes del vehículo se habían puesto ya en plan ocultación y se habían metido en el rollo que más que a Sandra y a Belinda parecía que llevaban a Bin Laden.
Gracioso y espontáneo, no como lo de los azafatos (¿habrán visto el episodio de Los Simpson en el que Marge se traumatiza al descubrir que su padre es azafato?) que las vieron en un camión y se pusieron delante para después intentar abrir las fuerzas por la fuerza. Sandra no les bajó del lateral del camión de un bofetón de puro milagro.
Otra cosa que hemos descubierto: María duerme boca abajo, pero como si se hubiera muerto. No sé si será por sus prominentes glándulas mamarias, cómodas como un restform, pero el caso es que no parecía una postura muy cómoda, y menos en el suelo…
Momento emotivo: Manolo enseñando a los niños de una aldea a jugar a la rayuela y luego cantando todos juntos. Pero lo más emotivo es cuando Marta, su hija dijo que cuando eres pequeño siempre piensas que tu padre puede hacer cualquier cosa y que ella seguía pensando eso de su padre. Ojalá algún día mi hija me diga algo así.
Pero no nos pongamos sentimentales, amigos.
El caso es que Sandra y Belinda le dieron para el pelo a los chulos de los azafatos, y les ganaron la carrera, llegando ellas primeras e igualándoles en número de amuletos (3).
Así quedó la cosa:
1.- Sandra y Belinda.
2.- David y Javi (sí, los azafatos, resulta que tienen nombre).
3.- Manuel y Engracia.
4.- Manolo y Marta.
5.- Javier e Hilario.
6.- María y Fernando… que se fueron a la calle. Quedan fuera de Pekín Express. La verdad, no creo que les eche de menos.
menuda basura de programa… a ver si algun laosiano les pega un tiro a todos-as
16 noviembre 2010 | 19:14
Este blog es más bodrio que el programa en si, que ya es decir…
16 noviembre 2010 | 20:09
Los azafatos son lo más egocéntrico que he visto nunca. Se creen superiores y en realidad no lo son. Por mucho gimnasio, idiomas y juventud que tengan tienen que bajar esos humos y nada mejor que les ganen unas pocas de veces en las pruebas. No merecen ganar por pretenciosos. Cualquiera vale más que ellos.
16 noviembre 2010 | 20:36
Hasta ahora cada semana habias dado en el clavo con tu cronica de cada etapa de pekin express, como bien dicen casi todos los comentarios fue un apaño desde principio a fin para que se quedaran las hermanas, supongo que para dar mas emocion a lo que queda del concurso, pero en absoluto se merecian seguir.. desde el sofa de casa y viendo el montaje de la etapa se nota mucho la intencion de que siguieran a toda costa.
No parece justo cuando otros concursantes han tenido que ir con handicaps muy duros (como los gallegos9 y or esa cuas ales echaron.
16 noviembre 2010 | 20:50
“Son ale-LAOS”
El humor «inteligente» de los azafatos.
Patético.
16 noviembre 2010 | 21:06
Hombre, yo no creo que haya tongo. Doy por sentado que la «repesca» fue acordada por el programa ANTES de que se supiera cual iba a ser la pareja eliminada, de ahí que la noticia apareciera en el periódico.
Y estaba claro que lo que había que hacer era arrancar las pegatinas, no bastaba con ver y tocar a las vascas, ellas no tenían por qué rendirse. Si yo hubiera estado en el lugar de las vascas a los azafatos les arreo con un palo, y si estoy en el lugar de los azafatos me engancho al camión como una lapa y que le den morcilla al cámara y a la mochila mía, que a mí sólo me interesan las mochilas de las vascas (jaja, hipérbole, broma, ya imagino que el concurso no permite abandonar ni a tu mochila ni a tu señor cámara)
Tuvieron una oportunidad de oro cuando las trincaron en el coche: las mochilas iban detrás, sólo había que cogerlas, pero el camuflaje funcionó.
La pareja profe-alumno estuvo culo con culo con la pareja de vascas en la parada del autobús. Si las hubieran detectado… adiós pegatinas, con o sin pelea, éso si era una pillada en condiciones.
Las vascas no me gustan, las veo bipolares, ora amargadas, ora arrolladoras. Los azafatos tampoco, por prepotentes. Ambas parejas tienen tendencia a desprestigiar al adversario, y al adversario hay que respetarlo: no hay enemigo pequeño.
Me gusta la gente buena y creo que los rústicos lo son, aunque saben más que los ratones coloraos. Y ya casi hablan ingés: «chamorro».
Y el padre de Marta… ¡madre mía! es bueno y además ingenuo, me encanta, una ricura. Qué suerte tiene la chavalilla de tener un padre así.
La pareja profe-alumno también me parece muy sana.
16 noviembre 2010 | 21:11
A mi no me gustan las hrnas vascas, me alegre cuando pense que se iban, joope andan llorando todo el programa y son unas maleducadas
Loa mejores son marta y manolo, hilario que se nota que le gusta marta 😛
16 noviembre 2010 | 23:23
Pero hay que reconocer que las vascas se lo curraron. Yo creo que funcionan mejor bajo presión.
