Comienza la gala de Supervivientes… con Miguel el renuncios

Están abusando del efectito de la ola que no veas. Jesús Vázquez se baña más en el plató que en su casa.

Ahora le echan la culpa al héroe español, Parada, de la marcha de Miguel, puesto que se dedicó a machacarle diciendo todo el rato que Óscar iba a ser el ganador.

A mi que se pirara me pareció una niñería y un fracaso. O sea, que como el nene piensa que no va a ganar, va y renuncia. Ahora me enfado y no respiro.

Y encima dejó a sus compañeros anónimos más vendidos que un Ferrari a seis euros, porque los deja en minoría y muy tocados. Ahora vemos su vídeo del abandono, en el que insistió que se iba para estar en la boda de su hermana.

El señorito flipó al verse en el espejo, como todos, pero en realidad apenas ha llegado al mes, así que tampoco es para tanto. Y llega al plató.

Jesús le pide explicaciones y el hombre bronceado dice que su arma secreta era que su experiencia la vivía como algo real, que se sentía como sobreviviendo de verdad. Y dice que le llegó «un elemento con una maleta de flores y un abanico rosa».

Además, al parecer Parada les dijo que el programa iba muy mal de audiencia, que lo mismo cambiaban el día y a Miguel se le desmoronó la ilusión.

Jesús desmiente lo de la audiencia (mal no va, pero más flojo que otros años sí…).

Al parecer Paradita además le estuvo torturando comparándole con Higares y diciéndole que era un superviviente a medias y que no transmitía a la cámara.

Joder con Parada y eso que nos había ganado el corazón con su salto calzoncillero al grito de ¡Por España! Y resulta que si se muerde esos labios como costados de un buey se envenena.

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