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Los Allahakbarries: el equipo de escritores fundado por el autor de 'Peter Pan'

Foto de grupo de los Allahakbarries (Dominio público).

Foto de grupo de los Allahakbarries (WIKIPEDIA).

Vamos a cerrar la semana con un artículo bastante curioso, porque está dedicado a un equipo formado por deportistas más bien mediocres, pero que a cambio eran unos tremendos talentos en otro campo, el de la literatura. Vamos a hablar de los Allahakbarries.

J. M. Barrie no merece presentación. Nacido en 1860 en Escocia, es mundialmente famoso por ser el creador de Peter Pan (el título de la novela era Peter Pan, el niño que no quería crecer, y también se difundió con el nombre Peter y Wendy). Barrie era un fanático del cricket, así que decidió crear un equipo en 1890.

Barrie no buscaba buenos jugadores. En su fundación afirmó buscar «hombres casados, porque me gustaban sus mujeres, y hombres solteros, por lo extraño de su apariencia». En realidad, en torno a este equipo se unieron algunos de los mejores escritores británicos de todos los tiempos: Arthur Conan Doyle (creador de Sherlock Holmes y que precisamente era el único jugador decente), Rudyard Kipling (El libro de la selva, El hombre que pudo reinar), H. G. Wells (La máquina del tiempo, El hombre invisible, La guerra de los mundos), P. G. Wodehouse (creador de los personajes de Bertie Wooster y Reginald Jeeves), G. K. Chesterton (autor de las novelas del padre Brown), A. A. Milne (creador de Winnie the Pooh), E. W. Hornung (cuñado de Conan Doyle y creador de las novelitas del ladrón de guante blanco A. J. Raffles) o A. E. W. Mason (autor de Las cuatro plumas), entre otros. Es decir, casi nada.

Decidieron llamarse Allahakbarries, en un juego de palabras entre la expresión árabe ‘Allah Akbar’ (también ‘Allahu Akbar’) y el apellido del impulsor. Eligieron tal nombre porque creían, equivocadamente, que ‘Allah Akbar’ significaba en árabe ‘Que el cielo nos ayude’ (en referencia a lo malos que eran), cuando en realidad, como bien sabemos ahora, significa ‘Dios -Alá- es grande’. Su motivación era, simplemente, jugar por jugar, sin importar los resultados.

Barrie escribió un libro de 40 páginas con normas y glosas sobre los miembros, que fue publicado de manera privada en 1890 y de manera pública en 1899. La aventura de los Allahakbarries duró 23 años, ya que en 1913, la I Guerra Mundial acabó con este equipo de pésimos jugadores pero de brillantes literatos.

Hace unos años se ha publicado un libro sobre este equipo, titulado Peter Pan’s First XI: The extraordinary story of J. M. Barrie’s cricket team, firmado por Kevin Telfer y que glosa las aventuras de los Allahakbarries a partir de los escritos del propio Barrie.

Espero que os haya gustado el artículo. Hasta el miércoles.

Qué fue de… Sachin Tendulkar: el 'Messi' del cricket

Sachin Tendulkar, en un acto en 2015 (WIKIPEDIA).

Sachin Tendulkar, en un acto en 2015 (WIKIPEDIA).

Hoy vamos a volver al cricket, ese desconocido deporte en España que se estima que tiene 2.500 millones de fans en todo el mundo (lo que lo convertiría, tras el fútbol en el segundo más seguido -aunque tengo mis dudas-). Sea como sea, gran parte del éxito de este deporte se debe a que es el más seguido en la India, donde viven casi 1.300 millones de almas. De este país vamos a traer al blog a una de sus principales estrellas, recién retirada: Sachin Tendulkar.

¿Quién era?: Un jugador de cricket indio de finales de los 80 y principios de esta década.

¿Por qué se le recuerda?: Aunque en España no sea conocido, en India Tendulkar es una auténtica estrella de primer nivel, un ídolo mundial, y es que está considerado como uno de los mejores bateadores de la historia, comparado incluso con el mítico Donald Bradman (si Tendulkar es Messi, Bradman sería Pelé. Algún día os hablaré del ‘Maradona’ del cricket -por juego, no por vida privada-).

¿Qué fue de él?: Se retiró en 2014. Su último club fue el Marylebone Cricket Club de Londres. Tendulkar administra su inmensa fortuna en distintas inversiones. Así, tiene dos restaurantes en Bombay (ahora se dice Mumbai, por cierto), llamados Sachin’s y Tendulkar’s. Posee un equipo de fútbol de la Super Liga India (el Kerala Blasters) y es y ha sido imagen de innumerables firmas: Coca Cola, Pepsi, Adidas, Visa, Philips, Castrol, Toshiba, Sanyo, Colgate, Canon, ESPN, FIAT… Pero esto no es todo. Desde 2012, es diputado en el Rajya Sabha, la Cámara Alta de la India. Además, tiene una ONG que se hace cargo de 200 niños pobres cada año en Bombay. Lo podéis seguir en Twitter.

¿Sabías qué…?: Es el jugador de cricket más rico del mundo y ocupa el puesto 51º en la lista de ganancias de todos los deportes.

Tendulkar celebra un punto en 2008 (WIKIPEDIA).

Tendulkar celebra un punto en 2008 (WIKIPEDIA).

– Para que os hagáis una idea de su fama, se han escrito una docena de libros dedicados a su biografía. Uno de ellos se titula así: Si el cricket es una religión, Sachin es Dios.

– Acaba de publicar su autobiografía.

– Ha protagonizado su propio cómic, en el que aparece como superhéroe.

