Hablar de Kim Basinger es hablar, inexorablemente, del mito erótico de Hollywood. En una época plagada de «novias de América», como Meg Ryan o Julia Roberts, al otro lado estaban ellas: Sharon Stone y la propia Basinger, las «tentaciones rubias»; las herederas de Marilyn.
En la última década pocas han sido las ocasiones de verla en pantalla. Probablemente, y aunque en 2014 protagonizó I’m here (un thriller con escaso éxito de crítica, pero en el que Basinger estuvo en todo su esplendor), seguro que la recordamos más, quienes lo hacemos, por su papel de Elena Lincoln en Cincuenta sombras.
A muchas (a demasiadas, seguramente) mujeres se les ha puesto el título de dudoso honor de «novias de América». No suele acabar bien: América (que se autodenomina «América» pero que, como todos sabemos, no es tal, porque es solo EE.UU.) es un tipo de esos que las prefiere jóvenes y castas y que enseguida las manda al ostracismo o, peor aún, las vilipendia públicamente cuando no son lo bastante jóvenes (o lo bastante castas).
Entre estas cuatro mujeres de las que hablamos a continuación tenemos dos casos de cada: dos de ellas cayeron en el olvido cuando cometieron el pecado de cumplir años; las otras dos, cuando cometieron el pecado de ser dueñas de sus cuerpos y hacer con él lo que les dio la santa gana.
Así son ahora Pamela Anderson, Meg Ryan, Kim Basinger y Michelle Pfeiffer:
Hablar de Kim Basinger es hablar, inexorablemente, del mito erótico de Hollywood. En una época plagada de «novias de América», como Meg Ryan o Julia Roberts, al otro lado estaban ellas: Sharon Stone y la propia Basinger, las rubísimas «tentaciones rubias», las herederas de Marilyn.
Y ahora, que ya nos tenía acostumbrados a no dejarse caer por las pantallas y que no supimos de ella desde 50 sombras liberadas, en 2018, aparece metida en un proyecto que no podía ser más perfecto. Pero vamos a hacer un pequeño repaso: Lee el resto de la entrada »
Antes de decir nada, voy a decir esto: habrá otro Batman. Así, Batman a secas. Será el año que viene. Batman será Robert Pattinson. Y el pingüino será Colin Farrell. ¿Qué será lo siguiente? ¿Vin Diesel de Catwoman? ¡¡Que me estáis jodiendo la infancia!!
La Batman de verdad, la Batman buena que dirigió un espléndido Tim Burton bajo cuya batuta estuvieron Michael Keaton, Jack Nicholson y Kim Basinger, se estrenó un mes de sepiembre de 1989, que no tenía yo ni seis años cumplidos aún. Y, hasta la llegada de Christian Bale (y con los máximos respetos a Adam West y salvando al de Lego), aquel fue el mejor Batman de todos los tiempos.
Pero la de Tim Burton no solo fue aquella Batman memorable sino que, aunque absolutamente todas las películas pueden presumir de sus buenas dosis de curiosidades, las de esta película, 30 años atrás en el tiempo, son sin duda de las más especiales.
Vuelve el mito erótico de los 80, Kim Basinger, en un papel que le va como anillo al dedo: Elena Lincoln, la responsable de seducir al joven magnate Christian Grey cuando solo tenía 15 años e introducirle en el mundillo de los látigos, las bridas y los trajes de látex.
Esto es lo que encontraremos en Cincuenta sombras más oscuras, secuela de Cincuenta sombras de Grey, que se ha estrenado este 10 de febrero.
La elección no es casual: Kim Basinger fue nuestra maestra en cuando a sensualidad y bailes de strip-tease se refiere. En plena era Reagan fue una bomba sexual que regaló un montón de grandes ideas para enriquecer la vida marital o extramarital de toda una generación y fue fuente de toda clase de imitaciones, parodias y referencias con Nueve semanas y media, donde ya practicaban «juegos muy jugosos».
Ahora, 30 años después, la actriz que en su día encarnó la sexualidad femenina liberada asegura que tiene otras miras: «Cuando eres joven te sientes atraída por los tipos duros, pero eso es una fantasía. Me he dado cuenta de que el placer está en la bondad y el sentido del humor«, ha comentado.
Y aunque las críticas de Cincuenta sombras más oscuras no están siendo demasiado benevolentes, yo siento una gran curiosidad por verla en ese papel de seductora madura, porque además se conserva increíblemente bien a sus 63 años. Quien tuvo, retuvo, dice el refrán. ¿Y qué ha sido de ella en todos estos años?
Hubo una época en la que tres hermanos actores hacían furor en Hollywood. Se parecían un montón entre sí y cada uno de ellos tenía hordas de fans por méritos propios. Eran Alec, William y Stephen Baldwin.
Stephen Baldwin, Alec Baldwin y William Baldwin
En realidad eran cuatro hermanos actores, pero Daniel, que era el segundo por detrás de Alec, no destacó tanto. En aquella época no logró hacerse con un papel brillante que le catapultara a la fama, como ocurrió con sus hermanos, aunque después se hizo un carrera notable en televisión gracias a series como Homicidio, Caso abierto y más recientemente Hawai 5.0.
