Los famosos, inútiles como ellos solos

Estos son, de largo, los peores supervivientes que he visto.

Espero que la organización sea seria y rigurosa y no les de ni las gracias, porque lo único que hacen es estar tumbados (Rafa sobre todo) y ponerse a parir unos a otros.

Ahí los tenemos, en el refugio sentaditos. Ayer mismo comieron, eso sí, porque ganaron la prueba de líder y les dieron espaguetis.

Ahora dicen que no echan de menos a la Legionaria, que han estado «más tranquilos» sin ella.

Jesús les dice si no deberían pescar más y responde Higares que es que no hay peces, que lo intentan, pero que si hay coral… bah, bah, excusas, a estos lo que les pasa es que sin no hay focos y maquillaje no espabilan.

Aquí tenemos a los anónimos, que se han retrotraído a los albores de la humanidad: o sea, que son recolectores. No han sido capaces de sacar litro y medio de leche a una cabra en una semana. Con esta gente el queso se volvía producto en peligro de extinción.

La Legionaria ya está como en Gran Hermano: en las galas parece Gila de lo graciosa que se pone (aunque tiene la misma gracia que yo en tanga de leopardo).

Y es que las cabras lo han pasado peor que en una jaula con leones. Esta gente debería ser esterilizada, porque si no saben cuidar una cabra (que oye, que pocos bichos hay más resistentes y autónomos) imaginaos un niño.

Así que como se rindieron y renunciaron a la prueba, pues les van a castigar, no sabemos si de cara a la pared.

Carla, Mireia y Trapote esas son, según la Legionaria, las que hicieron pacto para irse, y en ese orden, y comenzar rondita de platós.

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