La Stanley Cup (WIKIPEDIA).
La entrega de hoy del artículo sobre trofeos nos lleva de nuevo a Estados Unidos y a uno de las cuatro ‘grandes’ ligas profesionales. Junto a la NFL, la MLB y la NBA, la liga de hockey hielo o NHL es todo un espectáculo que tiene como objetivo el trofeo que nos ocupa: la Stanley Cup.
En 1888, la reina Victoria nombró a Lord Frederick Stanley como gobernador general del Canadá. Él y su familia se instalaron en el enorme país norteamericano y pronto se vieron atraídos por el deporte del hockey hielo. Dos de los hijos del gobernador, Arthur y Algernon, se convirtieron en dos apasionados jugadores e incluso formaron un equipo en Ottawa. Gracias a su amor por este deporte, lograron convencer a su padre para que donara un trofeo para el equipo que se proclamara campeón de Canadá.
Lord Stanley compró una ponchera de plata, fabricada en Sheffield, Inglaterra, a los joyeros londinenses G. R. Collins and Company, por un precio de diez guineas. La copa se entregaba al ganador, que debía inscribir su nombre y que tenía que ponerla en juego si era desafiado por otro club. Fue entregada por primera vez en 1893, a los Montréal AAA, pero curiosamente, Lord Stanley ya no era gobernador de Canadá.
A partir de 1914, la entrega de la Copa quedó sujeta al actual sistema: el campeónse lleva la Copa al final de la liga. Debido a que paulatinamente iba habiendo menos sitio para inscribir a los campeones, se fueron añadiendo piezas a la base, hasta que el trofeo adquirió el actual aspecto que tiene en la actualidad, 89,5 centímetros de altura y 15,5 kilogramos de peso.
La Copa tiene muchas tradiciones asociadas, como por ejemplo, que se llene de champán para que el equipo campeón beba en ella. Además, tal es su fama, que en varias ocasiones se ha trasladado a zonas de guerra para que los soldados estadounidenses y canadienses pudieran fotografiarse con ella, ya que está comprobado que les levanta la moral.
Aquí os dejo con este interesante vídeo sobre el trofeo:
Hasta mañana.
Otra copa pagada con guineas, sólo ese dato dice mucho sobre su antigüedad. Aunque más sorprendido estoy de ver lo antiguo que es un deporte como el hockey sobre hielo. Me suena haber visto en fotos a jugadores levantando ese pedazo cilindro metálico. Menos mal que no han hecho una torre de Babel con las bases supletorias en plan Copa Davis 😛 .
08 julio 2015 | 00:42