Quién fue… Samia Yusuf Omar: de los Juegos Olímpicos al drama de morir ahogada en el Mediterráneo

Samia Yusuf Omar, en los Juegos de Pekín 2008 (GTRES).

Samia Yusuf Omar, en los Juegos de Pekín 2008 (GTRES).

Vamos a cerrar la semana con la cara más dura no sólo del deporte, sino de la sociedad actual. Un verdadero drama que nos golpea a todos y que, como podréis comprobar, afecta también al mundo del deporte. Lo veréis con el caso de hoy. El caso de Samia Yusuf Omar.

Samia nació el 25 de marzo de 1991 en Somalia. Era la mayor de seis hermanos y nació en una familia pobre de solemnidad. Como tantos compatriotas suyos, su pasión era el atletismo. Pero la eterna guerra civil que desangraba su país ponía trabas una y otra vez.

Pese a estos problemas, Samia Yusuf Omar pudo entrenar, gracias al apoyo de su padre, que pese a la presión tribal, permitía que practicara con pantalón corto. Por desgracia, murió asesinado en Mogadiscio, la capital de Somalia.

Samia entrenaba en unas pistas totalmente agujereadas a causa de los bombardeos. Usa burka, porque los fundamentalistas la pueden ver y tendría un grave problema. Pero pese a todo, su entrenador consiguió que participara en los campeonatos africanos de mayo de 2008, donde compitió en la prueba de 100 metros. Pocos meses después, con 17 años, conseguía entrar en el equipo olímpico de Somalia e iba a participar en los Juegos de Pekín.

Allí llegó, sin musculatura, sin equipación, sin apenas preparación, pero con toda la ilusión del mundo. Ataviada con una camiseta, unas mallas, una cinta y unas zapatillas que una atleta sudanesa le prestó, Samia se presentó en una de las pruebas clasificatorias de 200 metros.

Otra imagen de Samia en Pekín (GTRES).

Otra imagen de Samia en Pekín (GTRES).

Con una preparación a años luz de sus compatidoras, Samia llegó última en su serie, a más de ocho segundos de la ganadora. Hizo un tiempo de 32.16, y entró en la meta ovacionada por el público del estadio olímpico. Fue una de las anécdotas de la cita en Pekín.

Tras los juegos, Samia se trasladó a Etiopía, que comparado con Somalia, le ofrecía unas condiciones de entrenamiento mucho mejores. Empezó a prepararse como mediofondista, ya que mayores distancias se adaptaban mejor a sus condiciones físicas. Su objetivo eran los Juegos de Londres 2012.

Pero de repente, Samia se esfumó. No se sabía nada de ella. No participó en los Juegos de Londres. No acudió. El 19 de agosto de 2012, el diario italiano Il Corriere della Sera publicaba unas declaraciones de Abdi Bile, un atleta somalí, que reveló que en algún momento del año 2011, Samia Yusuf Omar había desaparecido cuando trataba de llegar en un cayuco a Europa. La periodista Teresa Krug, reportera de Al Jazeera que seguía de cerca el caso  de Samia desde Pekín, averiguó que en algún momento de 2011, Samia cruzó la frontera de Etiopía con Sudán y luego la de Sudán con Libia, donde embarcó en un cayuco con destino a Italia. Su intención era encontrar un entrenador para llegar a Londres 2012. Días después de la revelación de Il Corriere, la Federación Somalí de Atletismo confirmó que en el mes de abril de 2012, Samia Yusuf Omar murió ahogada en algún lugar del mar Mediterráneo, entre Libia e Italia, en el naufragio del cayuco que la llevaba a Europa. Se iban así todos sus sueños.

El periodista italiano Giuseppe Catozzella publicó el año pasado la novela Non dirmi che hai paura («No me digas que tienes miedo»), inspirada en la historia de Samia.

Os dejo las imágenes de Samia en Pekín 2008:

Buen fin de semana.