Como los hermanos Dalton: Alec, Stephen, William y Daniel Baldwin (de izquierda a derecha) en sus buenos tiempos.
Por si fuera poco, la familia Baldwin se ha expandido como el Big Bang y también incluye a Kennya Baldwin, mujer de Stephen, Elisabeth Baldwin, exmujer de Daniel, y las hermanas de los actores, Beth y Jane.
La siguiente generación Baldwin, las prometedoras hijas de los cuatro hermanos, actualmente se están abriendo paso en el mundo de las celebrities norteamericanas a pasos agigantados: Irland (hija de Alec Baldwin), Kahlea (hija de Daniel), Hailey y Alaia (hijas de Stephen),y las más jovencitas,Jameson y Brooke (hijas de William), todas ellas auténticas bellezas.
Tres primas que quitan el hipo: Alaia Baldwin, Ireland Baldwin y Hailey Baldwin en julio de 2015. (GTRES)
Alec Baldwin
Era el mayor, mi preferido y muy probablemente el más profesional de los tres. Era el elegante, tenía un atractivo muy oldie, como de estrella clásica de Hollywood, una imagen propiciada seguramente por la película La sombra(1994) y otros papeles de ‘chico formal’ como en La caza del OctubreRojo, para mí una de las mejores entregas del agente de la CIA Jack Ryan, el popular personaje creado por Tom Clancy.
Llamadme rara, pero cuando realmente me conquistó el corazón fue cuando lo vi en el papel de reciente difunto en Bitelchús.
Su boda con la sex-symbol del momento, Kim Basinger, a principios de los años 90, les convirtió en un matrimonio mediático que terminó de la peor forma, con un divorcio tormentoso en 2002 y el comienzo de una infernal lucha en los juzgados por la custodia de su única hija Irland, a la que Kim le negaba el más mínimo contacto.
Kim Basinger y Alec Baldwin en sus tiempos felices: escena la película ‘La huida’, en 1994. (GTRES)
En 2008, Alec Baldwin contó su parte de la historia en A Promise to Ourselves: A Journey Through Fatherhood and Divorce (Una promesa a nosotros mismos: viaje a través de la paternidad y el divorcio), en el que aseguró que se gastó cerca de un millón de dólares en abogados y sacrificó su carrera por seguir siendo parte de la vida de su hija.
Durante esos siete años de lucha llegó a un punto límite: perdió los papeles en un enfurecido mensaje de voz que respondía a una llamada de citación, una grabación que fue difundida por TMZ.com, con el consiguiente escándalo mediático. El escarnio público le llevó a pensar en el suicidio, según contó él mismo en una entrevista a Playboy publicada en 2009. «Hablé con muchos profesionales que me ayudaron. Si me suicidaba, el equipo de Kim Basinger lo hubiese considerado una victoria. Destruirme era su objetivo declarado», confesó.
Sin embargo aquella reacción explosiva no era la primera en él ni sería la última. En 1995 pegó a un fotógrafo por grabar a su mujer Kim Bassinger y su hija, y en 2011 fue expulsado de un avión por enfrentarse al personal de vuelo por no querer apagar el teléfono móvil. Se disculpó más tarde por el retraso ocasionado a los pasajeros, pero nunca a la compañía aérea ni a la tripulación.
Sin duda lo mejor que le pasó en la vida fue conocer ese mismo año a Hilaria Thomas, instructora de yoga de celebridades de origen mallorquín y 26 años menor que Baldwin.
Hilaria es muy tradicional: se casaron en junio de 2012 en la catedral de St. Patrick’s de Nueva York y también han bautizado a los tres hijos que han tenido juntos en un tiempo récord. Carmen, la mayor, nació en 2013, Rafael llegó en 2015 y en septiembre de 2016 llegó Leonardo Ángel Charles Baldwin.
Alec Baldwin y su mujer de origen español Hilaria Thomas en agosto de 2016, esperando la llegada de su tercer hijo en común. (GTRES)
Alec e Hilaria paseando a su hija Carmen en septiembre de 2015. (GTRES)
Fiel a sus orígenes Hilaria ha inculcado a sus hijos el amor por lo español, como demostró en este vídeo, con su hija Carmen bailando flamenco con solo un añito y medio:
En 2015 nos sorprendió al dejarse fichar por el mismísimo Santiago Segura para la quinta entrega del detective más chusco de esta parte del Atlántico:Torrente 5: Operación Eurovegas.
Próximamente hará un trabajo muy especial de doblador en la película El bebé jefazo, a estrenar en 2017.
En este tiempo Alec también por su labor en la protección del bienestar animal; es un fiel activista de PETA, para el que narró el duro vídeo Meet your Meat (Conoce tu carne).
Profundo demócrata, en su momento tuvo la aspiración de llegar a ser gobernador de Nueva York y apoyó a Obama en la elecciones presidenciales.
