Volvemos con Parada, esta vez de cocinero

Parada dice que está todo olvidado.

Tiene una misión: hacer una tortilla española. Los ingredientes están en unos sacos entre los arbustos. Tiene dos minutos para encontrarlos. Hará la cena con lo que encuentre.

Parada se mete en el manglar como Gengis Khan en China.

Ha conseguido ya huevos y Patatas, pero los huevos se han caído al suelo, así que no se como estarán…

De momento no ha cogido dónde cocinar los ingredientes… Los va a tener que hacer en plan brocheta… ¡No, ha pillado la sartén!

Madre mía, se va a montar un cenote…

Conectamos con Víctor, el expulsado de hoy. Al muchacho se le ve tocado pero entero. Jesús le pregunta por Parada, pero no se moja.

Nos ponen otro vídeo de Rafa en el que se le ve tocándose los huevos y perdón por la expresión, a dos manos. De hecho, ese es el único ejercicio que hace en todo el día. Además, hemos oído como decía que se la sudaba el concurso, que lo único que quería es poner los abdominales frente a la cámara.

El otro día les plantaron en la playa un perro de madera, un espíritu de la isla. Esto es lo del año pasado, misiones para ir a otro lado, en este caso al otro lado de la isla.

Fueron Rafa y Deborah.

¡¡¡¡¿NADIE VA A EMPURAR AL PROGRAMA POR USAR LA MÚSICA DE TENSIÓN DE PERDIDOS?!!!!

Cuando llegaron les dieron dos opciones: llevarse seis huevos al campamento (en una bolsa con piedras que podían hacer que se rompieran) o comerse entre los dos un pollo.

Rafa optó, como no, por comerse el pollo y que le dieran a los demás (que les dieran por saco). Afortunadamente Déborah fue sensata y se llevaron los huevos, que por cierto llegaron sanos y salvos al campamento.

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