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Atuendos para la historia. Los pantalones de la NBA que desterraron a los ‘shorts’ gracias a Michael Jordan

Michael Jordan, en un partido de la final de la NBA de 1992, con el típico gesto que dio pie al cambio de diseño de los pantalones en la competición (Getty).

El artículo de este viernes es de los más curiosos que he dedicado al tema de los atuendos y equipaciones deportivas. Vamos a hacer un breve análisis de cómo y por qué los pantalones de la NBA crecieron en su longitud.

Desde los orígenes del deporte del baloncesto, el uniforme consistía en camiseta sin mangas y pantalón corto. Pero no hace falta irse tan lejos. Si pensamos en el baloncesto de los 70 y los 80, todos recordaremos esos shorts tremendamente cortos que se lucían en las canchas de todo el mundo. Pero todo eso cambió.

Fue a finales de los 90 y todo fue por iniciativa del que, para muchos, es el mejor jugador de todos los tiempos: Michael Jordan. El jugador de los Bulls tenía una manía recurrente en sus partidos: cuando había una pausa, solía agacharse y agarrarse al extremo de su pantalón para tomar aire (como veis en la foto sobre estas líneas).

El problema es que los pantalones de aquella época eran demasiado cortos para que Jordan pudiera acomodarse en su típica postura, por lo que habló con Champion, por aquel entonces la compañía encargada de confeccionar la ropa deportiva en la NBA, para que estos pantalones fueran más largos.

Esta historia no está confirmada, así como tampoco otra variante (Jordan quería lucir bajo sus pantalones unos más cortos, de la suerte, y por eso pidió que los de juego fueran más largos), pero de alguna manera se acepta que fue Jordan el impulsor de este cambio en la estética de la NBA, que por supuesto, se hizo extensiva todo el mundo (con la excepción de John Stockton, base de los Utah Jazz, famoso por su amor por los shorts cortitos de toda la vida).

La cosa fue más allá. A principios de los NBA, se produjo otro impacto estilístico propiciado por los Fab Five (los ‘fabulosos cinco’), que es el apodo que recibieron los jugadores de los Wolverines de la Universidad de Michigan, a saber: Chris Webber, Jalen Rose, Juwan Howard, Jimmy King y Ray Jackson.

Estos jugadores impulsaron un tipo de pantalón más largo aún, casi por debajo de la rodilla, muy ancho, muy al estilo de los partidos en la calle. Fueron también los impulsores de la moda de llevar calcetines negros en lugar de los clásicos blancos.

Esta moda de ‘pantalonazos’ se trasladó a la NBA, donde jugadores como Allen Iverson, LeBron James o Carmelo Anthony se sumaron sin dudarlo.

Pero como sabéis, en la moda todo son ciclos, y últimamente, esos baggy shorts de rapero de suburbio ya no se llevan tanto y los pantalones han vuelto a reducirse, no tanto como en los 70 y 80, pero notablemente respecto a modas más recientes.

Entre los motivos, se esgrime la comodidad o poder lucir los tatuajes de las piernas. LeBron James, por ejemplo, ha dicho que dan un aspecto más profesional.

Espero que os haya gustado el artículo. Hasta mañana.

Atuendos para la historia. Air Jordan: la historia de un mito y sus zapatillas

Una imagen del primer modelo de Air Jordan, de 1985 (WIKIPEDIA).

Una imagen del primer modelo de Air Jordan, de 1985 (WIKIPEDIA).

Pues tras hablar de las All Star y de las Reebok Pump, vamos a cerrar el círculo con la otra gran marca deportiva y una de las más destacadas en el mundo del baloncesto. Sobre todo, porque lleva el nombre del más grande. Son las Air Jordan.

En 1984, Michael Jordan debuta en la NBA. Su llegada es muy esperada. El jugador había calzado Converse en su etapa en la Universidad, pero llegaba a la cima con la voluntad de cambiar. Su ideal era Adidas, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto. La marca alemana estaba en pleno proceso de reconversión y no estaban dispuestos a apostar por un novato, por muy prometedor que fuera.