– Su caché publicitario es de asustar: por ejemplo, la empresa de moda Iconix le pagó por tres años 26 millones de dólares.

– El Gobierno de la India publicó un sello con su imagen y le ha condecorado seis veces.

– Ostenta el récord de carreras en tests y en internacionales de un día y es el único jugador que ha superado las 30.000 carreras en su trayectoria profesional internacional.

– Tendulkar tiene un fanático llamado Sudhir Kumar Chaudhary que desde 2003 ha asistido a todos y cada uno de los partidos que ha jugado la selección india. Va pintado con los colores de la bandera india y el nombre de Sachin Tendulkar. Sin oficio conocido, vive de aportaciones desinteresadas de la gente.

– Mide 1,65 metros.

– Tiene 9,6 millones de seguidores en Twitter.

Biografía, palmarés, estadísticas: Sachin Ramesh Tendulkar nació el 24 de abril de 1973 en Bombay, India. Es profesional desde 1987, con apenas 15 años. Se retiró en 2014. Ha jugado para el Mumbai (entre 1988 y 2013), con un paso por el Yorkshire inglés en 1992, entre 2008 y 2013 jugó en los Mumbai Indians y en 2014, en el Marylebone Cricket Club. Su palmarés es extensísimo, pero destacaré un Mundial con su país en 2011.

Os dejo con un documental sobre Tendulkar:

Hasta mañana.

Quién fue… la increíble historia del equipo de aborígenes australianos de 1868

El equipo aborigen, en una foto tomada en Melbourne en 1866 (WIKIPEDIA).

El equipo aborigen, en una foto tomada en Melbourne en 1866 (WIKIPEDIA).

De vez en cuando, traigo al blog historias de ese deporte masivo pero desconocido que es el cricket. La de hoy creo que os va a gustar por su originalidad. Es la historia del equipo de aborígenes australianos que hizo un tour por Inglaterra en 1868.

Australia es una superpotencia del cricket, como supongo que sabréis. El deporte llegó con los colonizadores ingleses y arraigó pronto. A partir de la segunda mitad del siglo XIX, empezaron a disputarse partidos entre colonos y aborígenes. Los nativos australianos se adaptaron muy bien al deporte por su fisionomía, por lo que en las grandes explotaciones ganaderas del joven país, en las que trabajaban blancos y aborígenes, se disputaban partidos amistosos. Así, dos personas, William Reginald Hayman y Tom Wills, decidieron formar un equipo de aborígenes.

Este equipo debutó el ‘Boxing Day’ (26 de diciembre) de 1866 en Melbourne, donde atrajeron a 8.000 espectadores. Se planeó un tour por Inglaterra, pero por problemas financieros no se pudo realizar. Así que no fue hasta 1868 cuando el jugador Charles Lawrence se convirtió en mánager y entrenador de los aborígenes y se pudo organizar la gira.

Estos son los nombres de aquellos aventureros: Unaarrimin, Bullchanach, Ballrin, Jungunjinanuke, Zellanach, Bripumyarrimin, Brimbunyah, Murrumgunarriman, Pripumuarraman, Grougarrong, Boninbarngeet, Arrahmunijarrimun y Jallachniurrimin. Algunos de ellos tenían nombres occidentalizados, como por ejemplo Unaarrimin, también conocido como Johhny Mullagh, que a la sazón era la estrella del equipo.

El equipo llegó a Inglaterra en mayo de 1868. Imaginad el efecto que causaron. Para muchos ingleses, era la primera vez que veían a alguien que no fuera blanco. No muchos años antes, Charles Darwin había publicado El Origen de las Especies y el mundo moderno estaba en pleno debate sobre la evolución. La prensa no fue ajena al impacto de la llegada de un grupo de aborígenes a la metrópoli y emplearon, a veces, un lenguaje que hoy nos avergonzaría:

Su cabellos y barbas son negras y ásperas, sus pieles varían en los tonos de oscuridad y la mayoría de ellos tienen expandidas las fosas nasales. Habiendo sido criados en la selva por colonos europeos y en materia agrícola, están perfectamente civilizados y familiarizados con el idioma inglés. (The Times).

Es muy interesante y curioso ver, mezclados en un partido amistoso en la parte históricamente más sajona de nuestra isla, a representantes de dos razas tan alejadas una de otra como el inglés moderno y el aborígen australiano. Aunque muchos de ellos son ‘bushmen’ (hombres de la selva) nativos, y todos son tan negros como la noche, estos sujetos indígenas están, a todos los efectos, bien vestidos y en su sano juicio. (The Daily Telegraph).

En efecto, este interés cuasi científico fue lo que provocó que en el primer partido que disputaron se citaran en The Oval nada menos que 20.000 personas. Tras cada partido, los aborígenes realizaban exhibiciones de lanzamiento de bumerán y lanza, y Jungunjinanuke, además, invitaba a los espectadores a que le lanzaran pelotas, que él tenía que despejar con su escudo.

Durante seis meses de gira, los aborígenes disputaron 47 partidos, de los que ganaron 14, perdieron 14 y empataron 19. Tuvieron alguna dificultad, como por ejemplo la muerte de Bripumyarrimin de tuberculosis durante la gira, o la enfermedad de Ballrin y Jallachniurrimin, que les obligó a regresar a Australia antes de tiempo. Pero también tuvo sus cosas buenas. Por ejemplo, Unaarrimin se reveló como un bateador fuera de serie.

Tras un largo viaje, el equipo llegó a Sydney en febrero de 1869. Jugaron un partido más y el equipo se disolvió. Unaarrimin, también conocido como Johnny Mullagh, se convirtió en jugador profesional del Melbourne Cricket Club. Y una ley de ese año, que prohibió que los aborígenes salieran de la isla sin permiso expreso de las autoridades, acabó con iniciativas similares.

