Botas de baloncesto del modelo ‘The Pump’ (WIKIPEDIA)
Hace poco más de un mes os traje al blog un artículo sobre las Converse All Star. Este mes voy a hablar de nuevo de unas míticas zapatillas, que triunfaron a finales de los 80 y principios de los 90. Son las Reebok Pump.
Reebok, compañía nacida en Reino Unido pero con sede en Estados Unidos, dio una auténtica campanada en 1989. En pleno dominio de las Air Jordan, esta firma revolucionó el mercado con un invento revolucionario. Paul Litchfield, por parte de Reebok, se alió con Design Continuum, una firma de diseño industrial para crear The Pump.
Se trata de una especie de botón situado en la lengüeta de la bota que, al ser presionado, inflaba una cámara de aire interior que permitía un mayor ajuste del calzado al pie. El botón tenía forma de balón de baloncesto.
Pese a que eran bastante caras (en torno a un 150% más caras que las siguientes en el escalafón de precios), arrasaron, entre otras cosas gracias a jugadores como Dominique Wilkins. Otro golpe de efecto fue cuando Dee Brown, de los Celtics, ganó el concurso de mates de la NBA calzando unas Pump. Antes de cada mate, Brown inflaba sus zapatillas para garantizar la máxima penetración en la audiencia.
El éxito de las botas de baloncesto llevó a Reebok a crear modelos para otros deportes como el fútbol americano o el tenis, donde las Pump también arrasaron. Michael Chang o Arantxa Sánchez-Vicario llevaron la versión tenística de las Pump, en las que el botón era una pelota de tenis, claro está.
Además del modelo con el botón en la lengüeta, Reebok sacó otro con botón en la zona del tobillo. Y además de en las canchas, las Pump arrasaron también en la calle: se conviertieron en algo así como el calzado oficial del hip hop.
Años, muchos años después, Reebok ha vuelto a sacar una línea de las Pump, las llamadas Pump 2.0, si bien las de ahora se hinchan solas, con el movimiento del atleta al caminar. Pero no tienen, ni de lejos, el encanto de las antiguas.
Os dejo con un anuncio de las Pump protagonizado por Dominique Wilkins:
Hasta mañana.