El tercero de los hermanos Baldwin me derritió por completo en Llamaradas(1991), esa exaltación del cuerpo de bomberos por cortesía de Ron Howard en el que un jovencísimo William compartía elenco con dos veteranos: Robert De Niro y Kurt Russell. Después de aquello, y teniendo en cuenta que William había sido modelo de Calvin Klein, todos queríamos un bombero en nuestra vida.
También me había calado mucho en Línea mortal (1991), esta vez junto a Kiefer Sutherland y Julia Roberts, donde tenía un personaje un tanto cabroncete (grababa a sus novias a escondidas mientras mantenía relaciones con ellas) y luego era convenientemente castigado por ello después de jugar con la muerte.
Cómo me gustaba esta película…
Siguiendo la línea de personaje voyeur, se convirtió en la envidia de muchos por compartir escenas de sexo con la mismísima Sharon Stone en Sliver (Acosada), en la que encarnaba a un niño rico obsesionado con hacer de las vidas de sus vecinos un pase privado de Gran Hermano.
Los 90 sin duda fueron su época de auge, después hizo muchas películas menores pero al igual que su hermano Daniel terminó encontrando su sitio en la televisión, compartiendo incluso la misma serie, Hawai 5.0. También fue estrella invitada en la serie de su hermano Alec, Rockefeller Plaza.
En el terreno personal, William ha tenido una vida sentimental mucho más estable que la de sus personajes: aún sigue casado con su gran amor, la cantante Chynna Phillips, miembro del famoso grupo de los ochenta Wilson Phillips, a la que llevó al altar en 1995.
Ambos tuvieron tres hijos: la mayor, Jameson (nacida en 2000), su hijo Vance (nacido en 2002) y la pequeña Brooke (nacida en 2004).
Todos ellos viven en Santa Bárbara (California) pero también tienen otra casa en Nueva York, a solo 30 minutos de la casa donde vive su hermano Stephen Baldwin.
Stephen Baldwin
Destacó especialmente por su papel de McManus en Sospechosos habituales, la genial opera prima de Bryan Singer.
Pero yo le conocía más bien por una serie que me traía loca: Jóvenes jinetes. La serie trataba sobre un grupo de muchachos que trabajan de correo en el pony express, con la peculiaridad de que encarnaban la versión adolescente de personajes famosos del lejano oeste y además parecían haber pasado el casting de Mister Wild West. Eran como una boy band, pero de vaqueros.
Entre los guaperas estaba Josh Brolin en el papel del famoso pistolero James Butler Hickok; Stephen Baldwin encarnaba a William F.Cody, que un día llegaría a ser más conocido por el sobrenombre de Bufalo Bill.
Ay, qué tiempos aquellos…
Stephen, además de ser el pequeño de los Baldwin, es el que peor ha llevado su carrera artística, después deJóvenes jinetes y Sospechosos habituales ha seguido trabajando como secundario efímero y/o en películas de tercera clase. Su papel enLos Picapiedra en Viva Rock Vegas (2000) y una intervención en un episodio de C.S.I Las Vegas son dos de sus actuaciones más destacadas.
De hecho, entre sus 17 tatuajes figuran unas iniciales, «HM», en honor a Hannah Montana, se lo hizo convencido de que Miley Cyrus iba a darle un papel en la serie pero finalmente nunca apareció en ella.
En 2010 también emprendió una lucha legal contra Kevin Costner, acusándole de provocar daños mayores en el derrame de petróleo de BP en el Golfo de México por utilizar una tecnología de separación del crudo para tratar de paliarlo. En junio de 2012, se desestimó su demanda pero al año siguiente el enjuiciado fue él, por evadir los impuestos sobre la renta de los años 2008, 2009 y 2010. Baldwin fue condenado a pagar 300.000 dólares.
Su hermano Alec le ha apoyado incondicionalmente, incluso se lo llevó como acompañante el día en que le dieron su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
Alec Baldwin y su hermano Stephen en febrero de 2011. (GTRES)
Al menos, al igual que su hermano William, ha tenido suerte en el amor: en 1990 se casó con Kennya Baldwin, a la que conoció en el metro de Nueva York.
Con ella ha tenido dos hijas que han logrado superarle en popularidad: Alaia y Hailey. Ambas se han hecho paso como modelos y Hailey es especialmente conocida por ser íntima amiga de la celebrity Kendall Jenner (hermana de Kim Kardashian).
Un padre orgulloso de sus hijas: Alaia (izquierda) y Hailey (derecha). Imagen de julio de 2010. (GTRES)
Hailey Baldwin en el desfile de Elie Saab en la Semana de la Moda de París, en octubre de 2016. (GTRES)
Con Kylie Jenner en abril de 2016. (GTRES)
Una última curiosidad sobre Stephen: después de una juventud con abuso de drogas y otros excesos se convirtió en un fervoroso cristiano evangelista tras los atentados del 11-S. Ahí lo dejo.