Esta historia llegó antes de tiempo, quizá. 120 años después, en 1988, otro grupo de aborígenes imitó la hazaña de los Unaarrimin y compañía y repitió la gira de sus antecesores, partido por partido. Y en 2002, un documental contó la historia de estos pioneros.

Os dejo con una curiosa canción dedicada a este equipo y más en concreto, a Johnny Mullagh / Unaarrimin:

Que paséis buena noche, amigos. Os deseo una Feliz Navidad. Os aviso de que mañana, día de Navidad, no habrá post, así que volvemos a vernos el lunes 28.

Quién fue… W. G. Grace: el Cristiano o el Messi de la época victoriana

W. G. Grace, a finales de la década de 1880 (WIKIPEDIA).

W. G. Grace, a finales de la década de 1880 (WIKIPEDIA).

Tal día como hoy, hace 100 años, fallecía el protagonista que os traigo este viernes (si queréis, por cierto, saber más efemérides, os recomiendo este blog). Qué mejor día, pues, que éste, para hablar de un deportista del que tenía muchas ganas de presentar en el blog, porque más allá del deporte que practicaba, se trata de una de las primeras superestrellas de la historia. Es W. G. Grace.

William Gilbert Grace nació el 18 de julio de 1848 en Downend, muy cerca de Bristol, Inglaterra. Su padre, Henry Grace, era el médico su pueblo natal. W. G. era el octavo de nueve hermanos.

En la casa de los Grace había un pequeño campo de prácticas donde W. G., que es como, cuando era deportista famoso, le conocía todo el mundo, empezó a jugar al cricket. Él mismo decía que con dos años agarró un bate por primera vez. Detrás estaba su tío materno Alfred Pocock, un destacado entrenador.

Tras superar una grave neumonía con 15 años, tras la que creció hasta alcanzar el 1,88 de estatura, y haber sido educado en casa, llegó el momento en el que W. G. tenía que ir a la Universidad. Pudo ir a Cambridge y a Oxford, como era el deseo de su padre, pero finalmente acabó en la Bristol Medical School, donde entró con 20 años.

En aquella época, W. G. ya tenía cierta experiencia como jugador de cricket. Con 13 años ya había disputado su primer partido y con 14 llegó a representar al condado de Gloucestershire en un partido. Pero fue con 16 cuando debutó en el cricket de primer nivel, una carrera que en realidad, no acabó hasta poco antes de su muerte, acumulando en total 44 temporadas.

Grace compitió con cerca de 30 equipos, incluida la selección inglesa. Siempre fue amateur, y compaginó la práctica del cricket con la de la medicina. No consiguió doctorarse hasta los 31 años de edad, y se dice que fue porque sus estudios quedaban supeditados a la práctica de su deporte favorito, un deporte que W. G. cambió para siempre. Su manejo del bate y su enorme carisma convirtieron al cricket en un deporte de masas tal y como lo es ahora en los países de influencia directa británica. Se llegó a decir, sin ninguna exageración, que W. G. Grace era el inglés más famoso de la época victoriana, junto, claro está, a la reina Victoria. Las entradas de los partidos tenían un precio diferente (y así se explicaba en las taquillas) si jugaba él o no.

Grace, en 1897 (WIKIPEDIA).

Grace, en 1897 (WIKIPEDIA).

Pese a que en aquel entonces estaba mal visto que los jugadores cobraran, W. G. Grace ganaba suficiente dinero gracias al cricket como para no tener que depender de su carrera de médico, que además, ponía en práctica de una manera totalmente supeditada a la de jugador. De hecho, se podía permitir no cobrar a sus pacientes más desfavorecidos. Su estatura y su inconfundible barba le hicieron también ser un personaje asiduo de la prensa de la época y allá donde iba, incluidas las giras por lugares tan lejanos como Australia, era considerado como una celebridad de primer orden.

Escribió dos libros sobre cricket y destacaba por su enorme competitividad, que le llevaba a insultar a los árbitros e incluso a romper bates en un deporte marcado por la exquisitez y la caballerosidad. Gran bebedor (podía mezclar whisky con soda, champán y vino en grandes cantidades durante los partidos) y amante del deporte en general (también jugó al fútbol, a los bolos y al golf), estuvo casado y tuvo cinco hijos, dos de los cuales, Bessie, su favorita, y su primogénito W. G., murieron con 20 y 30 años de edad, respectivamente, debido a fiebres tifoideas y a apendicitis.

Pese a su enorme talla y a su peso, W. G. Grace jugó con Inglaterra hasta los 51 años años de edad y al cricket en general hasta los 66 años. Al año siguiente, con la I Guerra Mundial recién empezada y con los zepelines alemanes sobrevolando Londres, William Gilbert Grace falleció de un ataque al corazón en su casa del suburbio londinense de Mottingham. Su muerte dejó en ‘shock’ a todo el país. Fue enterrado en el cementerio de Beckenham, donde puede ser visitada su tumba.

Todavía hoy, W. G. Grace es un personaje muy recordado en Inglaterra, un icono imperecedero. Por ejemplo, los Monty Python usaron su rostro para representar a Dios en la película Los Caballeros de la Mesa Cuadrada. Además, con motivo del centenario de su muerte, se acaba de publicar una biografía titulada Amazing Grace: The Man who was WG, con Richard Tomlinson como autor.

Os dejo con una de las escasísimas grabaciones de W. G. Grace bateando:

Buen fin de semana.

