Portada del libro dedicado a Jimmy Greaves por su 65 aniversario (TERRY BAKER).
Vamos a cerrar esta semana en la que hemos cambiado de año con un futbolista cuyo nombre deberíais conocer todos aquellos que améis el fútbol de las islas británicas. Se trata de uno de sus más míticos jugadores y un sinónimo de gol. Es Jimmy Greaves.
El 20 de febrero de 1940 nace en Manor Park, Londres, James Peter Greaves. Empieza a jugar al fútbol de niño, en el colegio, cuando un ojeador del Chelsea FC lo descubre. Se incorpora a los ‘blues’ en 1955, con tan sólo 15 años. Muy pronto hace valer sus enormes condiciones como delantero centro goleador y sólo dos años después, con 17, debuta con el primer equipo del Chelsea. Es el 24 de agosto de 1957 y el escenario es White Hart Lane, estadio del Tottenham. Greaves marcó ese día y el resultado fue de 1-1. Es significativo que su debut y su primer gol llegara en ese estadio. Greaves aún no lo sabía, pero White Hart Lane sería su auténtica casa, donde se convertiría en leyenda.
Cerró su primer año en el Chelsea como máximo goleador del equipo (22 goles en 37 partidos). Al año siguiente (58/59), acabó como máximo goleador del campeonato (32 goles en 44 partidos). Al año siguiente logró 29 goles en 40 partidos y al siguiente, de nuevo fue el máximo goleador del campeonato con 41 tantos en 40 partidos. Estas espectaculares cifras contrastan con las discretas temporadas del Chelsea, aunque a Greaves le valen para convertirse en el jugador más joven de la historia en marcar 100 goles en Liga (con 20 años y 290 días) y para debutar con la selección inglesa, el 17 de mayo de 1957 ante Perú, partido en el que también marcó un gol.
En junio de 1961, Jimmy Greaves fue contratado por el AC Milan italiano. El precio del traspaso era de 80.000 libras esterlinas. La aventura salió mal desde el principio: Greaves no veía con buenos ojos salir de Inglaterra. El entrenador del Milan, Nereo Rocco, tenía unos métodos muy estrictos que le daban poco margen de libertad y no se llevaban muy bien. Greaves marcó nueve goles en 14 partidos, incluido uno en el derbi ante el Inter. Sea como fuere, decidió regresar a Inglaterra.
En diciembre de 1961, Jimmy Greaves firmaba por el Tottenham por 99.999 libras esterlinas (el precio no fue casual: los dirigentes de los Spurs eligieron esta cifra para no ponerle a Greaves la presión de ser el primer jugador de 100.000 libras). El día de su debut hizo un hat-trick (uno de los goles, de chilena). En la 62/63 acabó como máximo goleador, con 37 tantos en 41 partidos. Además, coronó esa temporada con un título europeo: la Recopa. El Tottenham derrotó en Rotterdam al Atlético de Madrid (campeón del año anterior) por 5-1, con dos tantos de Greaves. Era el primer equipo británico que ganaba un título europeo. Al año siguiente, de nuevo Greaves se coronaba como máximo goleador de la Liga inglesa (35 goles en 41 partidos) y repitió de nuevo en 1965 (29 goles en 41 partidos).
En 1966, Jimmy Greaves llegaba como gran estrella de la selección inglesa para disputar el Mundial que se celebraba en su casa. Ya había jugado el de 1962 y era uno de los fijos del seleccionador Alf Ramsey. Fue titular en los partidos de la primera fase, pero en el tercero, ante Francia, sufrió una aparatosa herida en la barbilla (causada por los tacos de un jugador galo) que le supuso 14 puntos de sutura. Geoff Hurst lo suplió con mucho éxito en el siguiente partido (cuartos), y Ramsey prefirió no tocar el once hasta la final. A consecuencia de ello, Jimmy Greaves se quedó sin disputarla. Para más inri, sólo se le daban medallas a los once jugadores que la disputaban, de modo que se quedó sin ella. Ese día fue uno de los más dolorosos de la carrera de Greaves y al parecer, fue el comienzo de su peor problema: el alcoholismo.
Greaves, en una imagen tomada en 2007 (WIKIPEDIA).
Greaves dejó el Tottenham en 1970 con 220 goles ligueros, dos FA Cups, dos Charity Shields y una Recopa de Europa. En 1970, como os decía, los Spurs lo usaron en la operación para contratar a Martin Peters, del West Ham, de modo que Greaves pasó a jugar en los ‘hammers’. Su alcoholismo se agudizó y llegó a ser despedido del club londinense en 1971. Empezó a ganar peso y se alejó de los terrenos de juego. Bebía 20 pintas de cerveza y una botella de vodka cada día. En 1975 decidió intentar recuperarse y lo hizo a través del fútbol, en concreto en el Brentwood Town, de categoría no profesional. Pero su adicción no remitía y en 1977, tras un episodio de ‘delirium tremens’, llegó a ser ingresado en una clínica psiquiátrica para intentar desintoxicarse. Tras unos años jugando en equipos no profesionales, decidió dejar el fútbol en 1979.
Los medios de comunicación le sirvieron para encauzar su vida. Fue columnista de The Sun y comentarista para diferentes televisiones. Ha escrito varios libros y en la actualidad se dedica a dar charlas acerca de su carrera a empresas o particulares. En 2009, por cierto, la FA consiguió que la FIFA entregara medallas de campeones del mundo a todos los miembros del equipo inglés de 1966 y el entonces primer ministro, Gordon Brown, se la entregó a Greaves. Éste, no obstante, la subastó hace unas semanas y obtuvo 44.000 libras a cambio.
Jimmy Greaves sigue siendo el cuarto jugador inglés con más goles con su selección, el jugador con más goles de la historia de la liga inglesa y el jugador que más veces se proclamó máximo goleador. Un nombre, como veis, que merece la pena recordar.
Os dejo con un vídeo de goles de Greaves:
Buen fin de semana.