Quién fue… Alexander Obolensky: el príncipe ruso que reinó en el rugby inglés

Alexander Obolensky (WIKIPEDIA).

Alexander Obolensky (WIKIPEDIA).

Pues vamos a cerrar la semana con una de esas historias que tanto me gustan, de esas en blanco y negro que retratan otra época del deporte. Viajamos a Inglaterra para conocer de primera mano la historia del príncipe Alexander Obolensky.

El 17 de febrero de 1916 nacía en Petrogrado (hoy San Petersburgo), Imperio Ruso, Alexander Sergeevich Obolensky, hijo del príncipe Serge Obolensky, oficial de caballería de la Guardia Imperial del zar, y de la princesa Lubov Naryshkina. Los Obolensky, procedentes de la ciudad de Obolensk, pertenecían a la dinastía Ruríkida, es decir, que eran descendientes de Rúrik, un caudillo de origen vikingo que en el año 862 se estableció en Rusia y se convirtió en fundador de reinos como el de Kiev, el de Novgorod o el de Moscú. En otras palabras, más rancio abolengo no se podía tener.

El caso es que en 1917 estalló la Revolución Rusa y los Obolensky tuvieron que salir huyendo de su país. Así, ese mismo año se establecieron en Londres. Como le correspondía por su fortuna, Alexander Obolensky estudió en algunos de los colegios más prestigiosos de Gran Bretaña y en época universtaria llegó a Oxford, donde estudió Política, Filosofía y Económicas. Antes de llegar a la Universidad, en su época escolar, el príncipe empezó a practicar rugby. Jugó en el Chesterfield, en el Leicester y en el Rosslyn, además de formar parte, como alumno, del equipo de Oxford.

En 1936 se le concedió la nacionalidad británica y antes de ello la selección inglesa le convocó, decisión que fue muy discutida por no tener aún la nacionalidad. Pero muy pronto, gracias a su velocidad (le empezaron a llamar The Flying Prince o The Flying Slav -el ‘Príncipe Volador’ o el ‘Eslavo Volador’, una cruel ironía, como veremos ahora-) y a su buen juego se convirtió en uno de los jugadores más destacados del XV de la Rosa. Tal es así que el 4 de enero de 1936 anotó dos ensayos en la victoria de Inglaterra por 13-0 ante Nueva Zelanda, en la primera victoria de los ingleses ante los All Blacks de toda la historia. El primero de esos ensayos, conseguido tras una carrera en la que Obolensky recorrió tres cuartos de campo, está considerado como uno de los mejores de la historia de la selección inglesa.

Obolensky hizo un tour con los British Lions por Argentina en 1936 y también fue invitado por los Barbarians entre 1937 y 1939. Pero por desgracia para la Humanidad, estalló la II Guerra Mundial. Alexander Obolensky fue llamado a filas. Se unió a uno de los escuadrones de la Royal Air Force. Pero no pudo entrar en combate. El 29 de marzo de 1940, cuando el príncipe Alexander Obolensky estaba realizando un vuelo de entrenamiento, su Hawker Hurricane sufrió un accidente en Martlesham Heath, en Suffolk. El avión cayó por una rambla y en el choque, Obolensky se rompió el cuello y murió. Tenía 24 años de edad.

Está enterrado en el cementerio de Ipswich. En esta ciudad se erigió en su honor una estatua en 2009. A la inauguración acudió su sobrina, la princesa Alexandra Obolensky. La estatua tuvo un coste de 50.000 libras, que fueron sufragadas por inveersores privados, entre los que estaba el dueño del Chelsea, el magnate ruso Roman Abramovich.

Os dejo con imágenes de aquel mítico partido de 1936 entre Inglaterra y Nueva Zelanda y el ensayo de Obolensky:

Que paséis un buen fin de semana (este domingo, por cierto, es mi cumple. Se aceptan regalos).

6 comentarios

  1. Dice ser yaya

    como todo individuo que se precie de una familia real , cuando va mal su país, se larga con la fortuna que han robado al pueblo a vivir a todo tren en otros países tan tontos para acogerlos.
    por cierto, feliz cumpleaños.

    22 agosto 2014 | 09:11

  2. Dice ser Bily

    Claro ser yaya, no tiene nada que ver el hecho de que quisiesen asesinar a toda la familia real sin pararse a pensar en que un joven de su edad era tan responsable de la situación en su país como yo
    mismo, obviamente sólo por ser de la familia real era mala gente. Hay que escuchar cada tontería… Primero infórmate de la situación social de aquella época, a parte de que no es eso de lo que hablan en este artículo. Hablan de un joven con un futuro prometedor en el rugby que tuvo mala suerte. Hay que aprender a saber estar.

    22 agosto 2014 | 11:02

  3. Dice ser Carlos

    Buena historia, aunque la historia deportiva más sorprendente que he leído este verano ha sido esta sobre el Madrid: http://goo.gl/tJR8Uf

    22 agosto 2014 | 14:27

  4. Dice ser ruomalg

    Otra gran historia, si es que los viernes nunca decepcionan. Príncipe ruso asentado en Gran Bretaña y muy bueno en el rugby. Muy desafortunado ese accidente, ya es mala suerte.

    25 agosto 2014 | 23:49

  5. Dice ser Cris

    Buena historia una vez más…

    26 agosto 2014 | 00:38

  6. obviamente sólo por ser de la familia real era mala gente. Hay que escuchar cada tontería… Primero infórmate de la situación social de aquella época, a parte de que no es eso de lo que hablan en este artículo.

    http://www.new–balance.net/

    26 agosto 2014 | 08:35

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