Trofeos, copas y medallas. The Ashes: el premio es una urna con cenizas… que no se entrega

La urna original, en su ubicación en Lord's (WIKIPEDIA).

La urna original, en su ubicación en Lord’s (WIKIPEDIA).

El trofeo de esta semana es uno de los más originales que existen en el mundo del deporte. Corresponde a un deporte ya de por sí lleno de tradiciones curiosas, que suele, por ese motivo, aparecer por aquí bastante para lo seguido que es en España. Volvemos al de cricket para hablar de The Ashes.

El 29 de agosto de 1882. Inglaterra y Australia se enfrentan en el Kennington Oval de Londres. Los oceánicos ganan, creando una gran conmoción en la metrópoli. Tal es así que el diario Sporting Times publica al día siguiente un obituario:

En recuerdo afectuso del cricket inglés, que murió en el Oval el 29 de agosto de 1882. Profundamente lamentado por un gran círculo de angustiados amigos y conocidos. RIP. NB: El cuerpo será incinerado y las cenizas trasladadas a Australia.

Tras esta dolorosa derrota, y de cara a una gira de la selección inglesa a Australia el invierno (verano austral) siguiente, los ingleses se marcaron como reto ‘recuperar’ esas cenizas (ashes, en inglés). Así, el término se popularizó y desde entonces, y al menos una vez cada cuatro años, ambos equipos se enfrentan en una serie de cinco partidos para dilucidar quién gana The Ashes. Este verano, por cierto, se está celebrando el torneo en Inglaterra. El último test acaba el próximo 24 de agosto en Londres.

Pero volvamos a 1882. Como os decía, Inglaterra se marcó como objetivo recuperar las cenizas, y en la serie que abarcó diciembre de ese año y enero del siguiente, Inglaterra ganó dos de tres partidos, siendo considerada así ganadora de The Ashes. Pero no había trofeo como tal. Así las cosas, un grupo de damas de la sociedad de Melbourne le hicieron entrega a Ivo Bligh, capitán inglés, de una urna de terracota que incluía las cenizas del cricket australiano (en realidad, dentro están las cenizas de un bail o una de las dos pequeñas piezas de madera que se ponen sobre los wickets o palos tras el bateador). Una de esas damas, por cierto, se casaría después con Bligh. Adheridas a la urna, dos etiquetas. Una con el texto ‘The Ashes’ y el otro con un verso publicado en el diario Melbourne Punch el 1 de febrero de 1883:

Cuando Ivo vuelve con la urna, la urna;
Studds, Steel, Read y Tylecote vuelven;
El firmamento sonará alto,
La multitud se sentirá orgullosa,
Al ver a Barlow y a Bates con la urna, la urna;
Y al resto volver a casa con la urna.

No obstante, esa urna no se puso en disputa nunca. Fue conservada por Bligh en su mansión de Cobham Hall hasta su muerte en 1927. Dos años después, su viuda, Florence, la cedió al Marylebone Cricket Club, que la tiene expuesta en su museo en el Lord’s. Aunque no se mueve de ahí, es el símbolo de lo que Australia e Inglaterra se juegan. La urna sólo ha salido dos veces del Lord’s, en 1988 y en 2006. En ambas ocasiones, fue llevada a Australia para ser expuesta. Hasta 1999, se solían entregar réplicas de la urna a la selección ganadora. A partir de ese año, lo que se entrega al ganador es una réplica en cristal de Waterford, bastante bonita, por cierto.

Os dejo con un documental sobre lo más valioso que se guarda en el Museo del Lord’s.

Mañana, más.

Quién fue… Basil D'Oliveira, el hombre por el que Sudáfrica quedó aislada del deporte durante 20 años

Basil D'Oliveira (YOUTUBE).

Basil D’Oliveira (YOUTUBE).

Vamos a cerrar la semana con un caso poco conocido en España (tengo la impresión), ya que está vinculado a un deporte menos que minoritario en España, pero como sabéis los seguidores del blog, es una buena fuente de historias interesantes. Me refiero, claro, al cricket. Tiene otros ingredientes conocidos para los viernes, como el racismo. Os cuento la historia de Basil D’Oliveira.

Basil Lewis D’Oliveira nació el 4 de octubre de 1931 en Ciudad del Cabo, Sudáfrica. Procedía de una familia hindo-portuguesa. Desde su juventud se dedicó al cricket y llegó a jugar en el equipo nacional sudafricano de no-blancos, pero alejado de la élite, reservada para la minoría de origen europeo. En 1960, surge la oportunidad de trasladarse a Inglaterra y se une al Worcestershire Cricket Club, obteniendo la nacionalidad británica en 1964.

Dos años después, y debido a que era un extraordinario bateador, debutó con la selección inglesa. En 1967 es elegido como uno de los jugadores del año en Inglaterra. El caso es que para el invierno de la temporada 67/68 estaba previsto que Inglaterra realizara una gira por Sudáfrica y se avecinaba un problema.

El Marylebone Cricket Club, que en aquel entonces ejercía de Federación Inglesa, dio una convocatoria para esa gira en la que no estaba D’Oliveira. Aunque los responsables dijeron que fue por motivos deportivos, a nadie se le escapaba que habían cedido a las presiones del Gobierno de Sudáfica para que no incluyeran a un no blanco en la selección. Para el país africano hubiera sido un inconveniente, ya que la presencia de un no-blanco (y encima nacido en Sudáfrica) en un partido oficial estaba en contra de las leyes en vigor, el famoso ‘apartheid’. Evidentemente, se levantó una enorme polvareda en Reino Unido, ya que ni la prensa ni la opinión pública se creía la versión oficial, habida cuenta de que D’Oliveira era uno de los mejores del momento. Dicen que el jugador lloró al descubrir que no estaba incluido.