Jordan se reunió con Converse después. La firma ya calzaba a grandes estrellas como Magic Johnson, Larry Bird o Julius Erving. Le ofrecieron a Jordan equipararlo económicamente a estos jugadores. Pero Jordan, su agente y su padre pidieron más. Converse no se lo podía permitir (porque empezaba su declive y porque no podía agraviar a sus estrellas) y las negociaciones se rompieron.

Así las cosas, apareció Nike. Era una firma joven, que acaba de cosechar un gran éxito en los Juegos de Los Ángeles con Carl Lewis pero que quería dar un paso más allá. Contactaron con Jordan y lo invitaron a sus instalaciones en Oregon. Lo primero que hicieron fue escuchar a Jordan: le dijeron que sí a lo que el escolta les pidió en materia de diseño. Le ofrecieron un contrato de 500.000 dólares al año por cinco temporadas. Jordan aceptó con una condición: que le dejaran pedirle a Adidas una contraoferta. Si la igualaban, Jordan firmaba por los alemanes. No lo hicieron y Jordan y Nike sellaron una alianza que haría historia.

El logo de Air Jordan (WIKIPEDIA).

El logo de Air Jordan (WIKIPEDIA).

Nike se volcó con Jordan y creó una marca, Air Jordan, y un logotipo para el jugador, el famoso ‘Jumpman’, la silueta de Jordan, con las piernas abiertas y un balón en la mano izquierda, dando un salto hacia canasta. Esa silueta salió de un reportaje que se había hecho Jordan antes de los Juegos de 1984 (cuando aún no había firmado con Nike) para la revista Life. Los ejecutivos de Nike repitieron la foto y así nació el logo. En realidad, Jordan no va a hacer ningún mate. Simplemente saltó hacia arriba y abrió las piernas.

Las primeras Air Jordan salieron esa temporada. Llevaban el ‘swoosh’ de Nike y el dibujo de unas alas en el tobillo. El primer diseño llevaba los colores rojo y negro, los de los Chicago Bulls. La NBA tenía unas normas acerca de los colores de las zapatillas y este modelo las contravenía. Así que cada vez que saltaba Jordan con esas zapatillas a la cancha, le caía una multa de 5.000 dólares. Nike se hacía cargo de ese pago. Era un precio irrisorio para una campaña de publicidad tan involuntaria como inmejorable. Pese al alto precio de mercado de las zapatillas (65 dólares de entonces) y no salir a la venta hasta marzo de 1985, se vendieron como churros. Y la publicidad ‘real’, era fantástica: «El 15 de septiembre, Nike creó una zapatilla de baloncesto revolucionaria. El 18 de octubre, la NBA las prohibió para los partidos. Afortunadamente, la NBA no puede impedir que tú las lleves».

Las Air Jordan VII, que Michael llevó en los Juegos de 1992 (WIKIPEDIA).

Las Air Jordan VII, que Michael llevó en los Juegos de 1992 (WIKIPEDIA).

A los dos meses, ya se habían vendido zapatillas Air Jordan por valor de 70 millones de dólares. Un año después, los beneficios de esa gama eran de más de 100 millones. A partir de 1987, cada año se sacaba un nuevo modelo de Air Jordan (las primeras en llevar el logo de ‘Jumpman’ fueron las de 1988). En este enlace podéis ver todos los modelos, hasta el último, que salió el pasado mes de septiembre.

A día de hoy, las Air Jordan están en las pies de jugadores como Carmelo Anthony, Chris Paul, Russell Westbrook o Blake Griffin y también las llevaron otros como Dwayne Wade o Kobe Bryant. Se estima que se venden, cada año, 2.500 millones de dólares en zapatillas Air Jordan. El 58% de las zapatillas de baloncesto que se venden en Estados Unidos son Air Jordan, porcentaje que sube al 77% si hablamos de modelos infantiles. En definitiva, unas cifras que deberían hacer que alguien en Adidas y en Converse siga dándose cabezazos contra la pared. Desde hace 30 años.

Os dejo con un curioso vídeo. Todos los anuncios de televisión de las Air Jordan:

Hasta mañana, que habrá sorpresa.