Espero que la próxima etapa sea relajada y… se vayan para su casa, jeje. Alguien debería decirles que existe un síndrome de depresión post comunión, sobre todo cuando en el evento faltan la madre y la tía. Será trampa, pero todo vale en el amor y en el juego 😉
17 noviembre 2010 | 00:16
una buena hostia deberia haberle dado al lao con cara de retrasado
17 noviembre 2010 | 04:34
Pues yo a las hermanas no las aguanto, además no saben perder, como iban las últimas en el programa pasado querían dejarse morir, en esta etapa de repente han cogido fuerzas cuando se han visto que podían ganar.
Luego una cosa que no se ha comentado, es la chorrada del padre y la hija esperando a las vascas, que se creen que es la inmunidad cuando iban de los primeros? madre mia a veces lo tonto que llegamos a ser todos (espero que Belinda y su novio no me maten por este comentario, soy tonta sólo cuando quiero, que vaya por delante).
A mi los azafatos a veces me dan repelús cuando van de listos y adelantados, pero me pasa lo mismo con Manolo y Engracia, que saben que con sus «paletadas» ganan enteros, y bueno, ni tanto ni tan calvo.
Por fin se ha ido una pareja que no se que pintaba en el programa, y lo digo por ella, porque el pobre a aguantado más que si fuera la novia, que un novio tuyo te mete un grito a la mínima que le digas cuatro tontás con un cerdo.
En fin, me encanta la crónica de Pekin Express.
17 noviembre 2010 | 12:38
A mi me dio la impresión de favoritismo a gran escala, hacia las hermanas: las pillaron dos veces, en una profirieron amenazas. Y luego el baile, para nada tenía el atuendo que mostraban las nativas, iba enseñando el pecho, y las locales iban tapadas.
17 noviembre 2010 | 12:55
Por cierto, Hilario y Javier ya no me gustan. Resulta que perciben a alguien tumbado y no se acercan a ver si está desmayado, muerto o qué, o decirlo al cámara. ¿Simplemente piensan que estará dormido?. Pues hay un deber de auxilio, me imagino que existirá en cualquier pais. Pero aunque no lo marque la ley, ya sólo por lo que hacen cada día con ellos: trasportarlos, alojarlos, darles de comer.
Todo muy extraño.
17 noviembre 2010 | 13:01
Hombre pertusis, a mí no me parece normal acercarse a molestar a 2 lugareños que están echandose la siesta en una parada de autobús, y menos sin poder expresarte en el idioma local. Lo normal es que te lleves una muy mala contestación.
Y lo del baile… bueno, la señora que oficiaba de juez yo creo que hubiera dado el visto bueno aunque le bailaran una muñeira 😀
17 noviembre 2010 | 13:41
Lo malo de todo esto es que el programa emite «en diferido», o sea ya hay pareja ganadora. Ya no podrán rectificar viendo los comentarios vertidos. Eso me da mal sabor de boca y siento vergüenza ajena por la productora. El único consuelo es que la próxima temporada a lo mejor no se atrevan a tomarnos el pelo.
17 noviembre 2010 | 20:11
Gabry, ¿tomarnos el pelo de qué? Es que no entiendo… ¿De dónde coño sacáis que hay tongo?
17 noviembre 2010 | 23:15
bueno chicas vascas salid YA!!!! me caen gordas las dos ah!!! no entiendo como un par de abueletes las pueda superar a ese par al final de seguro GANAN LOS MANCHEGOS JAJAJAJAJAJAJA……
18 noviembre 2010 | 12:56
Siempre se ha dicho que los del norte somos de una raza distinta. Pues para quien lo dude ahí tiene la prueba: dos chicas norteñas, con un inglés macarrónico, en un país desconocido… son capaces de:
– encontrar atuendos lugareños
– encontrar sacos nuevecitos de abono para esconder sus mochilas
– hacer desaparecer a los cámaras
– hacerse transparentes a sus compañeros
– bordear pueblos
– cruzar ríos
– atravesar montañas
– pillar los mejores coches (con lunas tintadas porque se tenían que esconder)
– ofrecer mamporros a diestro y siniestro
y llegar en primer lugar
Si los demás fueron en línea recta (bueno, alguno creo que hasta tuvo la desfachatez de perderse) y llegaron más tarde, creo que hay que revisar las leyes físicas!!!!
VIVAN LAS SUPERNENAS!!!
18 noviembre 2010 | 20:18
UNAMAS
eres una delas putas vascas joer.
19 noviembre 2010 | 01:16
Se han notado mis super-poderes no? Ahora este domingo levitarán por las aguas, creo que es lo que les queda por hacer
20 noviembre 2010 | 15:30
vaya tongazooo!! las vascas amenazando con dar hostias!! ke me diga el programa como hubiera sido posible quitarles las pegatinas a las dos MAFIOSAS??
RYANEROOOOSSS!! A GANAR!!
22 noviembre 2010 | 07:56