Nacida en Weisswasser, Alemania del Este, un 4 de diciembre del 59, Christa Rothenburger es famosa porque era una crack en dos disciplinas deportivas, una invernal y otra veraniega. Era una de las mejores patinadoras de velocidad sobre hielo y una extraordinaria pistard de ciclismo.
Su deporte original era el patinaje. Desde finales de los 70, Christa Rothenburger era una de las mejores del mundo. Así, en los JJOO de Invierno de Sarajevo 84, ganó el oro en 500 metros. Cuatro años después, en Calgary 88, ganó el oro en los 1.000 y la plata en los 500. En Albertville 92 volvería a ganarse un metal, el bronce de los 500 m. Todo ello, aderezado con más de una docena de medallas entre Campeonatos del Mundo y competiciones de la Copa del Mundo.
Pero rebobinemos un poco. En 1980, su entrenador, Ernst Luding (se casó con ella años después, de ahí lo del apellido), la convenció para que en verano, complementara su entrenamiento con el ciclismo. Con un permiso especial del Gobierno de la RDA, se pudo dedicar a ambos deportes y sólo seis años después de empezar a darle a los pedales, ganó el Mundial de sprint.
Llegamos entonces de nuevo a 1988. Christa Rothenburger se presentó en los JJOO de Seúl, sólo siete meses después de haber participado en los de Invierno de Calgary, para competir con su bici. Y en la prueba de sprint consiguió una plata, lo que la convirtió en la primera mujer en ganar medalla olímpica tanto en invierno como en verano. De hecho, sigue siendo la única (y siempre lo será) en conseguir tal hazaña en el mismo año. Antes, como recordaréis, los JJOO de verano e invierno coincidían en el mismo año.
Tras su medalla de patinaje de Albertville 92, Christa Luding se retiró. Ha sido gerente del Club de Hielo de Dresde y ahora, junto a su marido, dirige una empresa de transportes en esta citada ciudad alemana.