Cuando Peter Jackson terminó de rodar la trilogía de El Señor de los Anillos entregó al actor Elijah Wood, que interpretó a Frodo, uno de los dos ‘anillos únicos’ utilizados en el rodaje.
El otro, como no podía ser menos, fue a parar a manos de su más ambicioso poseedor, Gollum. Esto… quería decir, Andy Serkis.
Porque si el CGI y la técnica de captura de movimiento es una gran magia de nuestros días, el talento de Andy Serkis para dotar de aliento y espíritu a este grimoso personaje de la Tierra Media vestido con unas mallas ajustadas y un montón de sensores repartidos por el cuerpo… eso sí que es mágico.
No sé si otro intérprete habría sido capaz de hacer algo semejante.