Santuarios del deporte. United Center de Chicago: la casa de Dios y el nuevo hogar de Pau

Interior del United Center, en un partido entre los Bulls y los NY Knicks (WIKIPEDIA)

Interior del United Center, en un partido entre los Bulls y los NY Knicks (WIKIPEDIA)

Pues apagadas ya las cenizas del Mundobasket, lo que empieza es la cuenta atrás para el arranque de la temporada del baloncesto. Hoy vamos a hablar de NBA y en concreto de una cancha que, esta temporada, va a atraer como nunca las miradas de los aficionados españoles. Y es que no es otra que la casa de los Chicago Bulls, el nuevo hogar de Pau Gasol y en el que todavía tiene un lugar preferencial el número 1 de la historia: Michael Jordan. Nos vamos a Chicago para hablar del United Center.

Nombre oficial: United Center

Ubicación: 1901 West Madison Street, Chicago, Illinois, Estados Unidos.

Capacidad: 23.129 espectadores (zonas de pie incluidas) para baloncesto, 22.428 para hockey hielo.

Año de inauguración: 1994.

Propietario: United Center Joint Venture (participada al 50% por los Bulls y los Blackhawks).

Deportes: Baloncesto y hockey hielo.

Exterior del United Center (WIKIPEDIA).

Exterior del United Center (WIKIPEDIA).

Más cosas: Pues estamos ante uno de los más míticos escenarios del baloncesto mundial, entre otras cosas porque es la casa de uno de los más exitosos equipos, los Chicago Bulls y, por extensión, el lugar donde estableció su dominio el mítico Michael Jordan. Esta temporada vamos a tener muchas noticias sobre él, ya lo veréis, porque Pau Gasol se estrena este año como jugador de los Bulls.

Aunque no es la cancha con mayor capacidad de Estados Unidos, sí es la más grande en cuanto a extensión ocupada, merced a los casi 90.000 metros cuadrados que comprende. Los equipos de baloncesto y de hockey hielo de la ciudad de Chicago, esto es, los Bulls y los Blackhawks, formaron una ‘joint venture’ para gestionar la cancha, que fue construida entre 1992 y 1994 e inaugurada este último año, en concreto el 18 de agosto (acaba de cumplir, por ende, 20 años). Construirlo costó 175 millones de dólares de entonces. En 2009 fue sometido a su primera gran renovación interior y este año se han acometido obras en el exterior.

'The Spirit', la estatua dedicada a Jordan en el exterior del United Center (WIKIPEDIA)

‘The Spirit’, la estatua dedicada a Jordan en el exterior del United Center (WIKIPEDIA)

Precisamente es en el exterior donde se encuentra uno de los elementos más característicos del United Center: se trata de ‘The Spirit’, la estatua de 3,7 metros de altura dedicada a Michael Jordan. Construida en bronce sobre una piedra de granito negro, representa al eterno 23 de los Bulls instantes antes de hacer un mate. Se instaló en noviembre de 1994, coincidiendo con la primera temporada activa del United Center. Es obra del escultor de origen israelí Omri Amrany y su esposa Julie Rotblatt y está junto a la puerta 4 de acceso a la cancha. Aunque en un principio fue muy criticada, engtre otras cosas por el imperdonable detalle de no representar a Jordan con la boca abierta y la lengua fuera, los éxitos postgeriores de los Bulls lo conviertieron en un lugar de peregrinación para fans y turistas y está considerado como uno de los monumentos deportivos más fotografiados de Estados Unidos.

Además de la de Jordan, hay otras dos estatuas en el exterior, dedicadas a dos leyendas del equipo de hockey, los Blackhawks, en concreto a Stan Mikita y a Bobby Hull.

Además del deporte, el United Center acoge más de 200 eventos anuales y ha sido escenario de importantes conciertos, como Bob Dylan, U2, Shakira, Coldplay, Madonna, Phil Collins, The Who, los Rolling Stones, Bruce Springsteen, Green Day o Barbra Streisand.

Por último, os dejo un vídeo que muestra como se vive una previa de un partido de los Bulls en casa:

Hasta mañana.