Quién fue… Wyatt Earp: el sheriff más famoso también fue un árbitro corrupto

Retrato de Wyatt Earp con 39 años (WIKIPEDIA).

La historia de hoy es bastante curiosa, porque su protagonista, en principio, no tiene nada que ver con el deporte. Este personaje histórico debe su fama a otros menesteres, pero existe una relación con el deporte y con esa excusa lo traigo al blog. Es Wyatt Earp.

Wyatt Berry Stapp Earp nació el 19 de marzo de 1848 en Monmouth, Illinois. Desde joven se dedicó a la seguridad, empezando su carrera como ayudante del comisario de Dodge City, Kansas, en 1878. En 1879 se instaló en Tombstombe, Arizona, donde ocurrieron los hechos que le dieron fama.

Earp se convirtió en sheriff de la localidad y él y sus hermanos, que también vivían en Tombstone, tuvieron una disputa familiar con dos parejas de hermanos, los McLaury y los Clanton. Estas peleas desmbocaron en un tiroteo que tuvo lugar en la finca de OK Corral, a las 14.30 horas del 26 de octubre de 1881. Como resultado hubo tres muertos.

Este famoso tiroteo, llevado varias veces al cine, tuvo posteriores episodios, con varias escenas de venganza de las que Earp sobrevivió. Tras estos hechos, Wyatt Earp viajó a California, donde dirigió varios saloons. Pero lo que no tanta gente sabe es que también fue árbitro de boxeo.

En efecto, Wyatt Earp era un gran aficionado al boxeo, que practicó de joven. Cuando se estableció en California se dedicó a arbitrar combates. El que recordamos hoy tuvo lugar el 2 de diciembre de 1896, en San Francisco. Los púgiles eran Tom Sharkey y Bob Fitzsimmons. Ambos se disputaban el título de los pesados. Pese a que el boxeo era ilegal en San Francisco, las autoridades hicieron la vista gorda y se vendieron 10.000 entradas para asistir al combate.

Sharkey (i) y Fitzsimmons (WIKIPEDIA).

Se da la circunstancia de que el manager de Sharkey era muy amigo de Earp, y fue quien le pidió al exsheriff que arbitrara la pelea. Fitzsimmons, que era el favorito, se quejó alegando sospechas de que Earp podía amañar el combate, que además contaba con una bolsa de 10.000 dólares. Pese a ello, la pelea siguió adelante.

Fitzsimmons dominó ampliamente el combate y en el octavo asalto, le propinó a Sharkey un puñetazo en el estómago y lo tiró a la lona. Fitzsimmons estaba celebrando su victoria cuando Earp y el manager de Sharkey tuvieron un breve diálogo, tras el que Earp declaró que el puñetazo había sido un golpe bajo y descalificaba a Fitzsimmons.

El público montó en cólera y previendo que la cosa podía pasar a mayores, Earp puso pies en polvorosa. Durante semanas, la prensa y los fans iniciaron una campaña para protestar por lo que, según el abogado de Fitzsimmons, fue un «obvio sucio robo». Se rumoreó que Earp se había asegurado llevarse 2.500 dólares de recompensa, pero no pudo cobrarla porque se paralizó el reparto del bote. El tema llegó a los tribunales, pero estos no cerraron el caso, alegando que al ser el boxeo ilegal en San Francisco, ellos no podían decidir nada acerca de algo ocurrido durante el combate. Earp, eso sí, se llevó una multa de 50 dólares por acudir armado al evento.

La reputación de Wyatt Earp quedó muy dañada y la anécdota del combate de San Francisco le persiguió hasta su muerte, el 13 de enero de 1929 en Los Ángeles.

Espero que os haya gustado este ‘western’. Hasta el miércoles.

1 comentario

  1. Dice ser ruomalg

    Bueno, a muchos se les habrá caído un mito con este post. Lo de árbitro comprado en un combate ilegal suena a chiste, y más aún si añadimos el juicio. No tengo idea de a partir de dónde hay que pegar para que se considere golpe bajo, así que no puedo opinar sobre el tema. Sí que resultan interesantes las cosas que no cuentan en Hollywood. 😛

    17 enero 2017 | 16:13

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