D'Oliveira, en 1968 (WIKIPEDIA).

D’Oliveira, en 1968 (WIKIPEDIA).

El caso dio un giro cuando uno de los jugadores convocados se lesionó. Ante esa vacante, el MCC convocó a D’Oliveira. Fue entones el Gobierno de Sudáfrica el que montó en cólera y no dudaron en afirmar que no permitirían que jugara. El primer ministro sudafricano, B. J. Vorster, llegó a decir que aquella selección inglesa no era más que un «equipo anti apartheid».

Ante la decisión inamovible de Sudáfrica y pese a muchas negociaciones, la gira fue cancelada en 1970. La posición de los sudafricanos provocó que el cricket mundial le diera la espalda al país y quedara olvidado de toda competición deportiva. Pero no sólo el cricket se dio cuenta de que Sudáfrica merecía el rechazo del mundo, sino que poco a poco se fueron uniendo deportes, de manera que Sudáfrica, salvo contadísimas excepciones, se quedó totalmente aislada del planeta en materia deportiva. No fue hasta 1990, con el final del ‘apartheid’, simbolizado en la salida de Nelson Mandela de prisión, cuando Sudáfrica pudo volver al panorama deportivo internacional.

Años después de su conflicto, en los 90, Basil D’Oliveira tuvo la oportunidad de viajar a Sudáfrica, esta vez como entrenador. Fue recibido por el propio Mandela: «Gracias por venir, Basil», le dijo, «tú también has puesto tu granito de arena».

El 19 de noviembre de 2011, en Worcester, Basil D’Oliveira fallecía a causa del Párkinson. Hoy en día, Inglaterra y Sudáfrica se disputan con cierta regularidad un trofeo con su nombre.

Os dejo con un vídeo con estadísticas de D’Oliveira:

Que paséis un buen fin de semana.

Quién fue… el Hollywood Cricket Club: las estrellas del cine clásico también hacían deporte

Actores que fueron miembros del Hollywood Cricket Club. De izquierda a derecha, primera fila: Cary Grant, Errol Flynn y Boris Karloff. En la segunda fila, David Niven, Laurence Olivier y Leslie Howard (WIKIPEDIA).

Actores que fueron miembros del Hollywood Cricket Club. De izquierda a derecha, primera fila: Cary Grant, Errol Flynn y Boris Karloff. En la segunda fila, David Niven, Laurence Olivier y Leslie Howard (WIKIPEDIA).

Hace un par de meses os hablé del Hollywood United, el equipo de fútbol de famosos afincados en La Meca del cine. Pues bien, no es el único caso parecido. Hoy os traigo uno que mola más, porque estamos hablando de la época dorada de Hollywood, de grandes películas clásicas, de galanes inolvidables, de blanco y negro, tabaco y whisky. Y sí, los protagonistas de esa época también se juntaban para hacer deporte. Os hablo del Hollywood Cricket Club.

El club nació en 1932, de la mano del actor inglés C. Aubrey Smith. Nacido en Londres en 1863, Smith fue un jugador profesional de cricket (jugó, entre otros, en el equipo de la Universidad de Cambridge y fue internacional) con afición por el teatro. En los años 20 desembarcó en Estados Unidos, donde interpretó papeles secundarios, casi siempre de inglés aristocrático, siendo el más destacado de ellos el de El Prisionero de Zenda (1937).

Ya desde su llegada, C. Aubrey Smith siguió practicando su deporte, donde empezó a jugar con su celebérrimo compatriota Boris Karloff (cuyo nombre real era William Henry Pratt), famoso por ser el monstruo de Frankenstein y La Momia. Cuando en 1932 se celebró un partido en UCLA entre Australia y un grupo de expatriados británicos, el encuentro tuvo bastante éxito y fue lo que animó a Smith a fundar el Hollywood Cricket Club.

Se establecieron en Griffith Park y pudieron construir una grada con los vestuarios en su interior o ‘pavilion’. Inmediatamente, se convirtió en la excusa perfecta para que la abundante colonia británica de Hollywood se reuniera los domingos: Así, se hicieron socios Leslie Howard (el famoso Ashley de Lo que el viento se llevó, que aborrecía el cricket pero que se unió por motivos sociales), David Niven (La vuelta al mundo en 80 días, La Pantera Rosa), Laurence Olivier (Rebeca, Hamlet, Carlos III), Basil Rathbone (el mítico Sherlock Holmes de la serie de filmes entre 1939 y 1946), Nigel Bruce (el fiel Watson de Rathbone, que además era el capitán del equipo), Cary Grant (qué decir de uno de los más grandes de la historia: Arsénico por compasión, Con la muerte en los talones, Atrapa a un ladrón, Charada…) o Errol Flynn (que no era británico pero sí australiano, lo que suele equivaler a ser un fanático del cricket).

Pero no sólo había caballeros, sino que también pertenecían al club damas como Olivia de Havilland (Lo que el viento se llevó, Robin Hood, Murieron con las botas puestas), Joan Fontaine (hermana de la anterior y conocida por sus papeles en Rebeca o Sospecha), Elsa Lanchester (La novia de Frankenstein, Mary Poppins) o Merle Oberon (La pimpinela escarlata). Como podéis imaginar, el deporte era lo de menos.

Todas aquellas estrellas de cine fueron muriendo, pero el club sigue existiendo. Ya no hay estrellas de Hollywood, sino que la mayoría de los jugadores son de origen indio o paquistaní. Pero a buen seguro, mantiene la magica de la época dorada del cine.

Buen fin de semana.

