Supervivientes: un centollo y un crucificado

Dicen que son todos mayores de edad, pero os juro que los que se han llevado a Supervivientes parecen todos una panda de adolescentes en pleno hormone.

El caso es que ahora los famosos guays la han tomado a muerte con el pobre Parri, que es el empollón del grupo. De hecho, hacen corrillos y se ríen de él a sus espaldas, llamándole Gollum, entre otras cosas.

Qué gracia le hacía a la Trapote contar que el otro día se puso a hablar con él con la teta fuera y que Parri le dijo, «Trapote, el pecho». A eso, Perdi, en plan picarón canijo del grupo dijo «seguro que ni te miró», mientras le daba con el codito a Malena, que por cierto, también tenía media prótesis de silicona fuera del biquini (por eso empezó la cosa).

Y el pobre Parri, todo dulce, contando en el confe que no se integra con las chicas, porque éstas se ponen a hablar de sus cosas y él no sabe intervenir. Ay, que adorable (lo que pasa es que los adorables nunca pillan cacho).

Y a todo esto, Perdi, en plan macho camacho de la isla, cual barril de hombría y testosterona, diciendo que no quiere estar siempre con las chicas, como si estas reclamaran la presencia del espalda plateada, y que intenta hablar con Parri de cosas de hombres y de fútbol, pero que no puede.

Por otro lado, las rubias de la isla son las Cervantes de la excusa. Pasan de salir a pescar como de pillar una gonorrea, por lo que se pasan el día hablando de porqué no salen a pescar. La principal excusa es que han visto un tiburón, mira tú, cosa que no les impide pasarse las horas muertas dentro del mar, bañándose como en un resort.

«Si nos come una pierna imagínate, no podríamos montar un grupo musical«, decía Malena. Esta chica, siempre encuentra el lado metafórico y profundo de las cosas. Como cuando el otro día decía que iba a subastar su biquini para una causa benéfica, como la Asociación de Gays y Lesbianas.

Eso sí, la mujer de los jabulanis en el frontal se ha enamorado un poco: de Perdiguero. Para mí que llegan al acto y lo mata. Lo mismo se enteró de la conversación con Rafa en la que decían que Perdiguero calza modelo trípode y le ha gustado por eso…

A todo esto, el grupito guay (en el que Deborah es la mayor traidora, me cae como una patada en los mismísimos) se dedica a ponerse a comer sin avisar a Parri o María José, o a avisarles cuando ya están comiendo, lo que, por cierto, han cogido Parri y María José.

Y hablando de coger, menudo centollaco que pilló la amiga María José, yo creo que usando una técnica infalible: ver a dónde apuntan las cámaras. Y es que cuando el cámara se aburre se pone a grabar recursos y normalmente, graban a una nécora, un cangrejillo… y en este caso, a un centollo.

María José debió pensar, ¿qué narices graba ese? y fue rauda y veloz hacia el centollo, que encima, estaba lisiado y le faltaban patas. Que chivato el cámara…

¡¡¡ESTA NOCHE HAY GALA!!! Ya sabéis que la seguimos todos en directo. ¡Os espero!

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