7 comentarios

  1. Dice ser Anónimo

    Probablemente no hubiera tenido ni que abandonar su país si no fuera por la religión de paz.

    05 junio 2015 | 16:30

  2. Dice ser joseluis

    la política de puertas abiertas y de papeles para todos hace que los africanos se arriesguen para llegar a europa, todo esto no habría pasado si tuvieran la certeza de que europa no les permitiría entrar o permanecer ilegales, en cualquier caso toda la responsabilidad de esto es de la religión de la paz que obliga a los africanos a ser pobres y atrasados y que les mete en constantes guerras y que en particular humilla a las mujeres.

    05 junio 2015 | 17:44

  3. Dice ser Gorpik

    Es una historia terrible. Detrás de cada una de estas personas que mueren en el Mediterráneo y a las que los medios nunca llaman personas (solo «inmigrantes») hay una Samia que perseguía sus sueños.

    05 junio 2015 | 22:01

  4. Dice ser ruomalg

    Pues sí, todo esto es terrible. La guerra, las travesías por mar que tantas vidas se cobran… Hay quienes no reparan en esta problemática o que tienen que escuchar de casos mínimamente mediáticos como el de esta chica para ver lo que está pasando en el mundo.

    07 junio 2015 | 22:04

  5. Dice ser igesar75

    Tremenda historia, no la conocía para nada. Una historia humana, más que una historia deportiva. Descanse en paz y espeor que nos haga reflexionar a todos.

    08 junio 2015 | 20:41

  6. Dice ser SALVADORK

    NO POCAS LÁGRIMAS ME PROVOCARON LA TENAZ LUCHA DE SAMIA POR ALCANZAR SUS ANSIAS DEPORTIVAS TENIÉNDOLO Y SIEMPRE EN CONTRA.
    INTENTÉ AYUDAR ECONÓMICAMENTE A SU FAMILIA. INCLUSO IR A SOMALIA. CONTACTÉ CON LA MÁXIMA AUTORIDAD DEPORTIVA DE ESE PAÍS.
    TODO FUE ESTÉRIL. NADIE GARANTIZABA NADA Y EL CONSEJO DE QUE ME OLVIDARA, CONTINUO.
    DOMINA ALLÍ DESDE HACE MUCHOS AÑOS Al Shabab, UN GRUPO TERRORISTA SOMALÍ VINCULADO A AL QAEDA.
    A DISTANCIA, DESDE ITALIA, Teresa Krug SIGUIÓ ESTRECHAMENTE A SAMIA SIEMPRE QUE PUDO.
    GRACIAS, EDU, GRACIAS POR ACORDARTE, POR TRAER AQUÍ A UNA HEROÍNA ANÓNIMA QUE SUFRIÓ DE TODO LO IMAGINABLE POR ALCANZAR UN TROZO DE GLORIA EN EL ATLETISMO AFRICANO. GRACIAS.

    11 junio 2015 | 22:27

  7. Dice ser serper

    Esta chica tenía la cabeza llena de pájaros. Nunca tuvo nivel de atleta, sólo una aficionada que debido a que el comité olímpico de su país la utilizó para hacer publicidad tuvo unos segundos de gloria en Pekín. Y peor aún es que el COI sigue permitiendo estas cosas ( en Londres con una karateka afgana ). Llevarla fue un error que la perjudicó hasta acarrearla la muerte.

    A lo mejor si la hubiesen hablado a las claras, la hubiesen dicho «mira chica, no vales para el deporte de primer nivel» ahora mismo seguiría viva, corriendo en Djibuti o Etiopía como hacía hasta 2012, a nivel continental y punto. Pero sin esas ideas de que entrenando unos meses en Europa podía ganar el oro en Londres

    Cuántos velocistas africanos famosos hay? Los africanos destacan por ser fondistas, como su compatriota e ídolo Mo Farah, pero no velocistas. Samia vivió engañada por un sueño que nunca se habría podido hacer realidad.

    13 junio 2015 | 23:54

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