Quién fue Ranjitsinhji: marajá en la India, estrella del deporte en Inglaterra

'Ranji', como marajá en 1910 y como jugador en 1897 (WIKIPEDIA).

‘Ranji’, como marajá en 1910 y como jugador en 1897 (WIKIPEDIA).

Si entráis en mi cuenta de Twitter veréis que mi foto de encabezado muestra a la selección inglesa de cricket posando antes de un partido ante Australia en Nottingham en 1899. No es que sea muy fan del cricket en particular, pero la elegí porque representa muy bien el deporte antiguo, el de finales del XIX. En esa foto, como os decía, están los internacionales ingleses, donde se puede destacar a algunos muy famosos, como C. B. Fry o W. G. Grace (del que algún día hablaré en estas páginas). Precisamente entre estos dos veréis un rostro que llama la atención. Tiene rasgos indios y destaca entre tanto anglosajón. Pues bien, este pequeño deportista es el protagonista de hoy. Es Ranjitsinhji.

El 10 de septiembre de 1872 nace en el pueblo de Sadobar, en la provincia de Kathiawar, en la India Británica, Kumar Shri Ranjitsinhji. Es hijo de un granjero local llamado Jiwansinhji y está emparentado con la familia real del estado nativo de Nawanagar (estos estados nativos seguían manteniendo estructuras de gobierno como la monarquía pero bajo los auspicios de Gran Bretaña). Su abuelo era primo hermano del marajá de Nawanagar, que se llamaba Vibhaji.

Ojito, que esto es un ‘Juego de Tronos’ versión india. Vibhaji tenía un hijo, su heredero, llamado Kalubha. Éste era un auténtico pieza, violento y peligroso, hasta el punto que intentó envenenar a su propio padre. Vibhaji decidió desheredar a su hijo y, no teniendo más descendencia masculina, se puso a buscar un heredero entre sus familiares. Eligió a uno, pero a los seis meses murió (se sospecha que envenenado por la madre de Kalubha). Entonces se fijó en el nieto de su primo, el joven Ranjitsinhji. Lo acogió, pidió el beneplácito de las autoridades británicas y el niño fue enrolado en el Rajkumar College, una institución especializada en formar a futuros dirigentes. A pesar de estos pasos, la adopción no se formalizó y todo se complicó en 1882, cuando Vibhaji tuvo un hijo varón, al que llamó Jaswantsinhji (sí, los nombres no ayudan). Dos años después, fue elegido como heredero legítimo. Los británicos creyeron que Ranjitsinhji merecía ser compensado, entre otras cosas porque demostró ser un fantástico estudiante… y un excelente atleta, sobre todo practicando tenis y cricket.

Así pues, cuando tenía 16 años, Chester Macnaghten, director del Rajkumar College, decide llevárselo a Londres, donde tiene el primer contacto con el cricket profesional, que lo encandila. Se establece en Cambridge, con una familia de acogida, y se enrola en su prestigiosa Universidad. Los estudios no fueron su fuerte, así que se centró en lo que más le gustaba: el cricket. Con 19 años pasa a formar parte del Cambridgeshire County Cricket Club. Al año siguiente, empezó a formar parte del equipo del Trinity College, al que pertenecía. Y en 1893, debido a sus buenas actuaciones, logró formar parte del equipo de la Universidad de Cambridge. Le fue tan bien que llegó a jugar un partido tradicional entre profesionales y amateurs y otro en un combinado de alumnos de Oxford y Cambridge contra Australia. Fue entonces cuando empezó a ser conocido como ‘Ranji’ (y así lo llamaré yo si no os importa a partir de ahora).

'Ranjit', caricaturizado en 'Vanity Fair' en 1897 (WIKIPEDIA).

‘Ranjit’, caricaturizado en ‘Vanity Fair’ en 1897 (WIKIPEDIA).

El problema para ‘Ranji’ es que los estudios (de Derecho) le iban bastante mal, por lo que tuvo que abandonar la Universidad y por extensión, el equipo. Lleno de deudas y sin nada que hacer, su futuro en Inglaterra tenía mala pinta, pero había hecho amistades que le valieron para tener un hueco en el Sussex County Cricket Club, que le ayudó económicamente. En 1895 ya era uno de los jugadores más famosos cuando llegaron noticias desde la India: Vibhaji había muerto y Jaswantsinhji, de 12 años, se convertía en marajá. Los periodistas ingleses, además, descubrieron que tras ‘Ranji’ había una historia interesante y comenzaron a vender la historia de que el popular jugador del Sussex CCC era un herededero al que habían privado de su trono en la India.

En julio de 1896, tras un largo debate aliñado con racismo, imperialismo y otros ingredientes, ‘Ranji’ fue convocado para jugar con la selección de Inglaterra, ante Australia. No faltaron comentarios despectivos de algunos miembros del Marylebone Cricket Club, disgustados por la presencia de «un negro enseñándonos a jugar al cricket», según recogió el periodista deportivo Home Gordon. Pero fuera de los terrenos de juego, ‘Ranji’ empezó a mostrar interés por su futuro como marajá en la India. Empezó a establecer contactos, pero este trabajo de relaciones públicas le endeudó aún más de lo que estaba. Pese a escribir un exitoso libro de cricket, en 1897, nuestro protagonista estaba en la ruina. Su solución era ser marajá.

En 1898, tras una gira de Inglaterra por Australia, ‘Ranji’ regresó a la India para reclamar su trono en Nawanagar. En realidad, lo que hizo fue recorrer el país para ganarse apoyos de otros soberanos y mandamases y, sobre todo, ayudas económicas. Su posición como estrella mundial del deporte le ayudó mucho. Esta etapa culminó con la petición formal a Lord Elgin, virrey de la India, de que fuera reconocido como marajá de Nawanagar. Tras haber ‘sembrado’ (y recogido algo de dinero), regresó a Inglaterra para seguir jugando al cricket.

