Entre los jóvenes valores del tenis hay uno especialmente muy bueno. El año pasado hizo una progresión tremenda: ganó dos Masters Series, Cincinnati y Madrid, y otros tres torneos ATP. En su carrera suma ocho títulos. Actualmente es el cuarto del ránking. Su nombre, Andy Murray. Nadal, ojito con él.

Repasando en la wikipedia, he encontrado un dato de su biografía que me ha estremecido. En 1996, cuando el pequeño Andy tenía 8 años, sobrevivió a la masacre de Dunblane: 16 niños y una maestra fueron asesinados en una escuela escocesa de primaria. Murray se escondió en la oficina del director durante la matanza. Murray ha dicho que no recuerda nada sobre aquel momento.

Entonces ya le daba muy bien a la raqueta. A los 12 años se llevó el Orange Bowl de Florida, un torneo que distingue a las estrellas precoces del tenis. Se perfeccionó después en la escuela de Javier Sánchez Vicario, en Barcelona. Dos años más tarde obtuvo sus frutos: ganó el Abierto de los Estados Unidos en juniors.

El joven Murray se hizo mayor. En 2006 logró su prmer torneo en la ATP. Y dos más en 2007. El año pasado, cinco. La confirmación de un gran jugador que aguanta la presión y sabe ganar.

Con Nadal ya se ha visto las caras. Rafa le venció en tres sets en el último Wimbledon. Y también en semifinales del Masters Series de Canadá. Pero, Murray también ha ganado al mallorquín. Su mejor triunfo en el US Open, donde el escocés alcanzó su primera final de un Grand Slam. Cayó ante Federer. La semana pasada, Murray ganó a Nadal en el torneo de exhibición de Abu Dhabi.