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Elementos para la historia. Espada, sable y florete: las armas de la esgrima

De izquierda a derecha, florete, espada y sable (WIKIHOW).

De izquierda a derecha, florete, espada y sable (WIKIHOW).

El post de hoy es bastante didáctico, la verdad. Trata de un deporte poco tratado en el blog como es la esgrima, pero de gran tradición. Lo que voy a contar es más o menos los tipos de arma. Espero que os resulte interesante.

Como seguramente sepáis, en esgrima hay tres categorías o armas: florete, espada y sable. Vamos a conocer algo más de cerca los orígenes de estas armas.

Florete: el origen del florete hay que encontrarlo en el siglo XVIII. Su origen es el menos bélico de todos, ya que fue concebida en Francia como un arma de entrenamiento, sin capacidad de herir. Está inspirada en el espadín o espada complementaria. Para evitar las heridas, a las espadas se les ponía en la punta un pequeño nudo que en francés se llamaba ‘fleuret’ (porque tenía forma de capullo de flor) y de ahí el nombre actual del arma.

En la esgrima moderna, pesa medio kilo y mide 1,1 metros. Los tocados sólo se pueden hacer con la punta, igual que en el caso de la espada. La zona de ataque se ciñe exclusivamente al torso del rival, excluyendo extremidades y cabeza. Rapidez, habilidad y destreza son las características deseadas para el tirador de florete.

Espada: está inspirada en la espada ropera o de duelo, la típica arma blanca de las películas de mosqueteros.

Concentración y destreza son fundamentales para un buen tirador de espada, ya que en este formato, la zona de ataque es absolutamente todo el cuerpo del rival, incluida la cabeza. Respecto a las dimensiones, la espada puede ser más pesada que el florete (un máximo de 0,7 kilos) y mide 1,1 metros. La sección de la hoja es triangular y la cazoleta, de 13,5 centímetros de diámetro, es mayor que en caso del florete.

Sable: el sable es, comparado con las otras dos armas, la más diferente. Para hallar los orígenes del sable hay que viajar a Oriente. Fueron los soldados de caballería turcos los que lo introdujeron en Europa. Pero a nivel deportivo fue el italiano Italo Santelli el que adoptó el sable a la esgrima moderna a finales del XIX, habiendo aprendido sus técnicas en Hungría, otro de los países de más tradición de este arma.

A diferencia de florete y espada, los tocados se pueden hacer no sólo con la punta, sino también con el filo. La zona de tocado, por cierto, es toda la parte superior del cuerpo del rival, es decir, de cintura para arriba, incluyendo la cabeza. Por ambos motivos, los combates de sable son rápidos y espectaculares, pues es más la más ofensiva de las armas. El sable pesa medio kilo como máximo y mide 105 centímetros. El protector de la mano es también diferente, ya que se curva en paralelo a la empuñadura.

Os dejo con un vídeo en el que Mike Pederson, seleccionador olímpico estadounidense, explica cómo es cada arma. Está en inglés, pero si no lo entendéis, las imágenes son bastante elocuentes:

Hasta mañana.