Tras cuatro años de éxitos deportivos, ‘Ranji’ se lanzó a por su objetivo. Se vio forzado a ello cuando en 1903 fracasó un intento de asesinato del marajá Jaswantsinhji, en el cual se dice que el deportista estaba implicado. En 1904 regresó a su país para acceder al trono. Le costó dos años. En 1906, Jaswantsinhji falleció repentinamente, supuestamente envenenado. Era la oportunidad de ‘Ranji’, pero había otros pretendientes: un nieto del anciano marajá Vibhaji y las viudas del recién fallecido monarca, que querían decidir por ellas al sucesor. Fue entonces cuando todo lo sembrado dio fruto: sus relaciones con peces gordos del Raj Británico, su fama como jugador de cricket y todos los contactos que había ido estableciendo le valieron para que los ingleses lo consideraran marajá. Su coronación se retrasó por una apelación (desestimada) del nieto de Vibhaji, pero por fin, el 11 de marzo de 1907, Ranjitsinhji se hacía con el trono de Nawanagar.

El marajá 'Ranji', en bicicleta, en una foto datada a finales de la década de 1890 (WIKIPEDIA).

El marajá ‘Ranji’, en bicicleta, en una foto datada a finales de la década de 1890 (WIKIPEDIA).

Por desgracia para él, pronto cayó gravemente enfermo (se dice que se le intentó envenenar), por lo que para recuperarse regresó a Inglaterra. Allí llevó una vida de lujos, ya como marajá, acumulando de nuevo deudas en fiestas y todo tipo de celebraciones. Volvió a la India, donde tuvo que sofocar rebeliones, intentos de asesinato y constantes rumores sobre su futuro. Alternando sus visitas a Inglaterra, en 1914 ingresa en el Ejército Británico con motivo de la I Guerra Mundial, aunque no en primera fila de combate por ser marajá y con rango de oficial. Su presencia en Francia le permite viajar con frecuencia a Inglaterra donde sigue desarrollando su vida social. En una de estas ocasiones, y durante una cacería, un accidente le deja sin ojo. Vuelve a la India en 1915 y la construcción de un puerto mercante en su región hace mejorar ostensiblemente la situación económica de Nawanagar y, por extensión, la suya propia. Estos ingresos le permiten repartir su tiempo entre la India e Inglaterra (donde en realidad se siente mejor) y comprar propiedades en Gran Bretaña. Nunca se casó ni tuvo hijos, pero estuvo muy apegado a sus sobrinos. Uno de ellos, Duleepsinhji, siguió sus pasos y tras estudiar en Inglaterra, llegó a representar a este país a nivel internacional en el cricket entre 1929 y 1931. Precisamente dos años después, el 2 de abril de 1933, Ranjitsinhji fallecía de un ataque al corazón en el palacio de Janmagar. Tenía 60 años. Fue incinerado y sus cenizas se esparcieron en el Ganges.

La figura de ‘Ranji’ es una de las más conocidas cuando se realizan aproximaciones a las relaciones entre la India colonial y el Reino Unido. Su papel como estrella del deporte fue fundamental para cimentar la masiva presencia de indios en Gran Bretaña y para, por el otro lado, extender en la India el auténtico fervor casi religioso que existe en este gigante asiático por el cricket. De hecho, a día de hoy sigue existiendo el Trofeo Ranji, que desde 1934 y cada año se disputan los diferentes equipos de cricket de los estados que forman la India. Los últimos campeones han sido Rajastán, Bombay y Karnataka.

Os dejo con un curioso vídeo de 1920 en el que un ya veterano ‘Ranji’ vuelve a jugar al cricket:

Dhanyavād, alvida y buen fin de semana.

Santuarios del deporte. Melbourne Cricket Ground: las luces más altas del mundo

El Melbourne Cricket Ground, desde la distancia (WIKIPEDIA)

El Melbourne Cricket Ground, desde la distancia (WIKIPEDIA)

Pues viajamos a nuestros antípodas para hablar de uno de los estadios más importantes del Oceanía, uno que está dedicado a deportes poco comunes en nuestro país pero de tremenda importancia en Australia. Creo que merece la pena conocer algo más de un gigante llamado Melbourne Cricket Ground.

Nombre oficial: Melbourne Cricket Ground (MCG).

Ubicación: Yarra Park.

Capacidad: 100.024 espectadores.

Deportes: Cricket, fútbol australiano.

Propietario: Gobierno del estado de Victoria.

Más cosas: Pues estamos hablando de uno de los estadios más grandes del mundo, en concreto el décimo, el más grande de Australia y el más grande de Oceanía.

Empezamos con la historia. El Melbourne Cricket Club ya jugaba en el lugar donde se ubica el estadio allá por el año 1853. Alrededor de este lugar se fue construyendo el estadio, con la creación en 1854 de la primera grada de madera. En 1861 se creó una grada con capacidad para 6.000 personas y en 1877, otra con capacidad para 2.000 personas. En 1897 se aumentó la capacidad y cada pocos años se iban aumentando los graderíos. ASí, en 1937 ya cabían 13.000 personas en la grada descubierta y 18.200 en la cubierta.

Vista cenital del MCG (WIKIPEDIA)

Vista cenital del MCG (WIKIPEDIA)

Los Juegos de 1956 se celebraron en Melbourne y el estadio fue reformado, ya que acogía las ceremonias de inauguración y clausura del evento. De cara a los Juegos de la Commonwealth de 2006 se puso en marcha una reforma integral y se quedó tal y como está ahora.

