Siguiendo el ritmo de artículos, hoy no tocaría Quién fue. Iba a escribir este artículo como Qué fue de…, pero creo que es mejor hacerlo de esta manera. El otro día, en los comentarios del artículo de Maguy, ruomalg casi me la destripa, pero en realidad no era difícil relacionar la historia de aquel futbolista marfileño con la del protagonista de hoy. La historia que os traigo es rocambolesca. También me recuerda un poco a la de Ivan Renko, el inexistente jugador de baloncesto al que buscaron en Estados Unidos y que tan bien nos contó Tim Siglo XXI. Pero esta es, creo, más curiosa. Es la increíble historia de Ali Dia.

Southampton, Inglaterra, 1996. El entrenador del equipo local, Graeme Souness, antigua leyenda del Liverpool y de la selección escocesa, recibe una llamada telefónica. Al otro lado del aparato, alguien que dice ser nada menos que George Weah, mítico delantero liberiano, en aquel entonces en las filas del AC Milan. El motivo de la llamada no es otro que recomendarle a Souness (recordad que en Inglaterra fichan los entrenadores) que contrate a un primo suyo, que se llama Ali Dia y que tras jugar en el Paris Saint-Germain se había quedado sin equipo. Este Weah alabó las condiciones de su primo, explicándole a Souness que Dia era internacional con Senegal, habiendo disputado 13 partidos con una de las selecciones punteras de África. El técnico escocés vio una gran oportunidad de fichar a un talento del fútbol africano y cuando Ali Dia se presentó en Southampton, fue fichado con un contrato de un mes.

La historia hubiera sido menos famosa si la suerte no hubiera querido que el día del debut previsto de Dia, un amistoso del equipo reserva del Southampton frente al del Arsenal, no se suspendiera a causa de las intensas lluvias. Sin poder haber visto apenas a Ali Dia en acción, Souness lo convocó para un partido de Liga, de la todopoderosa Premier League. Le dieron el dorsal 33.

El día llegó. Fue el 23 de noviembre de 1996. El escenario, el estadio Elland Road de Leeds, donde el equipo local recibía al Southampton. En el minuto 33, el mito, la leyenda, el más grande jugador de la historia del Southampton, Matthew Le Tissier, se lesionaba. Souness (en la foto bajo estas líneas) dio entrada para sustituirle al prometedor fichaje que acababan de hacer: el internacional senegalés Ali Dia. Y el caso es que al poco de entrar, en una ocasión de los Saints, Ali Dia llegó a tirar a puerta con cierto peligro. Pero la realidad era muy diferente. Ali Dia estaba descolocado, se movía como un pollo sin cabeza, era como si… como si no fuera futbolista. Souness no aguantó mucho, ya que lo sustituyó antes de que el partido acabara. El Southampton perdió ese día 2-0.

Al día siguiente, Ali Dia no apareció por el campo de entrenamiento. Dijo que iba a tratarse de una lesión. No se le volvió a ver por allí. Y fue entonces cuando se descubrió el pastel. George Weah, el verdadero George Weah, dijo que ni tenía un primo que se llamara Ali Dia ni que había llamado a Graeme Souness en su vida. Resulta que Ali Dia, nacido en Dakar, capital de Senegal, en agosto de 1965, no había jugado en su vida a nivel profesional. Había pasado por un puñado de equipos semiprofesionales franceses, fineses y uno alemán hasta llegar a Inglaterra en 1996 a Inglaterra para jugar en un equipo amateur llamado Blyth Spartans. El supuesto George Weah no era sino un compañero de Ali Dia en la Universidad de Northumbria, donde estudiaba. Se entiende entonces que el entonces entrenador del Blyth, Peter Harrison, se quedara anonadado cuando un domingo de noviembre se sentó delante de la tele para ver Match of the Day (el Estudio Estadio inglés) y vio al senegalés que jugaba hasta hace poco antes con ellos. Otra opinión interesante fue la de Matt Le Tissier, el capitán del Southampton. Después de los hechos, admitió sentirse sorprendido por ver tan pronto a Ali Dia convocado con el primer equipo y recuerda que en su único partido con los Saints parecía «Bambi sobre hielo. Daba un poco de vergüenza verlo».

Se volvió a saber de Ali Dia cuando poco después de estos hechos, fichó por otro equipo no profesional, el Gateshead, donde ocho partidos. De su vida se sabe poco más. Se licenció en 2001 en la Universidad de Northumbria y al parecer, según he podido encontrar por ahí, trabaja para una empresa llamada G02 Football Representation, una suerte de agencia de jugadores.

Hoy en día es imposible, en mi opinión, que pase algo así. YouTube, la Wikipedia, las redes sociales, las bases de datos, las webs oficiales de los equipos e Internet en general impiden que alguien engañe de tal manera a un equipo profesional de la que quizá sea la liga más poderosa del mundo. Pero antes de que llegaran del todo las nuevas tecnologías, hubo un senegalés que logró jugar un partido de la Premier sin ser profesional.

Os dejo con este vídeo donde se cuenta muy bien la historia de Ali Dia. Está en inglés, eso sí. En él podréis ver unas declaraciones del propio Ali Dia, diciendo que él podía probar que era un buen jugador:

Espero que os haya gustado esta extraña historia de lunes. Mañana volvemos con más deporte.