Hoy os traigo otra historia que hubiera podido salir en la de Olímpicos Históricos, pero que sale ahora, meses después de la última cita olímpica. Es la historia de Ralph Rose.
Nacido el 17 de marzo (día de San Patricio, y ahora veréis por qué lo destaco) de 1885 en Healdsburg, California, Ralph Waldo Rose era un mocetón que en su juventud alcanzó los dos metros de estatura y los 113 kilos de peso. Estudiante de la Universidad de Michigan, se especializó en los lanzamientos: Disco, peso (a una y a dos manos -antes se podía-), martillo y jabalina.
Tras su paso por la Universidad se unió al Club Olímpico de San Francisco, con el que pudo proclamarse campeón estadounidense de peso y disco.
Con 19 años estuvo en los JJ.OO de San Luis, en los que logró el oro en peso, la plata en disco y el bronce en martillo. Ralph Rose amplió su fama porque se convirtió en el primer ser humano en romper (en peso) la barrera de los 50 pies (15.25 metros).
Pero lo que lo hizo famoso ocurrió en 1908, en los Juegos Olímpicos de Londres. Rose era el abanderado de la delegación estadounidense. En la ceremonia de apertura, cada abanderado, al pasar por la tribuna de autoridades, presidida por el rey Eduardo VII de Inglaterra, inclinaba su enseña como señal de respeto por el monarca británico. Pero hete aquí que cuando Rose pasó, no inclinó la bandera estadounidense, provocando un gran revuelo. Al parecer, Rose tomó esta decisión tras la petición de los numerosos atletas estadounidenses de origen irlandés que formaban parte de la delegación americana. Martin Sheridan, también lanzador y que nació en Irlanda pero competía por Estados Unidos, dijo que su bandera «no se inclinaba ante ningún rey terrenal».
Al parecer, esta decisión de Rose predispuso negativamente a los jueces británicos de las diferentes pruebas olímpicas contra los americanos, a pesar de lo cual Rose ganó el oro en lanzamiento de peso (y Sheridan el oro en disco).
Ralph Rose competiría de nuevo en las Olimpiadas de Estocolmo 1912, donde logró otras dos medallas: oro en lanzamiento de peso a dos manos y plata en lanzamiento de peso convencional.
Pero la carrera del que podía haberse convertido en uno de los más grandes atletas olímpicos americanos de la historia se truncó un año después de los Juegos de Estocolmo, ya que el 16 de octubre de 1913, Ralph Rose falleció en San Francisco víctima de la fiebre tifoidea.