Yo me cambiaba por ellos, qué queréis que os diga…
Sí, se pasa hambre, pero también están en un paraíso… Y ahora miro fuera y es de noche, y hace un poco de frío, y les ves ahí en pleno paraíso y te lo planteas…
Y ahí tenemos a Iván, que ha intentado irse dos veces (le habrán puesto la cláusula de rescisión delante y se habrá acongojado…)
Si es que este chaval solo sabe quejarse.
Hasta que punto pasa de ser experiencia a tortura? Ese es el problema!!
26 marzo 2009 | 22:17