Pero si por algo se caracteriza el MCG es por sus torres de iluminación. Y es que las seis torres que dan luz al estadio son las más altas del mundo. Miden 75 metros más otros diez de longitud de los focos. Estas seis torres son un símbolo de la ciudad. Tienen un peso de 130 toneladas de acero, y un díametro de 4,2 metros en la base por 2 en el extremo más alto.

El estadio acoge los partidos de la selección australiana de cricket, del Melbourne Cricket Club, de los Victorian Bushrangers, de los Melbourne Stars (cricket), del Collingwood FC, el Hawthorne FC, el Melbourne FC y el Richmond FC (fútbol australiano). Además, ha acogido partidos de rugby y de fútbol europeo.

Además, el MCG ha acogido conciertos de los Rolling Stones, de U2, de Michael Jackson, de Elton John o de los Tres Tenores. Además, Juan Pablo II ofreció una misa multitudinaria en el MCG en 1986.

Os dejo un vídeo de fotos del estadio:

Hasta mañana.

Santuarios del deporte. Lord's Cricket Ground, Londres

De vez en cuando os traigo al bar cositas sobre esos deportes que en España apenas si se practican pero que son masivamente seguidos en algunos lugares del mundo. Uno de ellos es el cricket, ese incomprensible deporte que no obstante va acompañado de ese halo de tradición con el que imprimen los ingleses al deporte en general. Por todo ello, en la sección de Santuarios del deporte os saco una de las catedrales del cricket: el Lord’s.

Nombre oficial: Lord’s Cricket Ground.

Ubicación: St. John’s Wood, Londres, Reino Unido.

Capacidad: 28.000 espectadores.

Año de inauguración: 1814.

Deportes: Cricket.

Equipos: Marylebone Cricket Club, Middlesex County Cricket Club, selección inglesa de cricket.

Más cosas: Pues estamos ante uno de los recintos deportivos activos más antiguos del mundo. Y todavía podría ser más antiguo, porque antes de él, hubo otros dos estadios de cricket llamados Lord’s (1787 y 1811). El impulsor de estos estadios fue Thomas Lord, un ex jugador de cricket, que le dio nombre a estas instalaciones.

El actual Lord’s, cuyo césped inicial fue el de su antecesor, se inauguró el 22 de junio de 1814, en un encuentro entre Maylebone y Hertfordshire. Cuatro años después, tuvo lugar en este recinto el segundo de los choques que anualmente enfrenta a los alumnos de Eton con los de Harrow, un partido con una tradición de más de 200 años y que se sigue disputando. El primero de estos encuentros se celebró en 1805 en el primer Lord’s. No se volvió a jugar hasta 1818, ya en el estadio del que hablamos hoy. El tercer encuentro se disputó en 1822 y desde ese momento, se ha jugado todos los años en el Lord’s (excepto en la I y la II Guerra Mundial). En total, 173 partidos hasta este año.

Por lo demás, os diré que en Lord’s, cada stand o grada tiene algo que contar. En todo campo de cricket hay una grada conocida como Pavilion. Es la grada principal, en cuyo interior se encuentran los vestuarios. En algunos estadios, tienen entidad arquitectónica propia; es el caso de Lord’s. El Pavilion del estadio londinense es de estilo victoriano (se construyó entre 1889 y 1890). El Pavilion de Lord’s está reservado para los socios del Marylebone CCC e incluye dos bares y una tienda. Además, los vestuarios tienen unos bellos balcones desde los que se puede ver el juego. Aquí os dejo una foto de esta grada:

Pavilion Lord’s

En el interior del Pavilion, además, hay un elegante salón llamado Long Room. Los jugadores deben pasar por él para salir al terreno de juego o para entrar a los vestuarios. Tiene ventanas para poder ver el partido y sólo pueden acceder a él los socios del Marylebone CCC o sus invitados. Está adornado con pinturas y retratos de jugadores de cricket. Estar reflejado en uno de ellos está al alcance de muy pocas leyendas de este singular deporte. Además, sirve de salón de celebraciones para cenas y almuerzos:

Long Room

Otro punto característico del Lord’s es el totalmente opuesto al Pavilion, y no sólo me refiero a su situación, sino a su estilo. Se trata del Media Center, las cabinas para los medios, que fue construido en 1999 de cara al Mundial de cricket. Es de una sola pieza de aluminio y recibió un premio, en su día, de arquitectura.

Media Center

El tercer elemento que os destacaré del Lord’s es una veleta, situada en el Mound Stand (a la izquierda del Media Center), y que recibe el nombre de Old Father Time, por ser la silueta de una alegoría del tiempo junto a un wicket (la estructura de madera que tiene detrás un bateador de cricket):

Old Father Time

Por último, os diré que el Lord’s acoge el más antiguo museo deportivo del mundo (1864), con auténticas reliquias del mundo del cricket y la joya de la exposición: The Ashes, una urna con cenizas que se juegan cada año y medio Australia e Inglaterra. Todo viene de una esquela humorística de 1882, tras una derrota de los ingleses en casa ante Australia, en la que se decía que los australianos se llevaban las cenizas del cadáver de Inglaterra a casa. En el interior de la urna hay ceniza de veras. Se dice que es la de una pelota de cricket.

¡Ah! y antes de que se me olvide, deciros que en los Juegos de 2012, la competición de tiro con arco se disputará en Lord’s.

Espero que os haya gustado el artículo, con muchas fotos para que no se haga pesado. Mañana más.